Los presidentes de Caja Rural Castellón, Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, y de Cajamar Caja Rural, Antonio Pérez Lao, han firmado este jueves la escritura de fusión de ambas entidades, lo que concluye el proceso legal aprobado en mayo por las asambleas generales. El acuerdo de fusión, que será inscrito en próximos días en los registros correspondientes, tendrá efecto a finales de septiembre.
ALMERÍA, 6 (EUROPA PRESS)
Los presidentes de Caja Rural Castellón, Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, y de Cajamar Caja Rural, Antonio Pérez Lao, han firmado este jueves la escritura de fusión de ambas entidades, lo que concluye el proceso legal aprobado en mayo por las asambleas generales. El acuerdo de fusión, que será inscrito en próximos días en los registros correspondientes, tendrá efecto a finales de septiembre.
El acto ha tenido lugar en la sede social de Caja Rural Castellón y al mismo han asistido también el director general de Caja Rural Castellón, Antonio Abelló Dalmases, y el director general Corporativo de Cajamar, Bernabé Sanchez-Minguet, según ha indicado en un comunicado Cajamar.
Esta operación se realiza con carácter previo a la constitución de la nueva entidad Cajas Rurales Unidas, resultante a su vez de la unión de Cajamar con Ruralcaja, proceso que está previsto culmine el próximo mes de diciembre una vez obtenga las autorizaciones de las autoridades españolas y europeas.
El presidente de Caja Rural Castellón, Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, ha trasladado que el acto de este jueves "es la consecuencia lógica" de la decisión de los socios para "unir nuestras fuerzas" con la mayor caja rural española y ha trasladado que la fusión garantiza a socios y clientes "que en el futuro van a disponir de una entidad que recoge la tradición y forma de entender el negocio financiero, para ser una alternativa de futuro".
Ferrer ha destacado asimismo "la buena sintonía y la coincidencia de objetivos" existente entre ambas entidades ya que ambas apuestan por un modelo "aglutinador" llamado a liderar el cooperativismo de crédito en España y ha convertirse en "la mejor alternativa a los grandes grupos bancarios que se están conformando en España".
Por su parte, el presidente de Cajamar Caja Rural, Antonio Pérez Lao, ha considerado que, en el escenario actual de reestructuración del sistema financiero español, las cajas rurales "deben convertirse en entidades con más tamaño, sin perder por ello la cercanía ni apartarse del compromiso social que debemos a nuestros socios y clientes".
"En la consecución de dicho objetivo Cajamar va cubriendo etapas, y la fusión con Caja Rural Castellón es un paso más destinado a fortalecer el sector cooperativo de crédito propiciando entidades más eficientes y competitivas, que contribuirán a garantizar el futuro de nuestro modelo de crédito cooperativo, basado en la proximidad, la calidad del servicio y el apoyo a la economía local", según ha subrayado.
Caja Rural Castellón, constituida en 1903 como Caja de Crédito Popular del Gremio de Labradores de San Isidro de Castellón, aporta 20 0ficinas, 100 empleados, más de 18.000 socios y 61.000 clientes. Se trata de la segunda caja rural de la Comunidad Valenciana, después de Caja Campo, que se fusiona con Cajamar, a la que próximamente se unirá también la valenciana Ruralcaja para crear una nueva entidad que será cabecera del nuevo grupo Cajas Rurales Unidas, al que de entrada ya han aprobado su incorporación otras veintiuna cooperativas de crédito.
Por su parte, Cajamar Caja Rural es la primera caja rural española y la primera cooperativa de crédito española, y a su vez es la entidad cabecera del Grupo Cooperativo Cajamar, que a 30 de junio cuenta con 1.045 oficinas y 4.421 empleados, 55.000 millones de negocio gestionado, activos por importe de 34.400 millones, 14,4 millones de resultado neto, un coeficiente de solvencia del 14,34 por ciento y un ratio de capital principal del 13,92 por ciento, muy por encima de lo exigido en el real decreto de medidas de reforzamiento del sistema financiero español.
Desde hace años Cajamar Caja Rural viene planteando la necesidad de constituir cajas rurales con más tamaño para fortalecer y hacer más eficiente y competitivo el sector de las cooperativas de crédito españolas. A su proyecto de ámbito nacional se han unido en los últimos años otras cajas rurales de Andalucía, Murcia, Madrid, Castilla y León, Baleares, Canarias y Comunidad Valenciana.