La tecnología está marcando la pauta de los hábitos de consumo. Por eso, el marketing turístico ha evolucionado hacia estrategias más digitales. También son interactivas y están centradas en el usuario. La tarjeta eSIM es un ejemplo de ello. Esta solución digital, que te conecta a redes móviles sin usar tarjeta SIM, se presenta en campañas de marketing como herramienta que mejora tu experiencia de viaje. En 2025 las tendencias apuntan a más personalización, una sostenibilidad real y el uso de las tecnologías emergentes.
1. Personalización impulsada por IA
La inteligencia artificial se ha convertido en la columna vertebral del marketing en turismo. Las marcas usan la IA conversacional. Los consumidores exigen experiencias hechas a medida:
- Recomendaciones de alojamiento y actividades basadas en el historial de navegación.
- Campañas de email marketing segmentadas por comportamiento y etapa del viaje.
- Chatbots capaces de resolver dudas en tiempo real con lenguaje natural.
- Motor de reservas que adapta precios y ofertas al perfil del usuario.
Esta hiperpersonalización mejora la conversión. También refuerza la fidelidad. Cuanto más relevante es el contenido, mayor es la conexión emocional entre la marca y el viajero.
2. El poder de los influencers y el contenido generado por usuarios (UGC)
La confianza es un activo valioso en el turismo porque poco hay que genere tanta confianza como la opinión de otros viajeros. En el año 2025, los influencers y el contenido generado por usuarios (UGC) son motores importantes del marketing turístico:
- Microinfluencers locales que muestran experiencias auténticas en tiempo real.
- Campañas que integran al usuario como parte activa de la promoción del destino.
- Hashtags virales en redes como TikTok o Instagram que multiplican el alcance.
- Concursos UGC que incentivan la participación de la comunidad.
Este tipo de contenido proyecta una imagen cercana y real del destino, generando conexión emocional y aumentando la intención de compra entre los viajeros indecisos.
3. Sostenibilidad en el marketing turístico
El viajero de ahora exige más que palabras bonitas sobre sostenibilidad. Hoy busca coherencia entre el discurso y la acción. Esto se refleja en las estrategias de marketing más efectivas:
- Certificaciones genéricas sin contexto: transparencia en huella de carbono y acciones medibles
- Campañas visuales con naturaleza: colaboración con ONGs locales y turismo regenerativo
- Promociones “eco-friendly”: experiencias sostenibles integradas en el producto turístico
Las marcas que logren comunicar estas acciones lograrán diferenciarse en un mercado saturado. Esto es cierto, sobre todo entre el público europeo más concienciado.
4. Contenido inmersivo: el auge del AR/VR
El contenido inmersivo en el marketing no es ciencia ficción. A día de hoy, es una herramienta de marketing tangible y poderosa. Las tecnologías AR y VR están cambiando las promociones:
- Recorridos virtuales en 360º. Hoteles para explorar habitaciones antes de reservar
- AR en puntos turísticos. Información interactiva sobre monumentos a través del móvil
- Filtros sociales y juegos geolocalizados. Campañas interactivas en Instagram
Estas experiencias generan un recuerdo más vívido del destino. Al final, esto se traduce en una mayor intención de compra anticipada.
5. eSIM: conectividad inteligente como propuesta de valor
La tecnología eSIM está transformando el marketing de viajes. Las empresas que quieren conectar con nómadas digitales y turistas internacionales son las más interesadas. Ofrecer conexión sin tarjetas SIM está cambiando la narrativa promocional de muchas marcas:
- Permite a los viajeros evitar la compra de SIM locales o el uso de redes wifi públicas.
- Se integra como un valor añadido en la reserva: “Incluye eSIM para tu destino”.
- Refuerza la imagen de marca como tecnológica, ágil y orientada al usuario.
- Facilita la comunicación continua entre marca y cliente durante el viaje.
La conectividad es sinónimo de seguridad, eficiencia y comodidad. Por eso, incorporar la eSIM en la propuesta de valor marca la diferencia. Esto es especialmente cierto en destinos como España. Aquí la afluencia de turistas internacionales crece y el teletrabajo está en auge.