El director de Responsabilidad Corporativa de Meliá Hotels International, Tomás Franquet, remarca que su compañía ha pasado de tener una visión filantrópica a integrar la RSC como un enfoque estratégico.
Este hecho es valorado por el 85% de los clientes de los hoteles de la cadena.
Hay muchas expectativas sobre el avance de la RSC. ¿Qué retos señalaría usted a partir de este momento?
En los últimos años se había logrado algo muy importante: situar la RSC en la Agenda. Efectivamente, los avances en materia de RSC han podido, en cierta manera, verse empañados dado el contexto global.
La crisis económica, la necesidad de potenciar la transparencia en todos los niveles, el buen gobierno, entre otros, no han hecho otra cosa que reforzar más si cabe el papel de la RSC como palanca de aportación de valor. De hecho, una de las máximas vinculadas a la RSC que en Meliá procuramos tener siempre muy presente es ver en el riesgo o en el problema una oportunidad para avanzar.
Sin duda, los próximos años suponen importantes retos para todos los actores frente a los cuales cada uno debe asumir su rol. Aunque los retos son muchos, desde la perspectiva de las empresas me gustaría destacar la necesidad de apoyar la innovación de alto impacto social, reportar más información, de forma más transparente, vinculando lo intangible al negocio, reforzar el papel de la empresa como generador de valor es importante, sobre todo porque desde hace ya tiempo, además de los accionistas las empresas tienen que aportar a otros grupos de interés, integrar la RSC de forma efectiva en la cadena de valor y por supuesto, avanzar en la medición de su impacto.
Aún queda mucho camino por recorrer en términos de consistencia, sistemática e impacto real.
[blockquote style=»1″]Los últimos años nos han servido para definir un Modelo Global de RSC y nuestro reto es implantar este modelo atendiendo a la realidad de los destinos en los que estamos presentes[/blockquote]
La educación, la desigualdad y el cambio climático son tres punto destacados en los que se debería insistir más. ¿Tienen líneas abiertas para estos frentes?
En Meliá Hotels International la gestión responsable forma parte de nuestra esencia como Compañía. A lo largo de nuestros casi 60 años de trayectoria hemos ido creciendo no sólo en tamaño, sino también en responsabilidad. La sostenibilidad y las propuestas en materia de RSC, integradas de forma transversal, no son planteamientos nuevos en Meliá, aunque es cierto que, con el tiempo, estos enfoques se han tornado cada vez más estratégicos y han ganado en fuerza, contenido y visibilidad.
Así, se ha pasado de una visión filantrópica y de acción social pura a planteamientos estratégicos integrados en la gestión del negocio.
Los últimos años nos han servido para definir un Modelo Global de RSC en el que estos puntos están muy presentes. Nuestro reto es implantar este modelo atendiendo a la realidad de los destinos en los que estamos presentes en función de lo que hemos comentado con anterioridad.
Meliá no sólo tiene líneas de trabajo en estas materias, sino que se ha comprometido de forma pública a avanzar en ellas. Sirvan de ejemplo nuestras adhesiones al Código Ético del Turismo, los Principios del Pacto Mundial, Código ECPAT, entre otros.
En el apartado medioambiental, Meliá cuenta con una estrategia medioambiental alineada con las principales conclusiones de la Cumbre Internacional por el Clima celebrada en París a final del año 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible promulgados por la Asamblea de Naciones Unidas.
Además, estamos orgullosos de haber accedido a la “A list” de CDP a nivel internacional, lista configurada por las 113 empresas con mayor desempeño en la lucha contra el cambio climático.
[blockquote style=»1″]La RSC no debe ser una herramienta de fiscalización o control. Debe ser una palanca de aportación real de valor que utilice las malas prácticas como campo sobre las que construir[/blockquote]
Por otro lado, para Meliá la empleabilidad es un concepto estratégico. Poner al servicio de colectivos en riesgo nuestro conocimiento, equipos profesionales y activos para proporcionar a estos colectivos nuevas oportunidades de aprendizaje, de forma inclusiva e integradora es, posiblemente, la línea de trabajo que me gustaría destacar.
Además de apostar por las mejoras en las condiciones de acceso al mercado laboral, llevamos tiempo trabajando con la Universidad. A modo de ejemplo, Meliá participa en el plan de estudios del primer Grado de Ciencia, Gestión e Ingeniería de Servicios en nuestro país, promovido por la Universidad Rey Juan Carlos.
Se trata de una apuesta innovadora conjunta de Universidad y Empresa para formar profesionales y mejorar la productividad en el sector con la más alta empleabilidad de la economía española. Con nuestra participación queremos reforzar nuestro compromiso con la comunidad académica, contribuyendo a la divulgación de conocimientos y competencias que impulsen la excelencia profesional en el sector turístico.
Con la UIB (Universidad de las Islas Baleares), colaboramos desde hace años con el patrocinio de la Cátedra de Estudios Turísticos cuyo enfoque apuesta por la investigación de calidad, la oportunidad a jóvenes de disfrutar de becas internacionales y, por supuesto, potenciar el conocimiento de la RSC aplicada al sector turístico.
Se dice que la RSC convencional ya no es suficiente. ¿Se puede innovar más allá de evitar malas prácticas?
