No te sonará de mucho el concepto de Near Field Communication, sin embargo seguro que NFC te será mucho más familiar. No es que esa uno de los inventos tecnológicos del siglo XXI pero desde luego este sistema ha llegado para quedarse en muchas industrias, especialmente en el diseño de smartphones. Disponer de un sistema NFC móvil resolverá los pagos del futuro, aunque el presente ya habla de un cambio en esta dinámica de los consumidores.
Los pagos por esta opción tecnológica es quizás lo más común que se realiza, aunque existen muchos otros usos en los que el NFC tiene un protagonismo indiscutible. Pero empezamos por los pagos desde el móvil. Si bien la mayoría de los smartphones disponen de ello, has de saber que esta opción se encuentra disponible en tu teléfono Android desde el menú de ajustes > Redes.
Si lo tuyo es un iPhone, sepas que a partir del iPhone 6 todos los teléfonos de la marca de la manzana incorporan un chip para poder realizar pagos a través de su aplicación nativa Wallet o Apple Pay. Una vez identificada la opción, tan solo tiene que validarla para poder pagar en cualquier comercio autorizado. El acto en sí es sencillo. Como si se tratase de una tarjeta contactless, has de acercar el móvil a otro dispositivo que leerá la información en cuestión de segundos. Dicha información transcurre por ondas de radio (inducción electromagnética).
La ventaja de estas nuevas aplicaciones, (Samsung y Google también tienen las suyas propias) es que además de la rapidez del proceso, en nuestro repositorio podremos almacenar las tarjetas de crédito que deseemos, de forma que elegiremos la visa que más nos convenga a la hora de realizar un pago.
NFC móvil: ¿se pueden hacer más cosas además de pagar?
Sin duda, el pago por móvil es el acto más mediático que ha conseguido la tecnología NFC, sin embargo hay otros usos que también se están volviendo muy cotidianos, como es el caso de la identificación personal. Vayamos a un ejemplo muy práctico que seguramente se está dando en la mayoría de los recintos que necesitan controlar su aforo tras la crisis del Covid.
Imaginemos que tenemos que acceder a una piscina, un festival de música o el mismo espacio de trabajo. Gracias a este tipo de aplicaciones se pueden crear acreditaciones ad hoc para controlar los movimientos y accesos a un determinado lugar. No en vano, esta tecnología es muy útil ahora que las empresas se rigen por nuevas normas para el fichaje de sus plantillas.
Al fin y al cabo, hablamos de un intercambio de información o datos entre dos dispositivos. Siendo así, técnicamente hablando encontramos otra opción que se presenta desde el mundo NFC. Efectivamente, podemos transferir vídeos, fotos o música desde dos dispositivos que sean compatibles. De hecho, en el mercado se pueden encontrar cámaras y ordenadores dotados con esta tecnología que cumple la misma función que el Bluetooth o el cable, pero que parece la opción más rápida.
Para completar la transferencia de archivos con NFC, hay que seguir los siguientes pasos:
- Activar NFC en ambos teléfonos o dispositivos.
- Abrir el contenido que queramos compartir en la fuente emisora.
- Acercar un dispositivo a otro.
- Aceptar el envío.
Lo último: tener las llaves del coche en el iPhone
Lo anterior son ya realidades contrastadas. Lo último que está ofreciendo la industria de este binomio NFC móvil llega al mundo de la automoción. Y es que ahora, gracias a la función Car Key que incorporan las ultimas actualizaciones de iOS, un usuario puede almacenar las llaves del automóvil en su iPhone o Apple Watch. Ya no tienes que llevar la llave para abrir y arrancar tu coche. La nueva función para estos teléfonos se aprovecha del NFC y simplemente deberá de estar conectada con la aplicación de los fabricantes.
El primero de estos fabricantes, según ha anunciado Apple, será BMW. La nueva llave digital BMW para el iPhone permitirá a los clientes simplemente tocar para abrir el vehículo y ponerse en marcha fácilmente colocando el iPhone en la bandeja del teléfono inteligente y presionando el botón de inicio. La configuración de la clave digital se puede hacer a través de la aplicación BMW Smartphone. El propietario del coche también puede compartir el acceso con hasta 5 amigos, incluyendo una opción de acceso de coche configurable para los conductores jóvenes que restringe la velocidad máxima, la potencia, el volumen máximo de radio entre otras. La gestión del acceso se puede hacer desde el interior del coche, así como a través de Apple Wallet.
Opción segura, aunque no cabe relajarse
Tratándose de informaciones tan sensibles que viajarán por las ondas en cortos espacios, lo lógico es preguntarse por la seguridad de estas transmisiones. Has de saber en relación a esta cuestión que, en principio, NFC tiene más seguridad que el bloetooth, con unos esquemas más seguros en su rendimiento.
Otro argumento que habla bien de la seguridad es que tanto la RFID como la NFC se rigen por estándares internacionales que deben ser tenidos en cuenta por todos los fabricantes y desarrolladores. En Europa, el desarrollo de tales sistemas se aplica bajo las normas ETSI (European Telecommunications Standards Institute).
En un informe que maneja el Centro Criptológico Nacional, los problemas de seguridad más recurrentes que sufre NFC son la escucha secreta o a escondidas (eavesdropping, en inglés), la alteración de la información transmitida, y los ataques de retransmisión (relay attacks). Cabe señalar que todas estas vulnerabilidades son inherentes a la propia tecnología NFC, con lo que cualquier sistema que se implemente sobre NFC hereda estos problemas.