La inteligencia artificial se está convirtiendo en una herramienta transformadora en diferentes ámbitos, y el deporte no es una excepción. En el contexto actual, el impacto socioeconómico de esta tecnología disruptiva en el sector deportivo es cada vez más significativo. Su aportación hacia nuevos modelos que dictarán la forma en que los deportistas practicarán, competirán e interactuarán tanto con sus entrenadores como con sus seguidores, se dirige hacia la total personalización de la experiencia.
Gracias a la inteligencia artificial podemos analizar grandes cantidades de datos recopilados durante los entrenamientos y las competiciones para identificar patrones, tendencias y áreas de mejora. Esta información permite tanto a entrenadores como a deportistas tomar decisiones individualizadas y obtener ventajas competitivas.
Además, los algoritmos de inteligencia artificial pueden diseñar nuevos planes de entrenamiento mucho más eficientes y personalizados teniendo en cuenta las características propias de cada deportista, como su estado físico, patrones de rendimiento, lesiones anteriores y objetivos específicos a alcanzar, contribuyendo a conseguir una carrera más larga y saludable.
No obstante, uno de los impactos más esperados de la IA en el sector, es el que se refiere a los wearables deportivos y los sensores conectados. Es el caso de uso estrella, con una nueva tecnología disruptiva de captura y generación de datos no invasiva, remota, de medida continua, digital y accesible.
Aquí la inteligencia artificial puede monitorear en tiempo real la salud y el rendimiento de los deportistas, ayudando, entre otros aspectos, a la prevención de lesiones y a mejorar su recuperación. La apuesta más futurista pero no por ello lejana, tiene la visión de la inteligencia artificial como herramienta para crear simulaciones y modelos avanzados que podrán predecir el rendimiento de los atletas en diferentes escenarios, lo que facilitará la elección de medidas estratégicas.
Actualmente ya encontramos sensores y wearables impulsados por IA que monitorean los datos de salud de los jugadores en tiempo real, incluidos los niveles de hidratación, la fatiga muscular, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el nivel de saturación de oxígeno, etc.
Además, han surgido en los últimos años nuevas tecnologías de captura de señales de carga interna y metabólica que son fundamentales para poder trabajar con grandes cantidades de datos representativos de la evolución del deportista, como por ejemplo el uso del sudor como biofluido que permite extraer muchos más datos biométricos, y nuevos biomarcadores que pueden obtenerse de forma completamente no invasiva, continua y remota.
Poder medir de esta forma en sudor biomarcadores como el lactato es una revolución en el sector del deporte puesto que es el indicador más representativo de la fatiga metabólica y la adaptación al estrés. Este nuevo big data va a permitir a los entrenadores y a los equipos especializados en medicina deportiva, mejorar las sesiones de entrenamiento gracias al abordaje previo de los signos de fatiga, que nos indicarán si la intensidad y la carga de entrenamiento son las adecuadas.
Las empresas que desarrollan nuevas tecnologías para aplicarlas en el sector del deporte están invirtiendo y adoptando rápidamente estrategias de IA para mejorar sus capacidades de toma de decisiones aprovechando los objetivos basados en datos. El objetivo principal está en tener al deportista en el centro, y velar por su rendimiento y salud. El análisis predictivo impulsado por la IA se utiliza para controlar y mejorar la salud y el rendimiento del deportista. Al utilizar la tecnología portátil adecuada, los atletas y jugadores pueden recopilar información sobre los niveles de tensión y distensión y tomar precauciones para evitar lesiones graves.
Esto también permite al equipo médico crear una estrategia sólida para optimizar y personalizar desde la intensidad y duración del ejercicio, hasta la nutrición y el descanso. Además de para este uso, las aplicaciones basadas en IA también se utilizan para analizar el rendimiento del jugador desde un punto de vista más global, como atleta.
Este escenario, con la inteligencia artificial como próximo protagonista de una parte integral e importante del sector deportivo, garantizar un alto nivel de seguridad y privacidad del usuario debe ser una de las cuestiones prioritarias.
Con el incremento de la digitalización y el aumento de dispositivos conectados, tanto los proveedores de nuevas tecnologías como los de soluciones de IA tienen la responsabilidad de ayudar a las empresas deportivas a implementar una protección de datos avanzada y a cumplir con los más altos estándares de seguridad para, además de cumplir con las normativas y la regulación vigente, garantizar la total confidencialidad de los datos de los usuarios.