Cuando no ha hecho más que empezar la cuarta revolución industrial, expertos en transformación digital como Marc Vidal ya hablan de la quinta revolución. El título de su último libro – La era de la humanidad (Duesto) – hace referencia al protagonismo de las personas en su relación con las máquinas y sistemas automatizados.
¿Cómo surgió su nuevo libro “La era de la humanidad”. Hacia la quinta revolución industrial?
El libro nace de la necesidad de explicar el impacto en la economía de los avances tecnológicos y de la tardanza en identificar la cuarta revolución industrial, ya que normalmente sucede que cualquier revolución tecnológica viene de una crisis previa.
En este sentido, surge la necesidad de avisar a todos que la cuarta revolución está aquí y que para ello hay que crear estrategias empresariales, políticas e incluso personales para que no nos pille con el paso mal dado.
Es un aviso para decir que todo esto que está pasando no es una crisis, sino una revolución tecnológica y también para subrayar la llegada de otra nueva revolución.
En su libro habla de la quinta revolución, pero parece que nos hemos saltado las dos anteriores… ¿Es así, nos hemos quedado en el 2.0?
La primera revolución industrial fue a finales del siglo XVIII, con la aparición de la máquina de vapor; la segunda a principios del siglo XX, con la mecanización de todo; la tercera es la de la electrónica (años 60); y la actual se gesta con la digitalización (a partir de los años 90).
De repente un día en 2007 explota el sistema económico mundial (sistema financiero, inmobiliario…) y descubres que un teléfono móvil puede hacer lo mismo que 20 ó 30 dispositivos hacían anteriormente.
Se había generado una gran cadena de valor procedente de muchos agentes del sector tecnológico. De modo que la cuestión estaba en saber si esa fractura económica era más bien una consecuencia de todos estos avances.
Ya en la era de la digitalización, ¿cree que se ha llegado a entender la digitalización como tal y todo lo que conlleva?
Cuando trabajo con algunas empresas que asesoramos para su transformación digital, algunos se jactan de que ya no usan papel, pero es como si dijéramos que ya usan página web.
Eso no es transformación digital, eso es digitalizarse, es decir, tomar la tecnología del momento e incorporarla a una compañía. Entre un 5%-10% de las compañías en España no tienen muy claro qué es transformarse digitalmente.
Es el reto porque significa colocar a los clientes en el centro. Para ello debes manejar datos sobre sus necesidades. Además, la transformación tiene que ver con la eficiencia de los procesos que deben retroalimentar esa eficiencia.
La tercera pata se refiere a la generación de nuevos modelos de negocio. Ya no se vende lo mismo y de la misma manera, porque la tecnología ha cambiado al cliente, a las categorías, los productos y servicios, ha convertido en servicios muchos productos… La cuarta visión de esta transformación se refiere a la nuevas habilidades de las personas para que todo lo anterior se produzca.
Educación y digitalización
Lo primero que se viene a la cabeza con todo ello es la educación. ¿De aquí partimos para empezar a gestionar la trasformación digital?
Hay un problema educativo, aunque también hay que decir que hay iniciativas para modificar el sistema y han surgido escuelas diferentes de forma anecdótica.
Sin llegar a postmodernidades, es un poco absurdo educar a los niños desde la memoria, cuando la memoria está hoy en día en un teléfono móvil. Conocer idiomas, que está muy bien para una serie de cosas, se puede discutir que sea un valor añadido en el futuro porque gracias a las máquinas podríamos hablar en otro idioma a tiempo real.
Lo cierto es que esta nueva educación no se está llevando a cabo ni a nivel académico ni a nivel empresarial. Muchos negocios creen que basta con simplemente incorporar tecnología, pero no es eso.
Es como tener un buen software de data pero no saber gestionar toda la información…
En el libro lo explico, lo importante no es tener los datos, sino saber cómo transformarlos en conocimiento que te genere nuevos modelos de negocio, te permita estructurar tu empresa de otro modo y, en definitiva, cambiar a la par que lo hace la sociedad.
Las empresas no deben esforzarse en convencer a la gente de que les compren cosas, sino que se tienen que convertir en lo que las personas quieren.
¿Y en un país de Pymes como es España, cómo se conjuga todo eso?
