La compañía celebra su centenario desde su rol de agente vertebrador y transformador de la sociedad. A lo largo del último siglo ha sabido reimaginar cada época y en esta digital en la que dominará la inteligencia artificial ya vislumbra cómo serán los próximos 100 años. En esta era, plantea un escenario de conectividad total, diciendo adiós al cobre y poniendo a las personas como protagonistas. “Telefónica ha sido, es y será siempre personas sirviendo a personas”, mantiene el presidente, José María Álvarez-Pallete.
—
2024 es el año en el que España conmemora el centenario de una de sus compañías más importantes y emblemáticas. El 19 de abril de 1924 nace Telefónica con un capital inicial de un millón de pesetas para gestionar y organizar un servicio ya existente entonces en la sociedad.
De aquella época data la icónica instantánea del rey Alfonso XIII junto con el primer presidente de la operadora, Estanislao de Urquijo, contemplando Madrid desde la sede de la compañía en la calle Gran Vía.
Hoy se revive aquel recuerdo con una foto entre el Rey Felipe VI y el presidente del Grupo, José María Álvarez-Pallete. Ambos momentos dejan ver que Telefónica es uno de los protagonistas de la historia de España y colocan a la compañía como uno de los nexos en todas las etapas transformadoras que ha vivido el país a lo largo del último siglo.
Felipe VI ve a la organización preparada para liderar la era digital con el encendido de su red inteligente de telecomunicaciones, la más moderna de Europa y una de las mejores del mundo.
2024 estaba estratégicamente elegido para decir adiós al cobre en una transición digital que es inseparable a otras como la económica o la energética. Es un mundo diferente al de hace 100 años en todos los sentidos. Se ha pasado de la voz a los datos y del cobre a la fibra, pero también ha cambiado la forma de dar servicio a los clientes y, por supuesto, la tecnología.
El sector de las telecomunicaciones es del todo estratégico y las reglas de juego quizás arrastren aún muchas medidas del pasado. En plena semana de celebración del centenario, Álvarez-Pallete pedía en el foro Wake Up, Spain! una regulación diferente que suponga una ventaja competitiva para la nueva era de la digitalización.
Sin propósito no habría centenario de Telefónica
La foto con el Rey de España y las declaraciones sobre la necesidad de nuevas medidas se producían en los mismos días en los que se celebraba una Junta de Accionistas histórica. Álvarez-Pallete dejó claro en esta jornada que una compañía no puede cumplir 100 años si no lo hace con un propósito y no se reinventa cuando es necesario. El presidente destacaba los dos grandes atributos que han marcado el camino de la organización en su siglo de vida: su vocación de servicio y su gen innovador.
La última gran reinvención de sus servicios viene marcada por el adiós al cobre y varios años previos de despliegue de fibra y desarrollo de conectividad 4G y 5G. La variación en la cuenta de resultados de esta transición es evidente.
De pasar a tener unos ingresos en productos digitales que suponían el 46% del total en 2015, hoy el porcentaje alcanza el 76%. “Hemos transformado nuestra función de ingresos y la hemos hecho girar hacia lo nuevo”, destaca el presidente. La inversión en este periodo ha sido significativa: 71.500 millones de euros.
Tal volumen de recursos ha servido para revolucionar nuevamente el mundo de las telecomunicaciones y colocar a la empresa y a las personas en una situación idónea para afrontar la era de la inteligencia artificial, en la cual Telefónica tiene claro su propósito de hacer un mundo más humano conectando la vida de las personas.
“Vemos a la IA, la capacidad de computación, la Web3 y las redes de última generación generando una ola de cambio mucho más profunda que la irrupción de la máquina de vapor, la electricidad, el ordenador personal o internet”, ha anticipado el presidente ante los accionistas.
Un pilar económico y social
Se pueden decir muchas cosas de Telefónica, entre las cuales, cabe subrayar su impacto en la economía y el ámbito social. De acuerdo con sus últimos balances correspondientes al ejercicio 2023, la operadora ha generado más de 49.000 millones de euros al PIB de todos los mercados en los que opera. En materia de impuestos, ha desembolsado 7.580 millones de euros y, además, ha generado empleo para 1,3 millones de personas en el mundo.
