El Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) recibirá cerca de 200 millones de euros para liderar la creación de una de las primeras siete «Fábricas de IA» (Inteligencia Artificial) en Europa. La ciudad ha sido una de las elegidas por la Comisión Europea y la EuroHPC JU, lo cual es una gran noticia para la propia urbe y el resto de España, según ha calificado el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López. Esta iniciativa convertirá al BSC en un epicentro europeo en el desarrollo de la IA, permitiendo tanto al sector público como al privado impulsar proyectos de I+D en ciencia y tecnología de alto impacto.
El proyecto comenzará su despliegue en 2025, con el objetivo de estar completamente operativo para finales de ese mismo año. Gustavo Ramírez, director del Master de Big Data & Analytics de EAE Business School, afirma que la próxima AI Factory de Barcelona «será una pieza fundamental en la iniciativa para democratizar el acceso a infraestructura tecnológica avanzada en Europa.
Barcelona será uno de los principales Tech Hubs en Europa
Para el docente, la decisión que ha adoptado Bruselas representa una excelente oportunidad para consolidar a la ciudad como uno de los principales Tech Hubs del continente. Tras su puesta de largo, esta fábrica «facilitará que startups y pymes puedan desarrollar modelos de IA avanzados y abordar desafíos complejos, como el cambio climático y la atención sanitaria multilingüe, los cuales hoy en día tienen barreras de acceso elevadas debido a los altos costos».
El impacto tecnológico estará acompañado del económico, pues la ciudad catalana será un polo de atracción de talento global e inversión. Además, Ramírez destaca que se «fomentará la colaboración entre los ecosistemas público, privado y educativo».
«Desde una perspectiva académica, esta iniciativa ejemplifica cómo las políticas públicas pueden ser catalizadores de innovación tecnológica y científica. Si se gestiona adecuadamente a nivel europeo, no solo impulsará las economías locales, sino que también reforzará la soberanía digital de Europa, reduciendo la dependencia de tecnologías extranjeras.”
Los retos que presentan las fábricas de IA
No obstante, el experto de EAE también expone una serie de desafíos que «deben gestionarse cuidadosamente». Para empezar, sostiene que estas fábricas de IA tendrán un alto consumo energético con el consecuente un impacto ambiental para la ciudad. Además, añade que la centralización de recursos tecnológicos en determinadas ciudades puede acentuar las desigualdades regionales, y el riesgo de gentrificación podría aumentar el coste de vida en Barcelona. «A esto se suman preocupaciones sobre la privacidad, la seguridad y la ética en el manejo de grandes volúmenes de datos, especialmente los personales», concluye Ramírez.