La directora de Comunicación y RSC de Reale Seguros, Pilar Suárez-Inclán, mantiene que no se trata tanto de un aspecto económico, sino más bien de voluntad y formación para querer impulsar prácticas sostenibles en las empresas. “Conformarnos con devolver a la sociedad parte del beneficio ya no es suficiente”, asevera.
Había muchas expectativas puestas en el 2015 sobre el avance de la RSC y hay quien señala que el balance no ha sido tan fructífero. ¿Qué retos señalaría usted a partir de este momento?
A mi modo de ver la verdadera RSE tiene un carácter transformador y esto nunca es fácil y menos en un momento de crisis mundial como el que hemos atravesado y del que todavía no hemos salido.
Sí creo que se han hecho cosas, lo que pasa es que se van notando poco a poco. Creo que tenemos retos en los tres ámbitos: el económico, desarrollo y generación de trabajo y riqueza. En el ámbito social en un periodo de precariedad y más desigualdades que nunca. Y en el medioambiental con un planeta enfermo que requiere medidas a nivel individual, empresarial, nacional…
[blockquote style=»1″]Damos mucha importancia a la formación y por ello nos involucramos no solo en la formación de nuestros trabajadores, sino también a través de alianzas con escuelas y universidades[/blockquote]
La educación, la desigualdad y el cambio climático son tres punto destacados en los que se debería insistir más. ¿Tienen líneas abiertas para estos frentes?
Estamos trabajando en ello: Desde la empresa damos mucha importancia a la formación y por ello nos involucramos no solo en la formación de nuestros trabajadores y colaboradores, sino también a través de alianzas con escuelas y universidades.
Por otro lado, la Fundación Reale está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en este sentido tenemos proyectos concretos de formación a niños en exclusión, a trabajadores con largo periodo de desempleo y ahora vamos a empezar a colaborar en un programa de Educación Medioambiental.
Respecto al medioambiente, tenemos una política medioambiental a nivel de Grupo aprobada por los Consejos de Administración y todas las empresas italianas tienen la ISO14001 que ahora llega a España.
Se dice que la RSC convencional ya no es suficiente. ¿Se puede innovar más allá de evitar malas prácticas?
Eso si es cierto, conformarnos con devolver a la sociedad parte del beneficio ya no es suficiente. Hay unas reglas de transparencia y buen gobierno básicas para el buen funcionamiento de cualquier empresa y hay unos grupos de interés con los que desarrollar, compartir y escuchar esta RSC.
¿Cree que la RSC y la gobernanza en las empresas son dos conceptos totalmente integrados hoy en día?
Deberían serlo ya que es la base, lo que pasa es que como hemos dicho anteriormente en la RSC más convencional se tomaba el aspecto que más encajaba.
Con todo, además de la buena predisposición de las empresas, ¿hay que enfocarse en la formación en asuntos de responsabilidad social corporativa?
Pues yo creo que sí, después de ya unos años de implantación vemos que la gente sigue entendiendo cada uno una cosa diferente.
Por otro lado, implantar políticas de RSC requiere conocimientos y formación.
Otra de las vertientes importantes es la inversión que requieren este tipo de políticas. ¿Qué inversiones destacan en este capítulo dentro de su organización?
No estoy segura de que hagan falta importantes inversiones para desarrollar la RSC, la inversión más importante es la de la voluntad de querer hacer las cosas.
[blockquote style=»2″]Implantar políticas de RSC requiere conocimientos y formación[/blockquote]
¿Qué repercusiones a los clientes de una empresa pueden tener unas malas o nulas prácticas en la RSC?
Cada día más y sobre todo las malas. Los clientes cada día saben y quieren saber más sobre la empresa y sus comportamientos; cómo tratan a sus trabajadores, relación con los proveedores etc.
Aun así, parece difícil cuantificar los retornos de cualquier estrategia responsable. ¿Tienen indicadores para ello? ¿Cómo realizan ustedes esta medición?
Sí, disponemos de indicadores propios que unen los internacionales con propios del sector y de nuestra compañía. Es más fácil ver el retorno con unos stakeholder que con otros, por ejemplo con los empleados y la sociedad.