Un año más, la celebración del Día de la Mujer Trabajadora hace que muchas personas se pregunten ¿por qué no hay más mujeres en Ciencia? Permítanme que en este miércoles 8 de marzo de 2023 formule la pregunta de otra manera: “¿Cómo es posible que haya mujeres en Ciencia?”
¿Se lo preguntamos a María?
María tiene cinco años. El año que viene comenzará “el cole de mayores”. A su edad ya ha hecho algún que otro experimento científico en clase. Para ella fue fascinante, algo casi mágico… Recuerda que fue entonces cuando le contaron algunas historias de científicos famosos, la mayoría figuras masculinas.
A través de la publicidad, de los medios y de la selección de juguetes en su propio entorno, María ha recibido mensajes muy sutiles que le han llevado a pensar que la Ciencia no es algo para ella. María no juega “a ser ingeniera”.
Pero ella sigue adelante…
María comienza la enseñanza secundaria. Acaba de cumplir once años. Percibe el ámbito de las STEM como eminentemente masculino e, incluso, recibe falta de estímulo tanto en casa como en la escuela, desde donde se pone en duda su capacidad para las matemáticas. También observa como las materias extracurriculares o las optativas relacionadas con robótica y programación suelen contar con más chicos que chicas.
Pero ella sigue adelante…
María estrena mayoría de edad. Ahora debe decidir hacia donde la llevarán sus estudios. Por un lado, contempla la opción de cursar Formación Profesional científica y tecnológica, pero la proporción en las aulas de 1 mujer por cada 10 hombres le da cierto vértigo.
Sus padres “no lo ven”: ninguna de sus amigas ha optado por ese tipo de estudios. “¿No te sentirás un poco sola?”. Aunque la presencia femenina en los estudios superiores es de un 56%, en el caso de las carreras STEM se reduce a un 36%.
María se decanta por la Universidad donde comprueba que sigue existiendo una importante brecha de género relacionada con los estudios científico-tecnológicos.
Pero ella sigue adelante…
María decide avanzar en su carrera académica en la universidad. Se va quedando cada vez más sola en un ambiente cada vez más masculino: solo un 37% de tesis leídas por mujeres; 30% del personal docente y de investigación; 23% de la cátedra…
María descubre que las mujeres científicas tienen un 20% menos de probabilidades que los hombres de conseguir un proyecto. María decide tener un hijo. Y la maternidad coincide con el momento de consolidar su carrera. No cuenta con los soportes adecuados para conciliar y esto supone una merma importante en su carrera académica.
Pero ella sigue adelante…
María da entonces el salto al ámbito de la empresa privada. Allí comprueba como las mujeres suelen cobrar menos que sus colegas masculinos y que sólo el 24% de las plantillas de las empresas de innovación tecnológica son mujeres.
A un nivel ejecutivo, las pocas mujeres que llegan suelen estar llenas de responsabilidades personales y no pueden recurrir al networking para que sus carreras avancen. De hecho, casi un 50% deja de trabajar en el sector a tiempo completo despuésde tener a su primer hijo.
¿Cómo es posible que María trabaje en el ámbito STEM? ¿Cómo es posible que haya podido seguir sin tirar la toalla? La Ciencia es una fuente inagotable de satisfacciones para quien la vive vocacionalmente.
Pero, al mismo tiempo, es una carrera plagada de obstáculos para muchas mujeres que deciden recorrer el camino de María. Y eso es injusto, triste y peligroso para una sociedad que necesita urgentemente progresar mediante el conocimiento y la innovación.
Estoy convencida de que, además de la fuerza de María, detrás de cada “Pero ella sigue adelante…” ha habido figuras clave: una familia que apoya, un profesor que inspira, unos amigos que impulsan, unas leyes que además de igualdad garantizan equidad, una empresa que apuesta por la conciliación y por el talento femenino…
Seamos ese empujón que les dé confianza, seamos apoyo real traducido en medidas y, por favor, seamos inteligentes: la Ciencia necesita más mujeres. ¡Felicidades a todas ellas y a las muchas que han de llegar a este apasionante sector! Desde HP estamos y estaremos por y para ellas.
*La historia de María está construida mediante datos y conclusiones reales de numerosos estudios que han analizado la situación y representación de las mujeres en al ámbito STEM:
- Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). UNESCO
- Mujeres en innovación. 2022 (FECYT).
- Científicas en Cifras Observatorio OMCI. Ministerio de Ciencia e Innovación.
- Indicadores de género en el emprendimiento de I+D+i. 2022. Instituto de las Mujeres y la niversidad de Santiago de Compostela
- Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo). La mujer y su carrera profesional en las STEM (2021/2022)