Por cuestiones de productividad, bienestar y por promover una cultura diferente, las empresas están empezando a elevar la importancia de gestionar y cuidar la salud mental de sus plantillas. El Doctor en Psicología, Javier Cantera, aborda esta cuestión en su último libro La salud mental en la empresa (LID) para aportar las claves que ayuden a crear entornos de trabajo saludables.
No es un libro sobre Recursos Humanos, sino más bien de humanos con recursos que trabajan para una organización. Y es que a lo largo de las páginas el lector se encontrará con reflexiones del autor, en las que sitúa el foco en empleados, directivos y empresarios en general.
El experto propone soluciones para mejorar el bienestar, no solo capacitando a las personas con técnicas para combatir frente a la adversidad, sino proponiendo modelos para evitar ecosistemas tóxicos.
La salud mental en los empleados
Para el autor, es vital cuidar de la salud mental de los profesionales porque considera que el bienestar es el elemento básico de todo buen modelo de prevención de riesgos laborales. Como pista sobre lo que se encontrará el lector en el interior de la publicación, el psicólogo analiza estas 10 áreas que inciden en el bienestar de cada persona:
- El trabajo per se
- El jefe
- Los grupos de trabajo
- La cultura
- El espacio
- El tiempo
- El desarrollo o crecimiento
- La experiencia de empleado
- La estrategia e imagen de la empresa
- El cambio personal o profesional
Momentos clave para pensar en la salud en las empresas
- En la selección de personal. Hay que identificar a una persona que se adecúe a la cultura y estrategia de una organización, no solo centrarse en su puesto de trabajo.
- En el diseño del modelo de trabajo, evitando rutinas y ritmos muy alocados de trabajo. También habrá que pensar en los puestos que no añadan valor significativo al negocio.
- En la formación de líderes. Se requieren valores como la autenticidad en la gestión de personas.
- En la creación de grupos naturales de trabajo. Con atención a la gestión de posibles conflictos entre los miembros.
- En el diseño de una cultura que ver la inclusión y la diversidad.
- En cuidar criterios como la meritocracia.
- En el diseño de un modelo de trabajo flexible, con opción a poder teletrabajar.
- En el impulso de la conciliación y la desconexión digital.
- En el desarrollo de carreras que se orienten al crecimiento profesional dentro de la empresa.
- En la construcción de una experiencia de empleado.
- En la elaboración de una imagen de empresa que cuide la reputación corporativa.
- En la gestión conjunta de cambios a nivel personal y profesional en las plantillas.