Hoy se ha presentado la trigésimo cuarta edición del Informe Económico y Financiero de Esade, titulada “El Momento de la política fiscal” y elaborada con el apoyo de Banco Sabadell. En este análisis, se refleja que la economía global de este año se presenta con riesgos a la baja y se alaba el pronóstico para España a corto plazo. No obstante, los técnicos tienen dudas sobre las finanzas nacionales, ya que la escasa inversión público privada prevista puede debilitar el ritmo de crecimiento.
Si bien España ha experimentado una recuperación económica destacable en 2023, con un crecimiento superior al promedio de la zona euro y un control relativamente efectivo de la inflación, la inversión en sectores clave como la construcción y los bienes de equipo sigue siendo insuficiente para impulsar un crecimiento sostenible a largo plazo, según se contempla en el documento de la escuela de negocios.
Además, la baja ejecución de los fondos Next Generation EU representa un obstáculo significativo para la implementación de proyectos estratégicos que podrían estimular la competitividad y la productividad de la economía española.
Las exportaciones españolas, otro factor a tener en cuenta
Otro factor que contribuye a la incertidumbre económica es la situación de las exportaciones. A pesar de los esfuerzos por diversificar y fortalecer los mercados de exportación, la economía española sigue siendo vulnerable a las fluctuaciones en la demanda internacional y a los cambios en las condiciones comerciales globales. Esta dependencia de las exportaciones puede afectar la estabilidad económica y dificultar el mantenimiento de un crecimiento robusto en el futuro.
Para hacer frente a estos desafíos, se requiere una acción decidida por parte de las autoridades españolas y europeas. El informe subraya la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales más ambiciosas que las contempladas en el actual «Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia». Además, se destaca la importancia de una mayor inversión en educación, formación profesional y modernización de la Administración Pública para impulsar la productividad y la competitividad a largo plazo.
A nivel global, la economía también enfrenta una serie de desafíos significativos. Aunque se ha observado una mayor resiliencia y control de la inflación en 2023, la economía global sigue siendo frágil y por debajo de los niveles previos a la pandemia. Se prevé un estancamiento en el crecimiento global para 2024, marcado por la divergencia entre las economías desarrolladas, con dificultades para la financiación, y las emergentes y de bajos ingresos.
Previsiones económicas por regiones
Estados Unidos
En el contexto de las economías desarrolladas, se prevé que Estados Unidos experimente una reducción en su crecimiento para este año, alcanzando un 2,1%. No obstante, se espera que este descenso sea contrarrestado por el impulso de la inversión pública impulsada por la Administración Biden y una próxima disminución en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Europa
En contraste, la zona euro, que se encuentra más próxima al conflicto con Ucrania y depende en mayor medida del petróleo ruso, evolucionará a un ritmo ligeramente superior al del año anterior, alcanzando un 0,9%. Sin embargo, se enfrenta a la amenaza contractiva de las nuevas normas fiscales destinadas a reducir las deudas públicas, así como a grandes disparidades entre países.
Por ejemplo, se espera que economías como Alemania, Italia o Francia experimenten un estancamiento, mientras que países como Países Bajos e Irlanda podrían registrar cifras más favorables que en 2023.
Reino Unido
En cuanto al Reino Unido, se pronostica un crecimiento del 0,6% para 2024, al igual que en el caso de Suecia, si bien para esta última este indicador marcará el fin de su recesión.
Asia
Por otro lado, Japón moderará su crecimiento hasta alcanzar un 0,9%. Respecto a las economías de Asia Pacífico, que lideraron el crecimiento global en 2023, se prevé que mantengan esta tendencia en 2024, especialmente en países como India, Indonesia, Filipinas, Malasia y Tailandia. Sin embargo, se señala que China frenará su crecimiento hasta el 4,6%, debido a problemas en el sector inmobiliario y una reducción en la inversión que podría desencadenar una espiral deflacionaria.
América Latina
En cuanto a Latinoamérica, se anticipa que mantenga un crecimiento limitado del 1,9%, como resultado de políticas económicas contractivas necesarias para controlar la inflación y el descenso en los precios de las materias primas. En términos específicos, se espera un crecimiento del 2,8% para Argentina y del 1,6% para Chile, mientras que para México y Brasil se pronostican crecimientos más moderados del 1,7% y del 2,7%, respectivamente.