La RSC, igual que otros campos del management, está viviendo su propia evolución. En los 90 se introdujo el concepto a través de la Acción Social que algunas empresas articulaban. En los 2000, se empezó a poner al servicio de la protección de la reputación de las empresas y la gestión de riesgos…
Hoy en día, con tantos retos por delante como hemos comentado, la RSC está viviendo una nueva etapa. Por otro lado, ¿qué es la RSC convencional? ¿acción social? Considero que estamos en una fase de la evolución del concepto en la que el reto es potenciar la integración real.
El concepto está definido, que aporta valor se sabe, está en la Agenda Global, hay auténticos referentes, está ganando terreno en la empresa y profesionalizando su gestión… Queda camino por delante, pero hay que asegurar, como decía, la consistencia de los planteamientos.
La RSC sirve para identificar malas prácticas, aunque no es su función ni debería serlo. La RSC no debe ser una herramienta de fiscalización o de control. Debe ser una palanca de aportación real de valor que utilice las malas prácticas identificadas como campo sobre las que construir.
¿Cree que la RSC y la gobernanza en las empresas son dos conceptos totalmente integrados hoy en día?
Son conceptos que hoy por hoy no están integrados aunque, por fortuna, empiezan a ocupar su espacio en el día a día de las corporaciones. Por otro lado, las compañías están avanzando en la gestión del diálogo con sus grupos de interés.
Este hecho, junto a la necesidad de gestionar la reputación corporativa contribuirán a que de forma progresiva se vayan integrando. No es un camino sencillo ya que implica gestionar de forma diferente, rompiendo, en muchos casos, paradigmas de gestión establecidos desde hace años.
Con todo, además de la buena predisposición de las empresas, ¿hay que enfocarse en la formación en asuntos de responsabilidad social corporativa?
Desde hace unos años la oferta formativa ya sea de carácter universitario, de postgrado… está incorporando el concepto a su currículum. Por otro lado, hay entidades como la Fundación SERES, de la que Meliá Hotels International es Patrono, que está trabajando precisamente, en aportar enfoques al desarrollo de la RSC desde las empresas. En cuanto a si sabemos cómo hacerlo, creo que se están dando pasos importantes.
Conceptos como impacto social, reputación, valor compartido, cash flow social empiezan a estar en la agenda de los Comités de Dirección. Lo esencial es tener un afán de mejora continua, de aportación de valor a través del negocio.
Otra de las vertientes importantes es la inversión que requieren este tipo de políticas ¿Qué inversiones destacan en este capítulo dentro de su organización?
Definitivamente, la inversión resulta esencial pero no sólo para avanzar en RSC. En Meliá no existe una inversión en RSC como tal porque, afortunadamente, tenemos muy integrado el concepto en nuestro modelo de negocio.
Para una compañía hotelera global como Meliá, resulta clave contar con inversión en sistemas de eficiencia energética e hídrica, diseño de hoteles con criterios de sostenibilidad integrados, accesibilidad, producto, innovación, oferta gastronómica respetuosa con las necesidades de todos los clientes, programas de desarrollo profesional y talento, entre otros.
[blockquote style=»1″]Numerosos estudios han comenzado a cuantificar las intenciones de consumo responsable por parte de los clientes. Por ejemplo, en el caso del turismo, el 90% de los viajeros elegiría un hotel sostenible[/blockquote]
¿Qué repercusiones a los clientes de una empresa pueden tener unas malas o nulas prácticas en la RSC? Aun así, parece difícil cuantificar los retornos de cualquier estrategia responsable.
Numerosos estudios internacionales han comenzado a cuantificar las intenciones de consumo responsable por parte de los clientes. Por ejemplo, en el caso del turismo, el 90% de los viajeros elegiría un hotel sostenible, el 75% utiliza las toallas más de una vez y el 85% apaga las luces de la habitación antes de irse…
En el caso de Meliá, el 85% de nuestros clientes valoran de forma positiva nuestros compromisos.
Los clientes y consumidores están cada vez está más informados y está en mejores condiciones de valorar y, por supuesto, exigir compromisos. Por ello, desde una perspectiva positiva, actuar con responsabilidad genera impactos positivos en la reputación de una compañía y, como consecuencia, en su cuenta de resultados.
Actuar utilizando malas prácticas o con comportamientos negligentes o irresponsables, provocan el efecto contrario. Sin embargo, aún hay mucho camino por delante para monetizar el impacto real y, como consecuencia, calcular el retorno de la inversión. Hay buenos avances, metodologías y modelos de cálculo.
¿Tienen indicadores para ello? ¿Cómo realizan ustedes esta medición?
Desde el año 2014, Meliá incorpora los criterios del Reporting Integrado en la gestión de su información. Además, calculamos nuestro cash flow social a través del cual medimos la participación de la sociedad en los recursos generados por nuestra actividad empresarial.
Por otro lado, el hecho de participar en los principales monitores de reputación corporativa y RSC, como MERCO, que nos permite evaluar el avance de la compañía y cómo nos perciben nuestros grupos de interés.
Hemos accedido a ‘A List’ del índice CDP a nivel International, que mide el desempeño y la transparencia de las empresas en su lucha contra el cambio climático.
Estos son algunos de los indicadores e índices de referencia externos de mayor relevancia que ponen de relieve nuestros avances. También medimos el grado de reconocimiento de nuestro compromiso entre nuestros clientes y empleados a través de encuestas realizadas con periodicidad.