Con motivo del Día de la Mujer Emprendedora que se celebra el 19 de noviembre, Generación SAVIA (proyecto de Fundación Endesa y Fundación máshumano) ha querido centrarse en los problemas que este colectivo a la hora de iniciar un negocio. Y justamente, el género y la edad se han identificado como los dos grandes problemas a los que se enfrentan las mujeres.
Se trata de una doble discriminación que aleja del emprendimiento a las mujeres. Dos cuestiones que subyacen de una situación española muy benigna en cuanto a la actividad emprendedora en España, ya que el territorio es el cuarto en Europa en cuanto a creación de startups. De hecho, se prevé que el 10% de la población española en activo tenga un proyecto propio en los próximos tres años. En cuanto a cifras, PwC indica que el ecosistema emprendedor español ha aumentado su valor un 8,6% hasta alcanzar los 93.000 millones de dólares.
Mujeres y edad: el problema actual en el emprendimiento
Sin embargo, Generación SAVIA, que lleva más de 5 años fomentando el emprendimiento como una opción relevante para superar el desempleo y la integración de profesionales sénior, tiene claro que los obstáculos de la actividad emprendedora están en el edadismo y el género. En este sentido, el proyecto tiene muy en cuenta los datos del informe “GEM España 2022-2023”, en el que se observa que en España predomina el perfil de emprendedor joven en nuestro país. Además, se destaca que el abandono de proyectos emprendedores ocurre en mayor medida entre los 35 y 44 años, y que a medida que la edad de los emprendedores aumenta, se reduce la tasa de abandonos.
Los problemas mencionados los trata de combatir la organización con iniciativas como los Premios +50 Emprende, en colaboración con la productora 02.59 Films, los cuales apoyan la puesta en marcha de proyectos emprendidos por profesionales mayores. Estos premios, con la apertura de su quinta convocatoria, han conseguido que en sus cuatro ediciones anteriores se presenten un total de 846 proyectos por parte de más de 1.500 emprendedores.
Además, los expertos de Generación SAVIA proporciona asesoramiento y capacitación especialmente enfocada a las mujeres mayores de 50 años que optan por emprender, lo cual resulta esencial considerando la doble discriminación que enfrentan. Elsa Novo de Miguel, encargada de proyectos en la Fundación Endesa, asegura que “brindar apoyo y reconocer el talento y la experiencia de las emprendedoras +50 es imprescindible en el momento actual que vivimos. No solo ayudamos a impulsar sus proyectos, sino también a potenciar su figura como referentes y que puedan servir de inspiración a otras mujeres”.
Ejemplo y referente de emprendedora sénior: Ana Cabezas
La labor realizada durante los años del proyecto se deja notar en ejemplos como el que protagoniza Ana Cabezas, de 63 años. Esta mujer es la fundadora de “SOY calidad” y la ganadora de la última edición de los Premios +50 Emprende y considera que siempre ha sido intraprendedora. Hace 10 años, se trasladó a Perú y se percató de la necesidad de implementar la automatización de los estándares ISO. De ahí surge su negocio, cuyo objetivo es apoyar en la transformación digital de las regulaciones de excelencia y mejorar la eficiencia en las organizaciones.
De inicio, Ana se encontró con la exclusión por edadismo, una circunstancia que nunca la detuvo, y es por eso que destaca que “aunque me hayan tratado de discriminar por edad, no lo permití, demostré que tengo tantas ganas o más de aprender y mejorar que alguien más joven. Las arrugas de la piel son lo que son, pero la actitud frente a la vida y las ganas solo depende de uno mismo y no del tiempo”.
Por otro lado, ha experimentado la desigualdad que padecen las mujeres en el ámbito laboral. «Las mujeres somos el 50% de la población y de los trabajadores, por ello no podemos tener un papel secundario emprendiendo porque nosotras también tenemos todo lo que se necesita para seguir por el camino del emprendimiento”, explica.
El caso de Ana, una mujer perseverante, diligente y que nunca ha renunciado a la esperanza ni al deseo de seguir progresando, se convierte en una fuente de inspiración para muchas otras mujeres que, al igual que ella, desean difundir los principios y habilidades que las definen como mujeres mayores de 50 años y demostrar que sí es factible ser mujer y emprender.
