Directivos y Empresas

Cuadernos Rubio, mucho más que unos cuadernos de aprendizaje

Cuadernos Rubio , con más de 60 años sigue cumpliendo su objetivo inicial de cuando fue fundada. “Hacer fácil lo difícil”.

Desde la pedagogía, esta empresa ha contribuido a solucionar muchos problemas educativos, incluyendo todas las actividades que se dan cita en su propia Fundación.

El director general de Cuadernos Rubio, Enrique Rubio, subraya la necesidad de la educación para que en el futuro tenga un impacto positivo en la sociedad.

Enrique Rubio, propietario de Cuadernos Rubio.
Enrique Rubio, propietario de Cuadernos Rubio.

¿Cómo se lleva a cabo la RSC en una empresa como Cuadernos Rubio? ¿Qué retos señalaría usted a partir de este momento?


Sin duda, el mayor reto para la RSC es pasar de las buenas intenciones a su plasmación en proyectos reales, con una misión definida y un valor palpable para el conjunto de la sociedad. Para ello, es muy importante que el empresario se involucre y crea en la importancia de la RSC, de lo contrario, cualquier proyecto impulsado correrá el riesgo de quedarse a medio camino.

En este sentido, es importante que las empresas siempre se muestren dispuestas a escuchar a su entorno, de forma que puedan dar respuesta a problemas concretos, con iniciativas verdaderamente responsables.

[blockquote style=»2″]Quien a lo largo de su vida no ha usado unos Cuadernos Rubio[/blockquote]

La educación, la desigualdad y el cambio climático son tres puntos destacados en los que se debería insistir más ¿Tienen líneas abiertas para estos frentes?


En Cuadernos RUBIO, tras más de 60 años de historia, podemos decir que, en todos los años de vida de la editorial, la educación siempre ha sido la razón de ser de la marca. Mi padre, Ramón Rubio, tuvo desde su juventud la vocación de ayudar a los demás a través de una labor pedagógica incansable, buscando “hacer fácil lo difícil” para brindar a todos sus alumnos las mismas oportunidades.

Ese fue el germen de Cuadernos RUBIO: la creación de fichas de cálculo y escritura para introducir en una sociedad, por aquel entonces carente de ciertos recursos, un material útil que facilitara el acceso al aprendizaje.

En cuanto a la responsabilidad con el medio ambiente es un tema importante y que requiere de acuerdos a nivel internacional, pero responder adecuadamente a un desafío como el cambio climático implica el compromiso y acción de todos, tanto en el ámbito institucional como en el empresarial.

Desde RUBIO hemos asumido este compromiso desde dos ámbitos diferentes: en primer lugar, nuestros cuadernos siempre han evolucionado junto a la sociedad, por lo que en la actualidad podemos ver en ellos actividades y mensajes que inculcan el respeto por el medio ambiente, el reciclado de productos y el cuidado de la salud.

En segundo lugar, en un aspecto más técnico, damos mucha importancia a la reducción del impacto ambiental en todos nuestros procesos de impresión.

En este sentido, contamos desde hace años con algunas de las más exigentes certificaciones en materia medioambiental, como la FSC (Forest Stewardship Council), que garantiza que todo el papel que utilizamos para nuestros cuadernos procede de bosques gestionados de forma responsable y preparados para evitar el impacto ecológico.

[blockquote style=»1″]Nuestros cuadernos siempre han evolucionado junto a la sociedad, por lo que en la actualidad podemos ver actividades que inculcan el respeto al medio ambiente o el cuidado de la salud[/blockquote]

¿Cree que la estrategia elaborada por el gobierno en materia RSC podría limitar el poder de ciertas compañías? ¿La regulación es positiva en ese sentido?


Todo impulso legislativo en materia de RSC, siempre que facilite a empresas y entidades aportar y colaborar con el entorno donde operan, es una buena noticia. RUBIO es una empresa familiar, por lo que no podemos hablar de cómo afectarían estas nuevas medidas a las grandes compañías.

Nuestra experiencia es que, con independencia de la legislación existente, la responsabilidad social debe formar parte de la cultura empresarial. Para nosotros, es una cuestión de valores.

Se dice que la RSC convencional ya no es suficiente. ¿Se puede innovar más allá de evitar malas prácticas?


