La realidad aumentada y la realidad virtual son tecnologías espectaculares, más visuales y user friendly que cualquier otra de las que están de moda ahora.
Adentrados ya lo suficiente en la era digital, no es suficiente que las cosas simplemente funcionen. Tienen que funcionar bien y ofrecer una buena experiencia para el que las usa. El usuario medio (trabajador o consumidor) ya conoce muchas de las posibilidades que le ofrece la tecnología y sus expectativas han crecido.
¿Alguna vez ha sentido como el uso de la tecnología significaba un problema más que una solución? Apuesto que sí. La experiencia de usuario hace que la tecnología no sea un impedimento, sino una ventaja.
En la empresa, el nuevo tipo de trabajador -o usuario- es más maduro y más exigente con las herramientas digitales que tiene que utilizar a diario y, por lo tanto, espera que éstas estén a la altura de los productos que utiliza en su tiempo de ocio.
No se trata solamente de ‘vencer’, sino de ‘convencer’. Una buena experiencia de usuario trata de utilizar la tecnología para hacer las tareas de siempre más fáciles y agradables, así como de hacer cosas nuevas de formas que no podíamos ni imaginar antes. Y todo esto se aplica a cualquier herramienta digital de PC o mobile que utilicemos durante el día.
Realidad virtual y aumentada bien aplicada
Tanto la realidad aumentada como la realidad virtual son tecnologías espectaculares, más visuales y user friendly que cualquier otra de las que están de moda ahora (como blockchain, el internet de las cosas, la inteligencia artificial…). La experiencia de usuario que aportan es altísima ya de entrada, con lo que el ejercicio de incorporarlas a los procesos de la empresa puede reportar beneficios muy rápidos si se aplica bien.
En la actual fase de adopción de estas tecnologías al mercado profesional (fuera del ocio), se está trabajando para que tareas rutinarias aprovechen todo este potencial. Los usuarios captan con rapidez su funcionamiento y su incorporación al trabajo es muy rápida.
Su integración con los sistemas más “tradicionales” de las organizaciones (los ERP, CRM, plataformas de elearning y tiendas online) está originando grandes oportunidades en algunos segmentos. Oportunidades que se convertirán en estándares del mercado en poco tiempo sin lugar a dudas.
Por ejemplo, hacer una compra online de algunos productos relacionados con decoración, mobiliario y elementos visibles sigue siendo un acto de fe en muchos casos. Casi siempre surgen más dudas acerca del tamaño, el color o los posibles accesorios.
Estas dudas pueden ser resueltas con una previsualización del producto instalado en casa en 3D realista, gracias a la realidad aumentada. ¿Existe mejor experiencia de compra que ver el producto instalado y funcionando en casa?
Una buena herramienta para las ventas
Un sistema similar se está incorporando a los equipos de ventas, que pueden aligerar la infinidad de muestras que llevan encima sustituyéndolas por sistemas de realidad aumentada para mostrar sus productos en el espacio final del cliente.
O para equipos de mantenimiento, que desde el terreno pueden conectarse con su oficina y recibir instrucciones concretas encima de la maquinaria real a través de su visor de realidad aumentada o simplemente desde el móvil.
La realidad aumentada muestra mucha capacidad en estos sectores y tan sólo es necesario un smartphone o una tableta como equipo de entrada.
Un «teletransporte»
Por otro lado, la capacidad de la realidad virtual para “teletransportarnos” a otros entornos está generando ya a día de hoy grandes ahorros en varios ámbitos. Un ejemplo de ello son las formaciones técnicas, que con el envío de unas gafas y unos mandos VR evita desplazamientos de personal e individualiza los contenidos de una forma inimaginable hace muy poco.
Esta manera de cambiar nuestro entorno completamente por otro hace que sea una tecnología muy atractiva para otros sectores, como la venta de inmuebles (visitando uno tras otro sin movernos de casa), los procesos de recruiting y onboarding de los departamentos de recursos humanos, o tratos más específicos del sector de la salud.
En este sentido, la gran capacidad de esta tecnología para generar emoción y empatía la convierte en una herramienta que será clave en algunos tratamientos psicológicos. Un ejemplo de ello son las primeras terapias para el tratamiento de determinadas fobias, cuyos resultados están siendo muy notables.
Existe una gran oportunidad para mejorar algunos procesos dentro de las empresas carentes de una buena experiencia. La realidad aumentada y la realidad virtual abren una puerta llena de nuevas posibilidades apasionantes.
Roger Pastor – Gerente de consultoría tecnológica de Deloitte