Abordar una estrategia de trabajo híbrido ya es habitual en la mayoría de las empresas. La digitalización, junto con el aumento de la demanda de dispositivos para conectarse, han transformado el mundo del puesto de trabajo para hacer frente a una nueva dimensión donde prime la eficacia y la productividad, sin desdeñar la vida personal.
Este nuevo entorno no puede hacerse realidad sin una cultura empresarial que promueva el trabajo híbrido, fomentando el rendimiento y con la ventaja añadida de la conciliación entre el plano personal y laboral.
La verdadera flexibilidad proviene de una combinación de modos de trabajo. Una encuesta de HP Poly pone de manifiesto la falta de igualdad en las reuniones entre trabajadores remotos e híbridos que se encuentran en la oficina, así como que las salas de videoconferencia no están equipadas correctamente. El informe asegura que ahora las personas son más susceptibles a las condiciones ambientales y a las interrupciones de sonido.
Por eso, los propios espacios de las oficinas se van transformando para dar cabida a las diversas formas de trabajar que están surgiendo. Cada vez es más habitual que los profesionales se acomoden en lugares heterogéneos y hagan buen uso de la movilidad para una gestión en tiempo real.
En este sentido, están surgiendo los llamados hot-desk, los haddle spaces para reuniones espontáneas y los phone booths, espacios más aislados y privados, entre otros nuevos conceptos con el fin de dar respuesta a las diversas situaciones.
La tecnología avanza ofreciendo respuestas al workplace
La nueva situación del puesto de trabajo está reclamando soluciones capaces de acortar las distancias entre lo presencial y lo virtual, para ofrecer una experiencia de usuario acorde con las necesidades de hoy, a la vez que ayuda a fomentar el trabajo híbrido.
Optar por soluciones capaces de involucrar a los profesionales desde cualquier lugar, como si tuvieran cerca a sus propios compañeros, o por tecnologías que ofrezcan un enfoque más personalizable según las preferencias de los profesionales, es la clave.
Para lograr el éxito en este contexto, no se trata solo de adaptarse a las nuevas tendencias tecnológicas para estar en vanguardia, sino apostar por la optimización de la experiencia y sacar el mayor beneficio posible de la trasformación tecnológica que se realiza.
Para asegurar y, al mismo tiempo acelerar el ritmo de la transformación digital en las empresas, se requiere que exista una experiencia tecnológica integral para los empleados, de ahí que hayan surgido los nuevos conceptos anteriormente mencionados de workplace, así como un sistema de gestión TI unificado con dispositivos y servicios que garanticen la calidad de las comunicaciones y la igualdad de las reuniones.
En definitiva, se trata de desarrollar un plan efectivo de trabajo para la nueva modalidad híbrida que incluya la cooperación de la experiencia en el workplace, un impulso a los valores corporativos y una lista de prioridades tecnológicas que combinen el trabajo en remoto, en movilidad y en la oficina.
El cambio debe realizarse mediante el uso de programas y herramientas que se extiendan más allá de los enfoques tradicionales, para incluir herramientas digitales combinadas con nuevos mecanismos de apoyo.