Una empresa del sector energético como EDP no solo debe preocuparse de fomentar la energía renovable, sino de profundizar en todo lo que conlleva un modelo basado en la RSC.
Rocío Sicre, directora general de EDP Renováveis España, nos habla de esta genética e informa que durante 2015 la compañía invirtió 1,2 millones de euros en más de 100 acciones de este tipo.
Había muchas expectativas sobre el avance de la RSC y hay quien señala que el balance no ha sido tan fructífero. ¿Qué retos señalaría usted a partir de este momento?
Evidentemente la crisis financiera ha sido una gran losa para las empresas de ámbito nacional e internacional, y esto ha podido tener un impacto en la expectativas sobre el avance de la RSC.
No obstante, yo soy optimista. Creo que la responsabilidad social de las empresas hace tan sólo 40 años ni siquiera se acercaba a los estándares de hoy día. A mi entender, esta debe ser la fotografía que debemos mirar, con vocación de continuar una senda de mejora continua en este ámbito.
La educación, la desigualdad y el cambio climático son tres punto destacados en los que se debería insistir más. ¿Tienen líneas abiertas para estos frentes?
Precisamente la educación, la desigualdad y el cambio climático son tres pilares que tienen gran importancia para EDP Renováveis (EDPR), y sobre los que procuramos desarrollar políticas e iniciativas de RSC que aporten valor.
[blockquote style=»1″]Para EDP Renováveis la RSC debe ser considerada como una oportunidad de crear valor tanto para la empresa, como para la sociedad donde se imbrica[/blockquote]
En primer lugar es necesario recordar que nos dedicamos a la producción de energía a través de fuentes renovables. O en otras palabras, la sostenibilidad y, concretamente, la protección del medio ambiente forma parte del ADN de nuestra compañía. Por otra parte, la educación es un capítulo en el que EDPR se esfuerza especialmente. El futuro será de los jóvenes y de ellos es la responsabilidad del mañana.
Por ello, desarrollamos diversas iniciativas de RSC en colegios y universidades que contribuyen a concienciar sobre los beneficios de las energías limpias y de cómo se puede hacer un uso responsable de nuestros recursos naturales.
Un ejemplo de ello es el concurso online Wind Experts, que propone a niños entre 10 y 13 años que construyan su propio aerogenerador; o los premios University Challenge, que organizamos de forma ininterrumpida en España desde 2009 y en Portugal desde 2007 con el objeto de becar a estudiantes universitarios que presentan proyectos de aplicación de sus conocimientos académicos en el desarrollo de soluciones, innovaciones y propuestas en el campo de las energías renovables; o las becas Green Education, que no solo inciden en el aspecto educativo, sino que también luchan contra la desigualdad, ya que promueven la educación de niños y jóvenes de familias con recursos limitados.
[blockquote style=»1″]Es difícil valorar las implicaciones directas de la RSC en el entorno B2B. Si bien es verdad que cada vez más clientes demandan trabajar con compañías que cumplan ciertos requisitos: emisiones, certificaciones de calidad, etc.[/blockquote]
¿Cree que la estrategia elaborada por el gobierno en materia RSC podría limitar el poder de ciertas compañías? ¿La regulación es positiva en ese sentido?
Para EDP Renováveis la RSC debe ser considerada como una oportunidad de crear valor tanto para la empresa, como para la sociedad donde se imbrica. Por tanto, siempre y cuando se respeta la libertad de la empresa privada para desarrollar aquellas acciones de RSC más indicadas para su ámbito de acción, EDPR apoyará aquellas políticas que impulsen la correcta implicación de las empresas en la sociedad.
Se dice que la RSC convencional ya no es suficiente. ¿Se puede innovar más allá de evitar malas prácticas?
Claro que se puede innovar en términos de RSC. No obstante, creo que es importante poner de relieve que tanto las acciones tradicionales, como por ejemplo unas becas a estudiantes sin recursos, como aquellas acciones más subversivas, como por ejemplo competiciones online o canales educativos en la Red, son igualmente positivas e interesantes.
En cualquier caso, sí es cierto que la RSC del siglo XXI ha dado un giro de 360 grados, donde es fundamental destacar, junto a los canales tradicionales, el papel que juega la tecnología y la Web colaborativa para lograr llegar a públicos mucho más diversos y con inversiones más limitadas.
¿Cree que la RSC y la gobernanza en las empresas son dos conceptos totalmente integrados hoy en día?
En EDPR están completamente integrados, pero entiendo que quizás esta no es una práctica totalmente generalizada. No obstante, soy muy optimista en este sentido. Creo que la integración de ambos conceptos es una realidad a la que todas las compañías de cierta magnitud se adaptarán.
Con todo, además de la buena predisposición de las empresas, ¿hay que enfocarse en la formación en asuntos de responsabilidad social corporativa?
Por supuesto. Es fundamental que haya una concienciación en las compañías sobre la importancia del RSC que vaya desde la más alta dirección y se transmita a todos los empleados. Debe de ser algo que forme parte del ADN de las compañías; como ya lo es en el caso de EDPR. Es cierto que aún hay mucho camino por recorrer, y que en este proceso habrá compañías más avanzadas que otras, pero creo que es un asunto que todas las empresas tienen en su itinerario empresarial.
Otra de las vertientes importantes es la inversión que requieren este tipo de políticas. ¿Qué inversiones destacan en este capítulo dentro de su organización?
Como explicaba, para EDPR las políticas de RSC forman parte del ADN de la compañía. Por esta razón, invertimos de forma considerable. Así por ejemplo en el año 2015 llevamos a cabo más de 100 acciones de RSC, en las que invertimos 1,2 millones de euros.
¿Qué repercusiones a los clientes de una empresa pueden tener unas malas o nulas prácticas en la RSC?
Como empresa que trabaja en el entorno B2B es difícil valorar implicaciones directas en el caso de EDPR. Si bien es verdad que cada vez más clientes (e incluso proveedores) demandan trabajar con compañías que cumplan ciertos requisitos: emisiones, certificaciones de calidad, etc.
En cualquier caso, y como ya he apuntado anteriormente, para nosotros la RSC no es una obligación, sino una oportunidad de aportar valor a la sociedad en la que desarrollamos nuestro negocio.
Aun así, parece difícil cuantificar los retornos de cualquier estrategia responsable. ¿Tienen indicadores para ello? ¿Cómo realizan ustedes esta medición?
El grupo EDP es pionero no sólo en el ámbito de la RSC, sino también en la optimización de su relación con stakeholders. En esta sentido a día de hoy llevamos a cabo encuestas para medir el grado de satisfacción de nuestros distintos stakeholders sobre la compañía, así como sobre aquellas iniciativas sociales y medioambientales que llevamos a cabo.