La pequeña y mediana empresa, incluso el autónomo, no deben dar la espalda a todo esto. Es más, pienso que pueden ser grandes aliados. El hecho de que una tienda pequeña con dos trabajadores incorpore algo de tecnología y sea capaz de automatizar algún proceso gracias a un software que no debe ser demasiado caro, es bastante factible.
La tendencia en todas estas empresas es ir hacia la especialización, antes que disponer del gran catálogo. Un restaurante o una peluquería, por ejemplo, pueden disponer de un pequeño software de precios dinámicos capaz de analizar los precios de su competencia más inmediata.
De ahí se pueden crear acciones predictivas o crear pequeñas estrategias a pasos que den valor añadido. Los camareros del futuro no llevarán los platos a los comensales, sino que aportarán otras funciones… No hacen falta muchas complejidades en las Pymes para ir transformándose.
Dice en el libro que necesitamos otros políticos y otros líderes. ¿Cómo tienen que ser estos referentes?
Me preocupó mucho en el último debate entre los candaditos a presidir el gobierno que ninguno de ellos pronunciase la palabra ‘digital’. Parece que la digitalización no estuviera en la agenda y yo creo que se necesitan políticos que tengan las luces largas encendidas.
Vamos a pagar a medio plazo estos cuatro años de falta de estrategia. No ha habido hoja de ruta tecnológica ni plan para transformar una economía que depende de sectores cíclicos.
Lo digo en el libro, hace falta un ministerio del futuro para que la siguiente década no sea un desastre. Hay muchos países en el mundo que ya lo están haciendo (Suecia, Marruecos, Arabia Saudí, Reino Unido…).
Pienso que es inevitable que llegue la renta básica, sobre todo en un país como este en donde llegaremos a tener 79 pensionistas por cada 100 habitantes”
En su libro habla de que la renta básica será inevitable. ¿Cree que finalmente se tendrá que implantar?
La renta básica está ideologizada, depende de cómo se plantee puede ser de derechas o de izquierdas. En cualquier caso, yo pienso que es inevitable que llegue, sobre todo en un país como este en donde llegaremos a tener 79 pensionistas por cada 100 habitantes.
Una de las partes de su libro se llama Educación freelance para un futuro laboral freelance. ¿Cree que España, y sobre todo los agentes sociales, están preparados para esa situación?
Cuando digo freelance no me refiero a ser un ‘rider’ o un autónomo. Lo que digo es que el trabajo del futuro no puede estar ligado a una misma empresa toda la vida. Hoy en día nadie tiene garantías de que la empresa en la que está vaya a vivir siempre.
La educación freelance se refiere a que estamos en una cierta libertad sujeta a las necesidades tecnológicas puntuales de cada momento. Este concepto laboral y de las empresas no se explica en la ESO, sino que la enseñanza sigue funcionando bajo dinámicas tradicionales.
Hay un ejercicio muy interesante que deberíamos hacer todos que consiste en preguntarse qué trabajo del que cada uno hace hoy lo podría hacer una máquina dentro de unos años.
El porcentaje de trabajo que no se pueda automatizar será el valor añadido que tengan las personas. De modo que eso será lo que tenga que estimular cada cual para que se convierta en irremplazable.
Los robots no nos quitarán el trabajo, sino alguien que se complemente mejor con ellos. En la era de la tecnología, podemos vivir en un mundo que sea la era de la humanidad por esta razón.
Sobre Marc Vidal
Marc Vidal (@marcvidal) está considerado como una de las figuras más influyentes en la actualidad en Transformación Digital y en Industria 4.0. Entre sus clientes destacan empresas como Basf, Merck, IBM, Hitachi, Ricoh, Bankia, Euskaltel u Oracle. Actualmente dirige la consultora AllRework a la vez que es Advisor del d-LAB del Mobile World Capital.
Es también un reputado conferenciante (top50 world’s economic speakers) y colabora con TVE, CNN y La Sexta. Su blog fue galardonado con el 3er premio de los EuroBlogs Awards al mejor blog europeo.
Ha sido nombrado ‘TOP20 Linkedin Spanish influencers’ por la revista Entrepreneur, fue director del posgrado en Estrategia Digital en Redes para la UB y miembro del Grupo de Investigación en Nueva Economía de la Universidad Politécnica de Madrid.
Además de La era de la humanidad (Duesto, 2019) ha publicado varios libros, entre ellos Contra la cultura del subsidio (Gestión 2000, 2010) y Una hormiga en París (Alienta, 2013).