Es una de las iniciativas más importantes en la agenda de Pelayo en todo el año y un claro ejemplo de éxito de responsabilidad corporativa. El Reto Pelayo Vida es una de esas actividades que ha logrado trascender más allá de una aventura, gracias a todos los valores que destila. Por esta razón, la asegurador ha querido dar toda la solemnidad posible a la celebración del décimo aniversario de esta actividad.
La organización ha albergado un evento conducido por la periodista Elena Sánchez, para quien el Reto es toda una celebración de la vida. Es un símbolo de lucha, superación y fortaleza, demostrando que no hay límites que no puedan ser superados cuando la mente y el corazón están dispuestos a luchar. El evento, cargado de emoción, recordó el impacto que esta iniciativa ha tenido no solo en sus participantes directas, sino también en miles de mujeres que se han sentido inspiradas por su mensaje de esperanza y superación.
Diez años de lucha y esperanza
Durante la ceremonia, Francisco Lara, Presidente de Pelayo Seguros, tomó la palabra para reflexionar sobre el rápido transcurso de estos diez años, destacando el legado que ha dejado el Reto Pelayo Vida. Desde su primera edición, 51 mujeres han sido parte de las expediciones, pero su impacto se extiende mucho más allá, llegando a casi 3.000 mujeres que han presentado su candidatura y a muchas más que han sido inspiradas por este proyecto.
Lara subrayó la importancia del mensaje que este reto transmite, un mensaje dirigido a todas las mujeres que han enfrentado el cáncer de mama o que lo están enfrentando. Con la célebre frase del explorador Ernest Shackleton: “Las dificultades son simplemente cosas que hay que superar”, Lara cerró su intervención deseando a las expedicionarias de esta décima edición «buena suerte y buena mar», antes de dar paso al resto del acto conmemorativo.
La fuerza de la mente y la neurociencia en los retos
Uno de los momentos más destacados del evento fue la intervención de la neurocientífica Ana Ibáñez, quien ofreció una inspiradora ponencia sobre cómo afrontar los retos con una mentalidad positiva y resiliente. Ibáñez inició su discurso rindiendo homenaje al Reto Pelayo Vida, calificándolo como una manera de “decir sí a la vida” y compartió valiosas reflexiones sobre la importancia de entrenar el cerebro para enfrentar desafíos. «Todos podemos desarrollar nuestro cerebro», afirmó, subrayando que la mente tiene un papel esencial en la superación de cualquier obstáculo.
Ibáñez habló sobre cómo la incomodidad es parte inherente de cualquier reto, y cómo aprender a sentirse cómodo en medio de la adversidad es una habilidad que no solo puede aprenderse, sino que también permite disfrutar más de la experiencia. “El reto no es tal si no te sientes incómodo. Solo cuando logramos salir de nuestra zona de confort, nos damos cuenta de lo que realmente somos capaces de alcanzar”, explicó la experta.
Animó a todos los presentes a conocerse mejor y descubrir técnicas que les permitan sacar lo mejor de sí mismos, como la elección consciente de pensamientos positivos, la gestión de la energía y la capacidad de ver oportunidades en lugar de amenazas. En sus palabras: «La diferencia entre alcanzar una meta o no, radica más en la fortaleza de nuestras conexiones neuronales que en nuestra fuerza física o habilidad técnica».
La resiliencia y las protagonistas de 2024
Año tras año, las participantes ven en el reto una oportunidad de transformación personal y de superación, tanto física como mental. La edición Antártida 2024 cuenta con cinco valientes protagonistas: Cruz Álvaro, Macarena Bohórquez, Marta Castillo, Patricia del Solar y Almudena Sánchez. Estas mujeres, seleccionadas entre un amplio grupo de candidatas, subieron al escenario del auditorio emocionadas y entre aplausos, para compartir lo que el reto ya ha significado para ellas, incluso antes de comenzar la aventura.
La expedición de este año llevará a estas cinco mujeres a enfrentar las duras condiciones de la Antártida, un reto físico y mental que marca el décimo aniversario del Reto Pelayo Vida. El próximo 22 de noviembre, estas valientes expedicionarias se embarcarán en lo que seguramente será una de las experiencias más emocionantes y desafiantes de sus vidas.
A medida que se acerca la fecha de inicio de la expedición a la Antártida, la emoción crece, y el evento del décimo aniversario no fue más que el inicio de una nueva etapa en la que las participantes enfrentarán uno de los entornos más extremos del planeta. El desafío no es solo físico; es una prueba de fortaleza mental y emocional que inspirará a muchas más personas en los próximos años.