Bankia y Bankinter son las dos únicas entidades que no han cerrado oficinas en lo que va de año, manteniendo las 2.009 y 360 sucursales con las que contaban, respectivamente, al cierre del ejercicio 2013, según datos recopilados por Europa Press.
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Banco Santander, inmerso en el proceso de integración de Banesto, se sitúa como la entidad que más entidades ha cerrado en los nueve primeros meses del ejercicio, al contar con 860 sucursales menos respecto al cuarto trimestre del pasado año.
Aún así, el grupo presidido por Ana Botín mantiene su liderazgo en el cómputo total de oficinas: 13.067, de las que 3.611 oficinas se corresponden con el negocio en España. Precisamente, Banco Santander ha cerrado 456 sucursales en su filial española desde diciembre del pasado año.
BBVA, por su parte, cuenta con 150 sucursales menos en todas sus divisiones repartidas por el mundo, hasta 7.362 dependencias (3.131 en España). Caixabank y Banco Popular casi han mantenido el mismo número de oficinas de finales de 2013, con 5.685 y 2.154, respectivamente.
La banca española inició el cierre de oficinas hace cinco años como respuesta a las necesidades de reestructuración derivadas de la compleja evolución económica que afectaba España. El punto álgido del cierre de oficinas coincidió con el primer año en que la crisis se percibía ya como una realidad.
Según datos de la Asociación Española de la Banca (AEB), las entidades financieras españolas cerraron 816 sucursales en 2013, hasta contar con 14.063 oficinas, rompiendo así la tendencia positiva registrada el año pasado, cuando consiguió abrir, por primera vez en cuatro años, 548 sucursales.
CIERRES COMO RESPUESTA A LA CRISIS.
En concreto, los bancos ofrecían servicios directos a sus clientes a través de 13.867 oficinas, mientras que las sucursales de entidades de crédito extranjeras comunitarias se reducían a 185 y las extracomunitarias se mantenían en once. Madrid y Barcelona concentraban a 31 de diciembre de 2013 el mayor número de oficinas de toda España: 2.251 y 1.889, respectivamente.
El cierre de oficinas se enmarca dentro del proceso de ajuste que ha vivido el sector financiero español en los últimos años. Los grandes bancos han adquirido antiguas cajas rescatadas, lo que ha propiciado una consolidación sin precedentes que, según algunos expertos, elevan los riesgos de oligopolio en el sector.