Todas las empresas están obligadas, al menos en cuestiones éticas, a proteger el medio ambiente. Es una parte importante de las políticas de Responsabilidad Social que hoy está prácticamente en las decisiones estratégicas de las grandes compañías. Máxime si se trata del sector energético. En este sentido, Gas Natural Fenosa, inmersa de por sí en cuestiones de sostenibilidad, ha sabido darle una vuelta de hoja a esta cuestión rehabilitando antiguas casetas de transformadores eléctricos, ya fuera de funcionamiento, en puntos de biodiversidad que favorecen la recuperación de especies protegidas.
Se trata de un proyecto en colaboración con el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) que ya ha conseguido recuperar para causas medioambientales tres de estas construcciones ubicadas en Cuenca y Segovia. Con esta actuación, ambas organizaciones ha podido facilitar que se reproduzcan y se refugien en ellas fauna salvaje de la zona como lechuzas, mochuelos, chovas piquirrojas y diversas especies de murciélagos.
En cada una de estas casetas se han instalado alrededor de una veintena de nidales para aves y refugios para murciélagos, actuando como asesor de la iniciativa el científico Guillermo Blanco, perteneciente al Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC.
Además de conseguir el objetivo que se planteaban inicialmente, las dos entidades han podido comprobar las enormes posibilidades que se abren para crear más puntos de biodiversidad. El secretario general de la ONG, Fernando Garcés, apunta que GREFA lleva practicando este técnica desde hace años en los silos agrícolas para crear colonias de cernícalo primilla, un pequeño halcón migrador amenazado, “y hemos empezado a hacerlo ahora con otra muchas especies en las casetas de transformadores, gracias a la colaboración con Gas Natural Fenosa”.
Todo parte de una investigación por parte de GREFA, en la cual unos naturalistas observaron que ciertas especies utilizaban espontáneamente estas casetas como hábitat para la cría y el refugio. De modo que con este proyecto nace una nueva forma de proteger el entorno, pudiendo tener continuidad en el futuro con la rehabilitación de más casetas en desuso formando nuevos puntos de biodiversidad.
Un compromiso firme
Lo que trasciende de todo ello es que una gran empresa sigue manteniéndose fiel a su compromiso con el respeto al entorno donde trabaja. No solo en acciones concretas como esta, sino favoreciendo y promoviendo una cultura interna basada en el respeto y sensibilización por el medio ambiente hacia sus principales grupos de interés.
Respecto al asunto de la biodiversidad, la energética no ha querido perder la oportunidad de celebrar el Día Internacional de la Diversidad Biológica publicando su Informe de Biodiversidad 2016. Un documento en el se recogen las principales iniciativas llevadas a cabo por la compañía relacionadas con la conservación de la biodiversidad, la preservación de los ecosistemas y la protección del entorno natural.
