Un psicólogo, Javier Cantera, y un economista y abogado, Mario Alonso, se han unido para elaborar una obra que trata sobre los conceptos que definen en estos momentos el éxito empresarial: el talento y la cultura. Editada por LID, Talento, Empresas y Cultura se presenta hoy mismo para tratar de explicar cómo se debe desarrollar una cultura en los negocios que mire por las personas.
Es decir, una cultura humanista donde se gestione el capital humano de una forma efectiva. Y es que las propias personas son el centro estratégico de cualquier transformación. Ambos expertos que están al frente de este libro examinan distintos factores metodológicos y abordan los desafíos particulares a los que se enfrentan las firmas profesionales.
A lo largo de las páginas, se analizan las competencias necesarias para el mercado laboral, el proceso de adquisición, gestión y evaluación del talento, políticas de compensación, planes de carrera, clima laboral, diversidad, desarrollo del talento y bienestar de los empleados.
El bienestar del trabajador como gran objetivo
Los expertos sitúan la incorporación del bienestar del trabajador como objetivo central de las políticas de recursos humanos en la empresa, lo que no solo facilitaría el compromiso y la contribución profesional, sino que también sería clave para mejorar la productividad, la excelencia y el éxito económico empresarial.
Factores que explican la evolución de las firmas profesionales
La adaptación al mundo actual para las firmas de servicios profesionales pasa por estas claves:
Interdisciplinariedad especializada e innovación
Los clientes demandan soluciones integrales, con una perspectiva global que les ofrezca un verdadero valor añadido. Por ello, se debe avanzar hacia modelos multidisciplinares y mantener procesos constantes de innovación.
IA
La tecnología tiene una importancia estratégica que sitúa a la inteligencia artificial como protagonista principal, siendo cada vez más probable que sustituya numerosos procesos, cambie la forma en que se ofrecen los servicios y forme parte de la toma de decisiones profesionales.
Teletrabajo
El trabajo presencial ha perdido relevancia y el trabajo remoto es una realidad. Es crucial apostar por modelos híbridos que aprovechen las ventajas de esta fórmula.
Sostenibilidad
Las empresas están evolucionando hacia modelos que buscan conciliar los intereses de los grupos con los que interactúan. Los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno deben traducirse en políticas que promuevan la igualdad, el cumplimiento normativo, la ciberseguridad, la gestión de riesgos y la reducción de impactos medioambientales.
Socios inversores
Aunque las empresas de servicios profesionales dependen más del capital humano que del financiero, cada vez es más común la entrada de socios inversores. La tendencia apunta hacia modelos mixtos que combinen los beneficios de ambos y reduzcan sus inconvenientes.
Cambios en el gobierno corporativo
Las empresas necesitan tomar decisiones ágiles y contar con una gestión profesionalizada. Por lo tanto, los socios no pueden ser los únicos responsables del gobierno corporativo, siendo necesario incorporar representantes de diferentes áreas como estrategia, finanzas, marketing y legal en los órganos de gobierno empresarial.
Estructuras flexibles
Las organizaciones están avanzando hacia estructuras más horizontales. Además, el trabajo remoto y la colaboración con especialistas externos proporcionan una adaptabilidad que permite reducir costes y mejorar la capacidad competitiva.
Atracción y retención del talento
Las empresas deben centrarse en el conocimiento multidisciplinar, la diversidad y la captación de talento mediante políticas de marketing orientadas a identificar y atraer talento, así como en la creación de estrategias de motivación y desarrollo profesional que aborden las motivaciones laborales actuales.
Nuevo liderazgo
Las empresas necesitan líderes basados en valores, optimistas pero realistas, con pensamiento estratégico, habilidades interpersonales, empatía y habilidades comunicativas.
Gestión de personas
La captación, formación, evaluación y retención del talento, junto con las políticas de remuneración y motivación, son y serán elementos críticos en la estrategia empresarial. El valor de una empresa reside en el valor de sus profesionales.
Nueva cultura
La cultura organizacional, que refleja las actitudes, creencias y valores de la empresa, debe evolucionar hacia un enfoque centrado en las personas. Esta cultura valora el rendimiento sobre las horas trabajadas, elimina la presión de los objetivos a corto plazo, reduce la burocracia para centrarse en la creación de valor, promueve la conciliación y la igualdad, fomenta el salario emocional y respalda la responsabilidad social.