Amber Case, calificada como una de las mujeres más influyentes del mundo en la tecnología, ha inaugurado el ciclo de conferencias talkson de Fundación Naturgy desde la visión de la Calm Technology. Este enfoque se basa en que “una buena herramienta es una herramienta invisible”.
La Fundación Naturgy ha inaugurado su ciclo de conferencias talkson profundizando en el desarrollo tecnológico en el ámbito energético.
Más concretamente en la llamada Calm Technology de la mano de una experta en esta materia como la cyborg antropóloga, Amber Case. No en vano, la invitada cuenta con un libro en el que se explica esta especie de revolución tranquila desde el mundo tecnológico.
Un concepto sin duda interesante que tiene una gran conexión con la psicología y el modo de vida de las personas.
Y es que basta realizar una serie de preguntas para hacerse algunos replanteamientos, no solo desde la esfera profesional, sino también desde el entorno empresarial.
¿Cuántas veces mira una persona cualquier su teléfono móvil a lo largo del día? ¿Qué nivel de estrés alcanza el ser humano cuando falla la tecnología? Las tecnologías pueden estar restando mucho protagonismo a la calidad de vida de las personas.
Calm Technology: movimiento iniciado en los 90
A pesar de que parezca un término muy novedoso, el concepto de la Calm Technology fue introducido en los años 90 por los investigadores de Xerox PARC Mark Weiser y John Seely Brown.
La intervención de Case en este coloquio ofrecido por la Fundación Naturgy giró en torno a las palabras de Wieser, cuando en su momento dijo que “una buena herramienta es una herramienta invisible.
Y por invisible queremos decir que la herramienta no se inmiscuye en tu conciencia; te concentras en la tarea, no en la herramienta”.
Desde esta filosofía, la experta se hizo eco de unas previsiones basadas en datos de Cisco, en las que se estima que en 2020 alrededor de 50.000 millones de dispositivos estarán en línea.
Por tanto, según la experta la Calm Technology es el marco prefecto y, a su vez, la premisa fundamental para el diseño de nuevos productos y servicios.
Amber Case, una de las mujeres más influyentes en el aspecto tecnológico, basa su explicación en todo el tiempo que nos roban las máquinas.
“El teléfono móvil se ha convertido en un ordenador que absorbe el 100% de nuestra atención”.
Con los últimos avances, en la era del internet de las cosas y la inteligencia artificial, lo idóneo para ella sería que estos nuevos dispositivos y servicios se desarrollasen con la idea de no captar tanto la atención del ser humano.
La traducción al castellano del término que apadrina Case ya lo dice todo: la tecnología debe permanecer tranquila y permanecer en segundo plano.
Calm Technology aplicado al sector energético
El impacto de esta visión en el terreno energético se traduce en un mayor protagonismo de las personas en la gestión de sus necesidades.
Unas necesidades que hoy apuntan a utilizar los recursos naturales disponibles y reducir el consumo de energía siendo más eficientes.
En este contexto, la antropóloga señala que el usuario tiene que conocer, por ejemplo, cuáles son los electrodomésticos que más consumen en su factura, o cómo pueden reducir el consumo de calefacción o refrigeración.
“De esta manera, pueden adoptar medidas en sus patrones de consumo”, detalló la antropóloga, e insistió en la necesidad de utilizar dispositivos sencillos que usen, por ejemplo, el color, para predecir que algo va a fallar, por ejemplo, si se va producir una fuga de gas.
“Me refiero a tecnología sencilla, que no está necesariamente conectada en remoto, como los sensores de humo”.
En cuanto a la atención al cliente, Case insistió en que el mundo cada vez está más conectado, por lo que su recomendación se centra en un enfoque más híbrido.
“Hay ciertos procesos que se pueden automatizar, pero hace falta que haya interacción humana, no todo puede ser digital. No deberíamos tener una solución digital única para todo el mundo”
Amber Case, cyborg antropóloga.
El cliente, el centro de las soluciones
Junto a la protagonista del evento estuvo Ana Serrano, responsable de Customer Centricity de Naturgy, quien subrayó cómo la innovación de productos de su compañía ha impactado en la eficiencia de los hogares. Unido a la revolución digital, las energías están viviendo su propia transformación impulsada por las energías renovables.
La transición energética es el gran objetivo que se ha marcado este importante sector para fomentar la eficiencia energética y la reducción de gases contaminantes.
De hecho, tal y como sostiene Ana Serrano al respecto del Plan Estratégico de Naturgy, esta hoja de ruta “fundamenta nuestro modelo industrial en palancas clave como la digitalización, la competitividad, la agilidad y, siempre, colocando al cliente en el centro de nuestra actividad”.
En alusión a los mensajes lanzados por Amber Case, la portavoz de Naturgy hizo hincapié en las soluciones de su compañía y su objetivo de colocar al cliente en el centro de atención, “que le hagan la vida más fácil, eficiente y que solo requieran de su atención lo mínimo necesario”.
En este sentido, Ana Serrano destacó algunos ejemplos de servicios lanzados por Naturgy como sus aplicaciones para hacer gestiones de forma fácil y ágil con la organización, o para hacer una gestión inteligente de la calefacción y el aire acondicionado desde el smartphone.
Se trata de productos cuya filosofía es muy similar a otros de industrias ajenas el sector energético.
La Calm Technology tiene como referentes, por ejemplo, a las conocidas teteras que calientan el agua, al ser una tecnología que funciona bien y que se puede ignorar la mayor parte del tiempo.
Del mismo modo, por su simple uso, su presencia inadvertida y su lenguaje universal, la señal luminosa de un servicio en un avión también se puede considerar un ejemplo claro de Calm Technology.
Todas ellas son virtudes que además de Amber Case, numerosos expertos ya reclaman para la actividad industrial y su conexión con los clientes.
A fin de cuentas, de lo que se trata es de que la tecnología y las máquinas no terminen por dominar y atrapar al ser humano, sino todo lo contrario.