Algunas empresas, por diferentes motivos, deciden dejar de comunicar o entienden que ahora no es el mejor momento de hacerlo por causa de la COVID-19.
El poder de la comunicación es indiscutible y ahora se convierte en una herramienta más que necesaria, estratégica. ¿Por qué? Porque estamos pendientes de la actualidad. En estos momentos, todas las personas, que son clientes, usuarios, consumidores… permanecemos en nuestros hogares con escasas oportunidades de salir por las restricciones impuestas por el Gobierno para salvaguardar la salud pública.
A excepción de necesidades como ir a la compra de alimentos, medicinas, prensa o visitar al médico de urgencia, no podemos salir de casa. Esta situación potencia la necesidad de informarnos, comunicarnos, relacionarnos… a través de los medios de comunicación, redes sociales, WhatsApp, páginas webs de nuestras marcas favoritas, profesionales de nuestro interés, etc.
La gran oportunidad
Esta reclusión es una gran oportunidad para que empresas de distintos tamaños y sectores de actividad puedan captar nuestra atención.
Bien porque están llevando a la práctica alguna iniciativa solidaria para hacer frente al coronavirus que quieran compartir con sus comunidades.
Bien porque quieran informarles sobre sus innovaciones, nuevos productos, soluciones y servicios.
O bien porque quieran estar cerca de nosotros, ayudarnos y ponerse a nuestra disposición durante este complejo momento de nuestra historia.
Comunicar ahora y siempre
No debemos parar de comunicar, de informar a la sociedad de lo que están haciendo muchas empresas y profesionales de forma altruista para aportar su granito de arena en esta época incierta y compleja.
Las Pymes y las startups ahora pueden obtener visibilidad y dar a conocer su aportación a la sociedad, su valor añadido frente a las grandes compañías que no suelen ser tan ágiles.
Pueden dar un salto importante y obtener el impacto que en otras circunstancias lograrían de forma más lenta.
Las grandes empresas y multinacionales deben seguir comunicando porque corren el riesgo de que la competencia les adelante en pocos días. Más que nunca deben estar al lado de sus consumidores y usuarios, cuidarles y mostrar que son compañías con valores, con un propósito y que realmente se preocupan de sus seguidores y clientes. Que son compañías con alma y con personas detrás, es decir, que son humanas.
La supervivencia de los medios de comunicación
Todos los sectores del tejido empresarial estamos afectados por la crisis económica y social que nos ha traído la crisis sanitaria por el SARS-CoV-2. El sector turístico, retail, deportivo, de ocio y entretenimiento… y también el de los medios de comunicación, ya que si bien es cierto que están teniendo mayores índices de lectores, oyentes y telespectadores, están sufriendo en paralelo un descenso de la inversión publicitaria necesaria para su supervivencia.
Por lo que hago un llamamiento para apoyarles. Gracias a los medios de comunicación: escritos, online, radios y teles podemos informarnos, comunicarnos y relacionarnos. Sin ellos como altavoces y canales de difusión es difícil que la comunicación sea posible.
Recordemos que los elementos básicos de la comunicación son: emisor, canal, mensaje, contexto y receptor. Si uno de ellos falla, la transmisión no será clara ni transparente. Necesitamos que siempre sea así, pero más aún en estos momentos de incertidumbre.
La estrategia
Hablamos de comunicar de forma estratégica. Elegir el mensaje adecuado y a los profesionales que pueden ayudarte a transmitirlo correctamente. Porque en tiempo de coronavirus, hay que comunicar y, sobre todo, transmitir, adaptando el mensaje a la ‘nueva normalidad’ que estamos experimentando.
Y siempre pensando que si no comunicas, no existes. Como decía Fernando de Rojas: “Los bienes, si no son comunicados no son bienes.”
Por Gema Lloret – Directora de Alive comunicación y Vicepresidenta de Comunicabiotec