La innovación supone promover constantemente actitudes creativas, ser proactivo en la colaboración con el entorno, compartir conocimiento… Las empresas siempre debemos escuchar a las personas para encontrar oportunidades de aprendizaje y mejora.

Hay que estar constantemente mejorando y actualizando la cultura empresarial en RSC, valorando a los agentes sociales con iniciativas positivas, ya que de su implicación pueden surgir importantes sinergias y vías de colaboración.

[blockquote style=»1″]Se trata de un círculo virtuoso: el compromiso de la empresa se traslada a sus profesionales y, a su vez, estos enriquecen la cultura empresarial. Todo redunda en un impacto positivo para la sociedad[/blockquote]

¿Cree que la RSC y la gobernanza en las empresas son dos conceptos totalmente integrados hoy en día?


Gobernanza y RSC deben de ir de la mano, pues ambas comparten objetivos como fomentar las actitudes positivas en el entorno laboral e impulsar acciones que estrechen las relaciones entre la empresa y su entorno.

La colaboración con la comunidad es, en sí mismo, un elemento clave a la hora de diseñar el modelo de gobernabilidad en cualquier compañía responsable.

Por otro lado, no debemos olvidar que la RSC debe comenzar con la educación de los niños y en este ámbito las empresas también somos responsables. Es necesario educar en valores a los más pequeños para que, el día de mañana, esta formación tenga un reflejo positivo en la sociedad.

Con todo, además de la buena predisposición de las empresas, ¿hay que enfocarse en la formación en asuntos de responsabilidad social corporativa?


El mundo empresarial implica un aprendizaje continuo en todos los aspectos, y eso también incluye el área de formación en RSC. Esta responsabilidad, más que programas específicos, requiere de valores compartidos entre la empresa y los profesionales que la forman.

Se trata de un círculo virtuoso: el compromiso de la empresa se traslada a sus profesionales y, a su vez, estos enriquecen la cultura empresarial. Todo ello redunda en un impacto realmente positivo para la sociedad.

¿Qué inversiones destacan en este capítulo dentro de su organización?


En 2008 quisimos dar un paso más en nuestro compromiso para impulsar activamente el papel social de la enseñanza, lo que dio lugar al nacimiento de Fundación Cuadernos RUBIO.

Nuestra Fundación es una entidad sin ánimo de lucro de carácter educativo, cultural y solidario, que desarrolla una gran cantidad de actividades dirigidas a la formación de niños y adultos con necesidades educativas específicas.

Desde los más pequeños hasta los mayores, todos hemos usado alguna vez los Cuadernos Rubio

Con este objetivo, llevamos a cabo iniciativas como la Unidad de Intervención Cognitiva, un centro destinado a atender a personas que presentan desórdenes vinculados a trastornos cognitivos; la Cátedra Ramón Rubio Silvestre, un postgrado ideado para profesionales que realicen tareas educativas y asistenciales al lado de personas con necesidades especiales o los Premios Fundación Cuadernos Rubio, un galardón con el que buscamos dar visibilidad a la labor social de instituciones, empresas y ciudadanos.

¿Qué repercusiones a los clientes de una empresa pueden tener unas malas o nulas prácticas en la RSC?


La RSC es una oportunidad para devolver a la sociedad una parte de lo que nos da, así como para intentar mejorar la calidad de vida de los colectivos más vulnerables. Entendemos que estas acciones son beneficiosas para la imagen de una empresa, pero este aspecto, aun siendo positivo para todos, debe ser una cuestión accesoria.

Aun así, parece difícil cuantificar los retornos de cualquier estrategia responsable. ¿Tienen indicadores para ello? ¿Cómo realizan ustedes esta medición?


Contabilizamos el número de personas a las que tratamos de ayudar y el material que cedemos, pero simplemente porque nos ayuda a valorar el impacto de nuestro esfuerzo y a mejorar la gestión.

Por otro lado, actividades como las realizadas por la Fundación Cuadernos Rubio, tales como los talleres de estimulación cognitiva para personas mayores o el apoyo académico niños con necesidades educativas especiales, son difícilmente cuantificables.

Para nosotros, recibir los comentarios y el apoyo de quienes se benefician con nuestros programas y actividades es, un indicador perfecto en la mayoría de los casos.

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