Con motivo de la publicación de su último libro: Haz crecer tu dinero (Deusto), el economista Daniel Lacalle nos recibe para hablar de inversiones y muchas de las cuestiones que están pasando últimamente en España a nivel financiero. Una charla tan deliciosa como la lectura de esta obra apta para perfiles amateurs, como los más experimentados.
Antes de nada, ¿cómo ve el clima económico de este momento?
Yo a este momento le llamaría ‘periodo de la resaca’. Hemos tenido una monstruosa cantidad de estímulos cruzados durante la pandemia y después de ella y claramente hay un riesgo que se ha generado tras tanto gasto y endeudamiento. La economía se ha calentado y se ha lanzado la inflación como un problema que no existía anteriormente y hemos entrado en un proceso muy peligroso de ralentización económica.
Da la sensación solo al leer unas cuantas páginas de que en esta obra se acumula toda su experiencia en el mundo de los mercados y que por tanto está indicado tanto para inversores principiantes como los más veteranos…
Precisamente a todo el mundo. La idea es que cualquier persona que tenga interés en inversión y economía pueda acceder a información que sea útil sin que sea necesario tener una gran experiencia. Los inversores expertos también pueden sacar provecho del contenido.
Un nuevo libro suyo ve la luz para hablar sobre finanzas y lo hace en un clima complicado e inédito para los inversores. ¿Cuáles son tus principales recetas de inversión para todo ese público al que te diriges?
Bueno, sí habíamos vivido algo similar con etapas de estanflación y entornos parecidos. En algún momento, alguien tendrá que recordarle a los políticos y a los bancos centrales que hay que introducir políticas de oferta para combatir un problema de inflación y falta de suministros, y que las políticas de demanda nos han llevado a este agujero. Un shock de oferta no se soluciona con políticas de demanda.
Alguien tendrá que recordarle a los políticos y a los bancos centrales que hay que introducir políticas de oferta para combatir un problema de inflación y falta de suministros, y que las políticas de demanda nos han llevado a este agujero
¿Cuánto tiempo cree que tardaremos en salir de tal agujero?
La cuestión no es salir, sino cómo sales. Si se siguen aplicando políticas de demanda, gastos, endeudamiento, etc… estamos en un bucle constante porque salimos siempre más endeudados, con menos crecimiento, menor productividad y con menos poder adquisitivo para el consumo y el ahorro. Es como cuando acudimos al gimnasio para fortalecernos pero después comemos y bebemos lo que no debemos.
Mientras tanto los políticos siguen buscando excusas a la situación antes que tomar decisiones que van a ser mucho mejores a largo plazo. Pero desgraciadamente el largo plazo no importa tanto…
Las legislaturas son de cuatro años, pero la deuda va mucho más allá…
Fruto de esta irresponsabilidad, estamos pasando la deuda a las próximas generaciones. Lo peor de este entorno, según mi opinión, es que hay muchas personas que están blanqueando la situación y dejando pasar el problema que al que venga después. Por eso es tan importante la educación financiera y la educación económica.
Ahora que se refiere a la educación financiera, ¿ha notado que el pequeño inversor está mejor preparado que antes y que algunos mitos se han ido apagando?
Muchísimo. En redes sociales se ve a gente joven que está empezando, pero son personas que están muy preparadas. En general, hay una mejora significativa en la educación financiera.
Los periodistas muchas veces definimos el mercado con la palabra incertidumbre cuando no debería ser noticia. ¿Cuáles son las certezas, si es que las hay, en este mundillo?
Cuando se habla de incertidumbre, se está utilizando un término equivocado porque ¿qué es invertir sin incertidumbre? Si todos estuviésemos seguros de lo que va a pasar, no habría cambios de precios. Nos equivocamos como inversores en pensar que la incertidumbre es un problema. En este país, nuestros clientes han construido su patrimonio con devaluaciones constantes, con guerras, crisis del petróleo, cambios de régimen, controles de capitales… Estamos acostumbrado a todo y sobre todo nos hemos acostumbrado a un exceso de complacencia basado en la política monetaria del gas de la risa.
Pero se presupone que quien está en los bancos centrales es consciente de todo este panorama…
El gran problema de los bancos centrales es la discrecionalidad. Hay una enorme variedad de políticas que deberían llevarse a cabo automáticamente sin que haya una decisión ‘por debate’.
Parece que hay algo mágico con el estatus de un banco central como solucionador de los problemas estructurales. Se jalea el ‘lo que haga falta’ de Draghi y no pasa nada
El problema de esto es que se ha puesto en duda la independencia de los miembros de los bancos centrales porque desde los inversores y los ciudadanos se percibe que ante unos estados que se niegan a reducir su endeudamiento, prefieren mantener el riesgo de burbujas que fortalecer la economía.
Parece que hay algo mágico con el estatus de un banco central como solucionador de los problemas estructurales. Se jalea el ‘lo que haga falta’ de Draghi y no pasa nada… Lo positivo es que la independencia de los analistas financieros y gestores ha aumentado exponencialmente.
Uno de los métodos que ha aprendido con el paso del tiempo y que ha aplicado con éxito es el de las tres frases cortas por las que decidimos invertir. ¿Puede explicar brevemente esta teoría?
Normalmente, solemos pensar de la siguiente manera antes de iniciar un trámite: 1) es una buena inversión; 2) tiene buen dividendo; y 3) los fundamentales no han cambiado. Cuando compramos un coche o una casa, que son las inversiones más importantes que suelen llevar a cabo las personas, nos informamos más allá de lo que el bien sea bonito.
