Dos generaciones representadas por Juan Carlos Cubeiro y Zoe Cubiero analizan a 12 mujeres a las que consideran inspiradoras para el liderazgo de las mujeres. Uno de los mayores expertos en management y talento y una economista del desarrollo de la generación Z contrastan y buscan las claves de 5 mujeres economistas y otras 7 políticas, que reúnen las cualidades que debe concentrar el nuevo liderazgo. Empatía, influencia, espíritu y humildad son los valores que resumen la carreras de todas ellas, profundamente examinadas en el libro La disrupción del liderazgo femenino (LID).
Las 5 mujeres economistas
Mariana Mazzucato, una de las profesionales más sobresalientes de la disciplina. Esta economista de origen italiano, desde su labor docente en el University College de Londres (UCL) y después de establecer el Instituto para la Innovación y Políticas Públicas en la institución, ha reflexionado sobre el verdadero significado del valor y su medida, quién lo genera y quién lo deteriora, con el propósito de que la economía beneficie a las personas en lugar de aprovecharse de ellas.
Stephanie Kelton, una profesora de la Universidad de Stony Brook (en Nueva York). Con una idea acertada, cree que la deuda debería transformarse en una inversión estratégica. Los déficits son una herramienta neutral, comparable a un cuchillo para jamón, y «pueden financiar guerras injustas que desestabilizan el mundo y se cobran millones de vidas o construir una vida más sostenible que beneficie a muchos y no solo a unos pocos».
La investigadora de la Universidad de Oxford, Kate Raworth, critica la obsesión por el crecimiento y sus mediciones desactualizadas. El concepto de Producto Interno Bruto (PIB), creado en los años 30 del siglo pasado, se está utilizando en una economía 10 veces más grande de la de hace un siglo. Se requieren nuevas metáforas y una mentalidad diferente que promueva la sostenibilidad y no comprometa a las futuras generaciones. El modelo de progreso lineal y ascendente no es viable; necesitamos un enfoque redistributivo y regenerativo en forma de rosquilla.
Carlota Pérez, una economista de Venezuela, propone rediseñar el bienestar a través de un crecimiento inteligente y sostenible: un estilo de vida renovado y más atractivo; una economía circular que aproveche de manera positiva la revolución tecnológica, con una educación de mayor calidad y experiencias en lugar de un consumo excesivo; el uso de energías renovables; un acceso a internet en el que la personalización sea más importante que la uniformidad, el uso más que la posesión, el reciclaje más que la producción de residuos…
La doctora Esther Duflo, profesora de Mitigación de la Pobreza y Economía del Desarrollo en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), censura la gran cantidad de dinero destinada a acabar con la pobreza sin una verdadera medición de sus consecuencias positivas, inversiones en educación o en la eliminación de la malaria sin tener ni la más mínima idea de su verdadero impacto.
7 políticas y su gestión de la pandemia de la Covid-19
La canciller de Alemania, Angela Merkel, sin rodeos, comunicó a sus conciudadanos la verdad, que el coronavirus podría contagiar al 70% de los alemanes (58 millones de personas). Les instó a tomarse en serio lo que es importante. Comenzó rápidamente las pruebas, demostrando firmeza en las restricciones y salvando así cientos de miles de vidas, a pesar de que los datos de su país eran comparativamente mejores que los de los demás países europeos.
Siguiendo con la gestión de la pandemia, Tsai Ing-Wen, presidenta de Taiwán, impulsó la adopción de 124 medidas rigurosas y efectivas, incluyendo un confinamiento eficaz. De acuerdo con CNN, la gestión de la crisis sanitaria en Taiwán ha sido una de las más exitosas a nivel mundial, debido a su experiencia del brote de SARS en 2003. Durante la crisis de la Covid-19, Taiwán registró una tasa de 692 fallecidos por cada millón de habitantes.
Por su parte, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, cerró las fronteras y su estrategia T3 (prueba, tratamiento, rastreo) demostró ser altamente efectiva para superar la crisis. En total, hubo 2468 muertes por COVID-19, 483 por millón de personas.
La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir ofreció pruebas a todos los habitantes de su país desde los primeros momentos de la crisis sanitaria. En comparación, su capacidad de seguimiento, haciendo uso de la tecnología, fue cinco veces mayor que la de Corea al comienzo de la crisis sanitaria. En total, se registraron 199 personas fallecidas por el Coronavirus, lo cual equivale a 529 por cada millón de habitantes.
Sanna Marin, la líder más joven del mundo, seleccionada en Finlandia en diciembre de 2019, utilizó a los influyentes de su nación para luchar conjuntamente contra la crisis sanitaria. Durante todo el brote, Finlandia registró una tasa de 1557 decesos por millón de personas debido a la pandemia.
La primera ministra de Noruega, Erna Sonberg, consciente de la difícil situación de los niños en su país en aquellos días terribles, optó por utilizar la televisión como herramienta para comunicarse directamente con ellos y superar juntos el miedo. Dos días antes, su colega danesa, Mette Frederiksen, había pronunciado una conferencia de tres minutos en la misma línea.