No obstante, más allá de los números, la visión de Telefónica para el futuro es la de un nuevo mundo en el que se requiere un nuevo contrato social ante la soberanía transfronteriza que están imponiendo las plataformas tecnológicas. La posición de la compañía en este nuevo orden es de defensa por unas reglas justas entre todos los players, donde todos aporten su justa contribución evitando situaciones de abuso.
Y es que más que el tiempo de la tecnología, es el tiempo de las personas, según entiende Telefónica, quien reivindica en este momento el auge de disciplinas como la sociología, Filosofía o las Ciencias Sociales. La ética por encima de todo, de ahí que a partir de su centenario vaya a crear por primera vez una Comisión de Seguimiento Ético de la IA en la propia organización.
Los momentos de Telefónica en sus 100 años
Para comprender un poco más la trascendencia de Telefónica, es imprescindible conocer algunos detalles de su historia en este último siglo. De cada década de su trayectoria, se pueden extraer momentos que explican su vocación de servicio y su cultura de la innovación. Estos son los hitos más importantes de la organización distribuidos en cada década:
Años 20: el nacimiento. En 1924, específicamente el 19 de abril, nació Telefónica bajo el nombre de CTNE: Compañía Telefónica Nacional de España. En esta década, se llevó a cabo la instalación de los primeros 100,000 teléfonos y se produjo la primera llamada transatlántica en 1928 entre el rey Alfonso XIII de España y el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge. Además, en 1929, el emblemático edificio de Gran Vía 28 en Madrid abrió sus puertas.
Años 30: Un paso previo a la telemedicina. En 1930, se realizó una llamada telefónica entre Madrid y Buenos Aires para llevar a cabo pruebas médicas, un evento que podría considerarse como un precursor de la telemedicina. En plena Guerra Civil, la entidad alcanzó la impresionante cifra de 20 millones de llamadas. Además, se instalaron 20 millones de líneas automáticas.
Años 40: Telefónica pasa a manos del Estado. En 1945, el Estado adquirió el 79% de las acciones de Telefónica, consolidando su control sobre la empresa. En 1948, se superaron los 500,000 teléfonos en servicio, pero la demanda aún superaba la oferta con una lista de espera de 145,000 líneas.
Años 50: Un millón de teléfonos instalados. En 1952, se realizaron las primeras pruebas de telefonía móvil desde vehículos. Un año después, en 1953, comenzaron las llamadas automáticas entre abonados. Además, en 1955, se instaló el teléfono un millón en España.
Años 60: Llegan las icónicas cabinas a las calles. En 1963, se instalaron cabinas telefónicas en Madrid y Barcelona, convirtiéndose en parte del paisaje urbano español. En 1969, Telefónica desempeñó un papel crucial en la comunicación durante el alunizaje del Apolo 11 en la Luna.
Años 70: La llegada de la telefonía móvil. En 1976, la telefonía móvil hizo su debut en España. Para 1978, más del 95% de las líneas telefónicas eran automáticas, y se instalaron más de 10 millones de teléfonos por primera vez.
Años 80: Adiós a las telefonistas. En 1984, Telefónica cambió su logo por primera vez en su historia. Un año después, se lanzó un anuncio emblemático de la empresa. En 1988, la última telefonista manual de Telefónica cerró una parte de la historia de la compañía desde Polopos, Granada.
Años 90: La privatización. En 1997, Telefónica se convirtió en una empresa privada al 100%. Durante esta década, la empresa fue responsable de la comunicación en eventos globales como los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
Años 2000: Internacionalización. En la primera década del siglo XXI, Telefónica se internacionalizó rápidamente. En 2004, se convirtió en el principal operador móvil de América Latina, y en 2006, adquirió O2 en la que fue la mayor operación en el extranjero de una empresa española.
Años 2010: La era digital. En la década de 2010, Telefónica se centró en la innovación y el talento. Se lanzaron programas como Wayra y Talentum, y se estableció la marca Movistar en todos los servicios en España. En 2016, José María Álvarez-Pallete asumió la presidencia de la empresa.
Años 2020: Centenario. La década actual comenzó con el desafío de la pandemia de Covid-19. En 2020, Telefónica desarrolló numerosas iniciativas para mitigar sus efectos. Además, en 2021, se inauguró el mayor Hub de Innovación y Talento de Europa, mientras que en 2022 comenzó la desaparición de las cabinas telefónicas en España.