En abril de 2024, Unicaja revisó su Política de Sostenibilidad, estableciendo su posición estratégica desde la perspectiva empresarial, de gestión y de negocio. Esta política abarca el diseño y comercialización de productos y servicios financieros alineados con criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). Entre las acciones fijadas en dicha política, la reducción de emisiones por parte del banco malagueño se marcó como una línea prioritaria.
A este respecto, fiel a este plan de trabajo, Unicaja ha logrado obtener la verificación de su huella de carbono corporativa para los años 2022 y 2023. La certificación ha sido otorgada por DNV, una entidad acreditada internacionalmente, y ha sido realizada bajo el estándar GHG Protocol (Greenhouse Gas Protocol), que es uno de los más reconocidos a nivel mundial para la medición y gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Qué se ha medido en la huella de carbono de Unicaja
La certificación de la huella de carbono de Unicaja abarca el Alcance 1, que incluye el consumo de combustibles en sus instalaciones, como la producción de electricidad, calor o energía, además del uso de vehículos de propiedad o arrendados y las recargas de gases refrigerantes en equipos de climatización. Además, se ha certificado el Alcance 2, correspondiente al consumo de energía eléctrica, y el Alcance 3, que incluye cuatro categorías clave:
- Bienes y servicios adquiridos, como papel, cartón y tóner (Categoría 1).
- Gestión de residuos generados (Categoría 5).
- Viajes de negocios (Categoría 6).
- Desplazamientos de empleados (Categoría 7).
Es importante destacar que, si bien la verificación no incluye las emisiones de la cartera financiada (Alcance 3, Categoría 15), Unicaja ha establecido objetivos de descarbonización para 2030 en sectores específicos, como combustibles fósiles, energía y su cartera hipotecaria residencial.
La descarbonización de Unicaja en cifras
En términos cuantitativos, el plan de Unicaja está dando sus frutos en todo lo que respecta a descarbonizar su actividad y la economía en general. En el año 2023, la entidad logró una reducción del 18,2% en su huella de carbono respecto al año anterior. Este logro se atribuye principalmente a la reducción en el consumo de energía eléctrica en todas sus instalaciones, que ahora cuentan con garantía de origen renovable (GdO), lo que refuerza el compromiso del banco con el uso de energía limpia.
El objetivo del banco es continuar elaborando un inventario detallado de sus emisiones y someterlo a una verificación externa para cumplir con los requisitos del GHG Protocol, garantizando así la transparencia y la mejora continua en su gestión ambiental.
Para subrayar aún más su compromiso con la sostenibilidad, Unicaja ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la inscripción de su huella de carbono corporativa en el registro nacional correspondiente. Este paso es un indicativo de la seriedad con la que la entidad aborda la sostenibilidad, asegurando que su compromiso con la reducción de emisiones quede registrado y que sus esfuerzos sean monitoreados y evaluados de manera externa.
La importancia de cuantificar y reducir la huella de carbono
El cambio climático se ha convertido en uno de los retos más apremiantes para la comunidad internacional, los negocios y la sociedad en su conjunto. Para abordar este desafío, la cuantificación, análisis y reducción de la huella de carbono es esencial. Estas acciones permiten la toma de decisiones informadas por parte de los diferentes actores involucrados en la mitigación del impacto ambiental, y Unicaja ha respondido de manera proactiva a estas exigencias, no solo midiendo su huella de carbono, sino también estableciendo un plan de reducción a largo plazo.