En los últimos meses está creciendo el número de ataques y el uso fraudulento de los datos de los ciudadanos a través de medios electrónicos. Son las llamadas estafas mutantes, es decir, la transformación al entorno digital de los estafadores del mundo real. Este aumento se ha debido a los confinamientos, que dejaron vacías las calles y empujaron a los delincuentes virtuales a reinventarse, como todos.
Para poder detectar y prevenir ser víctimas de estos ataques, Martín Piqueras, profesor de OBS Business School y Executive partner en Gartner nos recomienda seis pautas que se resumen en ser prudentes, cautos y sospechosos en nuestra navegación por internet.
Pautas imprescindibles para evitar las estafas mutantes
Estas son las 6 recomendaciones explicadas por parte del profesor de OBS Business School:
- Una bajada de precio de más de un 10% en un producto muy deseado debe hacernos sospechar. Hay que recordar que no existen los chollos. Cuando una sola tienda telemática te ofrece una ganga de la que carecen las demás, probablemente sea una estafa.
- Es importante comprar solo en lugares de confianza y no experimentar en sitios desconocidos. Para ello podemos verificar la reputación de la tienda visitada mirando cuántas ventas ha hecho y las opiniones de los usuarios. Sin embargo, eso no es suficiente porque estos lugares fraudulentos suelen realizar algunas ventas legítimas para crearse una imagen de tienda real, es decir, no estafan a todos los clientes sino solo a un grupo reducido.
- Tener cuidado con los medios de pago. No introducir nunca nuestros datos a través de un mensaje recibido por cualquier medio. Ni los bancos ni las tiendas reales nos van a pedir nunca nuestros datos a través de un mensaje de SMS, e-mail u otro medio que no sea su web. Siempre hay que hacerlo en la página del fabricante y fijarse que tiene el símbolo de un candado, que es el indicador de que se trata de una página fiable. Además debemos fijarnos en que la página web comienza con HTTPS, donde la S significa “Seguro”.
- Sospechar cuando veamos que la página contiene faltas de ortografía o una mala redacción, o incluso cuando las imágenes no se ven nítidas. Aunque se parezca mucho a la página real puede ser una réplica.
- Es importante tener un password diferente en cada sitio y cuanto más complicado de adivinar, mejor. Hay un elevadísimo porcentaje de contraseñas demasiado fáciles. Cuanto más crítico sea el lugar, un banco por ejemplo, más complicada debe ser nuestra contraseña.
- Pagar solo en aquellos lugares que utilizan la doble autenticación. Esto lo podemos habilitar en nuestra banca online, es decir, podemos hablar con nuestro banco para que nuestra tarjeta no funcione sin estos factores de seguridad. De esta manera cuando vayamos a hacer un pago online, además de introducir los datos en la página visitada, tendremos que repetirlo también por otro medio diferente (una app en nuestro móvil, por ejemplo). Esto es como poner dos cerraduras a la casa y dar una llave diferente a cada persona, de manera que si no están dos no se podría entrar.
