Santander ha cogido velocidad de crucero en el crecimiento de su negocio. Su último resultado anual ya confirmaba el ritmo que ha impreso durante el primer trimestre del año. En estos tres meses de 2022, el banco ha conseguido un beneficio atribuido superior al 58%, respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 2.543 millones de euros.
Excluido el impacto de los costes de reestructuración en 2021, el beneficio ordinario de Santander crece un 19% en euros corrientes. La explicación a este buen balance se debe a la parte comercial en todo el mundo, en donde el grupo ha crecido en siete millones.
Un trimestre muy comercial
Según explican fuentes del banco, el área comercial ha registrado una actividad muy fuerte, situándose los recursos de los clientes en su cifra más alta. Entre los productos, destacar los depósitos (+5%) y los fondos de inversión (+6%) a consecuencia de la recuperación de los mercados.
Los créditos también crecieron al mismo ritmo que los anteriores y se ha superado el billón de euros por primera vez tras cosechar alzas en Europa del 4%, del 8% en Norteamérica y del 9% en Latinoamérica. Esto demuestra que la diversificación geográfica del grupo sigue siendo una de las piedras angulares de la marca y una base sólida para su crecimiento. En este sentido, hay que destacar que todos los negocios han obtenido buenos resultados en este primer trimestre, con Santander CIB a la cabeza, creciendo en cifras de récord.
Métricas de rentabilidad
La fortaleza de Santander también se ve reflejada en todas sus métricas de rentabilidad. El RoTE (retorno sobre capital tangible ordinario es un 14,2%, su beneficio por acción ordinario refleja un incremento del 22% y el valor contable por acción es de 4,29 euros, lo cual es un 12% más. El banco confía en alcanzar los objetivos para 2022 que anunció en febrero: crecimiento de los ingresos de en torno al 5%, un RoTE ordinario por encima del 13%, una ratio de eficiencia del 45% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%. El consejo tiene la intención de mantener su política de distribuir a los accionistas el 40% del beneficio ordinario, dividido a partes iguales entre dividendo en efectivo y recompra de acciones.
¿Y la inflación?
Al respecto de la inflación, dato muy importante a valorar hoy en cualquier actividad económica, hay que decir que las presiones inflacionistas han llevado a un incremento de los costes de un 4%, lo cual se ha dejado notar especialmente en Sudamérica. No obstante, en términos reales, el banco afirma que los costes han caído un 3% debido a las mejoras en productividad y conectividad de los mercados.
Con estas cifras en la mano y el escenario económico actual, Santander confía en alcanzar sus objetivo planteados en febrero, en donde se prevé un crecimiento de los ingresos del 5% un RoTE ordinario por encima del 13%, una ratio de eficiencia del 45% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%. El consejo tiene la intención de mantener su política de distribuir a los accionistas el 40% del beneficio ordinario, dividido a partes iguales entre dividendo en efectivo y recompra de acciones
Parece que esas metas serán factibles, puesto que el número de clientes del banco no para de crecer en todo el mundo. En el último trimestre el incremento fue de siete millones, hasta los 155 millones, mientras que el número de clientes digitales se elevó un 11%, hasta los 49 millones. Las ventas digitales representaron ya el 56% del total, frente al 50% del mismo periodo del año anterior.
Los datos de España
Hablando del negocio en España, los números del banco son favorables, siguiendo la tendencia a nivel global. El beneficio ordinario de Santander en nuestro país ha sido de 365 millones de euros, un 21% más que en el mismo periodo del año anterior.
Este resultado estuvo apoyado en mayores ingresos por comisiones (+9%), menores costes (-4%) y menores provisiones, gracias a una mejora en la morosidad y una buena ratio de cobertura. El repunte de actividad en nuevo crédito hipotecario y de consumo fue especialmente significativo y superó niveles previos a la pandemia, lo que permite mejorar la cuota de mercado del banco en ambos productos. Los créditos aumentaron un 6%, especialmente entre particulares y banca privada, mientras que los depósitos aumentaron un 9%.