Es decir, ir a los detalles, lo mismo que debe suceder en el ámbito financiero. Quedarse en los tres razonamientos anteriores es un error en el que no deben caer los inversores, especialmente en bolsa. Hay que hacer un análisis amplio y aprovechar todas las fuentes de conocimiento que existen hoy en día.
Los expertos de las gestoras siempre apuntan a conocerse a uno mismo para saber el perfil de inversor con el que tratan. ¿Es compatible en estos tiempos adoptar un perfil de riesgo?
Claro. Mientras estamos hablando y la bolsa ha estado corrigiendo esta semana, ha habido una gran cantidad de inversores que se han lanzado a comprar. Ellos consideran que hay buenos precios para ello y para los que ven un riesgo, hay otras personas que ven oportunidades. Una persona que considera que la empresa A, que ha caído un 20% este trimestre, tiene un potencial de revalorización del 50%, ve una oportunidad de inversión. Se puede equivocar o no, pero en todo caso dependerá de su capacidad de asumir el riesgo.
Warren Buffet no se equivoca en no invertir en criptomonedas porque sus clientes, su forma de invertir y su estilo no coincide con las cripto
Como norma general en tus decisiones y en este entorno, ¿es de los que prefiere seguir las tendencias del mercado?
Durante mi trabajo para Citadel, aprendí que jamás había que hacer eso porque si no vas a estar siempre perdiendo. Siempre que hay una corrección, es un buen momento para buscar oportunidades en aquellos valores y sectores que tú ves de tendencia a largo plazo. La tecnología disruptiva está explotando, todo lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, Defensa, sostenibilidad, seguridad, etc. A pesar de que algunas se estén despeñando en los mercados, son tendencias que ofrecen oportunidades.
La pregunta del millón: ¿renta fija o renta variable?
Renta variable. El gran problema de la renta fija a corto plazo es que, incluso con las subidas de tipos que están anunciando la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, los tipos a los que están cotizando los bonos son negativos en términos reales, de modo que tienes que tomar una apuesta muy peligrosa, que es lo que no te da la renta fija en cupón, te lo vaya a dar en precio.
Hay algunas grandes tecnológicas americanas que han pinchado últimamente en el mercado, como el caso de Netflix o Facebook. ¿Se puede pensar en burbujas o que ya no son el valor seguro que todos teníamos en mente?
Quien piense que esas empresas son valores seguros, está equivocado. Comento en el libro que en inversión sucede que cuando vemos empresas que crecen mucho, solemos pensar que van a crecer mucho siempre.
Por tanto, se corre el riesgo de comprar en empresas que ya están en un proceso de maduración. Por eso, en tecnología habría que fijarse más en otros aspectos que el consumo exponencial o un aumento exponencial de clientes porque eso no tiene tanto recorrido. Lo mismo sucede con las inversiones value.
Las criptomonedas
¿Se equivoca Warren Buffet en su posición contraria a las criptomonedas? ¿Usted diversificaría hacia este tipo de inversiones?
Warren Buffet no se equivoca en no invertir en criptomonedas porque sus clientes, su forma de invertir y su estilo no coincide con las cripto. Buffet invierte mucho en el PIB de Estados Unidos, pero más allá de dónde invierte es que ese es su estilo.
Tú no le puedes decir que lo mejor de lo mejor es una aplicación que acaba de cotizar. Otro aspecto importante del perfil de Warren Buffet es que cuando se equivoca, se sale. Y esto, a muchos inversores que se les denominan value, se les olvida.
En lo que creo que se equivoca, en este caso el socio de Buffet, Charles Munger, es en demonizar las criptomonedas, señalando que son moralmente inaceptables y que van en contra de la democracia. Pero claro, no podemos olvidar que estos grandes inversores, como tantos otros, son defensores de un sistema monetario que se pone en riesgo con la descentralización.
En cualquier caso, para invertir en un activo, hay que conocerlo. Y en ese sentido, hay que saber que invertir en criptomonedas conlleva una gran volatilidad. Hay un error entre identificar que las cripto se conviertan en monedas, es decir, que sean reserva de valor o unidad de medida y método de pago generalmente aceptado, y pensar que eso significa revalorización bursátil.
Los mismos gestores han evolucionado a lo largo de los años y usted dedica unas líneas sobre ello en su libro. ¿Cómo eran antes y cómo son ahora, qué papel cree que deben tener en la actualidad?
Los gestores han pasado a tomar un papel mucho más activo en lo que es divulgar y opinar. Una de las grandes diferencias entre Estados Unidos y Europa es que en los medios norteamericanos todos los días leemos a inversores y gestores maravillosos, que también hablan de política, temas fiscales, etc. Eso ayuda mucho, porque se trata de personas independientes. Eso, en Europa y España no pasa. Aún así, creo que se han dado muchos pasos en este país en esta línea.
La previsión del economista Daniel Lacalle
Por último, tenemos la obligación de preguntarle sobre sus previsiones económicas para España, contando con todo el abanico de problemas que hay.
Lo que a mí más me enfada de España es que desde el poder político se conformen con la mediocridad, porque el potencial de España es un escándalo. Y nadie que venga a este país lo duda, doy fe tras la opinión de muchos compañeros míos que llegan desde fuera. Lo que hace falta es facilitar el camino a autónomos y empresas, ya que actualmente los poderes fácticos y políticos son una losa para ellos.