El reto común que comparten los departamentos comerciales y de marketing digital en las empresas podría reducirse a uno: aumentar el número de ventas. Si bien el marketing aborda unos cuantos intangibles muy valorados en los negocios, es inevitable pensar que si no hay ventas finales, el objetivo no se habrá alcanzado. Así tratándose del ámbito digital y hasta que Google no diga lo contrario, las estrategias de SEO siguen siendo esenciales en la facturación de las organizaciones. Lo bueno del Search Engine Optimization es que es un ámbito accesible para todos, es decir, hasta las empresas con menos recursos pueden competir contra los gigantes aplicando con rigor el libro de estilo del buen estratega.
Los expertos en este campo saben cómo trabajar las estrategias de SEO no solo para que sus webs aparezcan en los primeros resultados de una búsqueda en Google, sino también para convertir esa visibilidad en acciones concretas como leads, suscripciones o ventas. En esta guía damos unas cuantas pinceladas para guiar a todos en este proceso con tintes de magia.
Pensar como un comprador: el primer paso hacia la conversión en las estrategias de SEO
Ser preciso en las estrategias de SEO implica un atributo que muchas veces se olvida, que no es otro que la empatía. Es decir, hay que ponerse en la cabeza del consumidor y saber o adivinar qué es lo que está buscando o necesitando. Lo que los expertos llaman Buyer Persona debe ser el foco principal de toda estrategia. Aquí influyen aspectos como la intuición, algo de psicología y también datos empíricos como los que proporcionan distintas herramientas como Keyword Planner de Google o Semrush, entre otras.
Con todos esos ingredientes hay que encontrar las palabras clave, las famosas keywords para posicionar mejor en Google. Subrayamos que es necesario entender lo que los usuarios buscan en la red y cómo lo buscan. Esto es válido para el diseño de artículos, contenidos para blogs o redes sociales, así como para la construcción de páginas web basadas en ecommerce. Aquellos que logren alinear su contenido con las intenciones de búsqueda de su audiencia tienen más probabilidades de convertir a esos visitantes en clientes.
Un ejemplo práctico que resume lo anterior podría ser el siguiente caso: imaginemos un ecommerce que vende zapatillas de deporte. Si un usuario busca «mejores zapatos para correr maratones», no está buscando solo información general sobre zapatillas de deporte, sino una solución específica para un problema concreto. Una estrategia de SEO efectiva implicaría crear contenido que no solo responda a esa búsqueda, sino que también guíe al usuario hacia la compra, como una guía de selección de zapatos con enlaces a productos específicos.
Por tanto, esto no solo va de keyword, sino de otros elementos que enriquecerán la estrategia y acercarán al gran objetivo. Entre ellos están los enlazados internos en un contenido o una web. Esto llevará al usuario a pasar más tiempo en la tienda y a la empresa a distribuir la autoridad entre páginas.
Siempre contenido de calidad
Si el contenido es acertado en las keywords y además posee calidad, el objetivo de la conversión está más cerca de cumplirse. En este punto es donde entra en juego otro atributo clave en las buenas estrategias de SEO: la creatividad.
La calidad siempre está bien vista en cualquier ámbito, también en Google. Así que toda información SEO que se precie debe saber distinguirse del resto y esto pasa por saber resolver problemas, responder dudas que puedan tener los consumidores y guiarles hacia una acción específica. Este manual de estilo que siempre han aplicado los comerciales tradicionales también se replica en el mundo digital.
Un ejemplo ilustrativo al respecto de la calidad: pensemos en una empresa de software que ofrece soluciones de gestión de proyectos. En lugar de simplemente enumerar las características de su producto, la empresa podría crear artículos de blog, guías y tutoriales que muestren cómo su software resuelve problemas comunes en la gestión de proyectos. Este tipo de contenido no solo atrae tráfico orgánico, sino que también establece a la empresa como una autoridad en su nicho, lo que aumenta la confianza de los usuarios y, en última instancia, las conversiones.
El aspecto técnico importa… y mucho
La tercera variable que comprenden las estrategias de SEO abarca el plano técnico. Y es que un sitio web optimizado marca la diferencia. La experiencia de usuario puede ser clave para lograr conversiones y en este aspecto factores como la velocidad de carga, la compatibilidad con dispositivos móviles y la estructura del sitio influyen directamente en la experiencia del usuario y, por ende, en las conversiones.
Así pues, habrá que prestar atención varios aspectos como la compresión de imágenes, el uso de caché y la eliminación de código innecesario. Un tiempo de carga excesivo es inconcebible para los compradores, máxime si se encuentran a punto de pagar los productos de su carrito.
Desde el punto de vista del diseño, la optimización de las landing pages es otro aspecto esencial para poder convertir. Una empresa de servicios de marketing digital podría crear una landing page específica para una campaña de SEO local. La página no solo estaría optimizada para palabras clave relevantes, sino que también incluiría testimonios, casos de éxito y un llamado a la acción claro, como «Solicita una consulta gratuita». Estas herramientas propias de los diseñadores web no solo ayudan al posicionamiento en Google, sino que también maximizan las conversiones.