Contar con una ayuda extra en nuestro bolsillo o pedir préstamos personales es una opción que tradicionalmente ha funcionado bastante bien en el consumidor español. Para comprar un coche, para terminar de pagar una reforma, para pagar unas vacaciones o para refinanciar las deudas… Los préstamos personales rápidos son una de las herramientas más comunes y accesibles que tienen los consumidores, pues abundan las entidades que se dedican a ello, amén de los bancos.
Suele tratarse de préstamos con importes no muy importantes de dinero y, a diferencia de una hipoteca, el cliente no se compromete con uno de sus bienes. Eso sí, los intereses son más altos que los contratos hipotecarios y los plazos de devolución también suelen ser muy ajustados.
Mucha oferta para encontrar los mejores créditos personales
Se pueden solicitar de forma presencial u online. De hecho, de un tiempo a esta parte, han florecido entidades especializadas en conceder préstamos personales online. De hecho, como puede comprobar cualquiera que quiera solicitar préstamos personales rápidos, casi en cualquier sitio se puede hacer. Además de los bancos, las otras organizaciones prestamistas son cajas de ahorro, cooperativas, empresas de capital privado, compañías de crédito, grandes superficies y las mencionadas webs dedicadas a los préstamos personales rápidos online.
Por tanto para encontrar los mejores préstamos personales y los que mejor se ajusten a cada perfil hay un sinfín de instituciones y herramientas. En el mercado, además de nombres tradicionales como Cofidis (casi tres décadas de historia y más de 1,5 millones de clientes), encontramos nuevos players que han ido haciéndose hueco gracias a las nuevas tecnologías.
Además, el internet podremos acceder a comparadores y simuladores que nos darán la pista necesaria para encontrar al prestamista. Herramientas diseñadas a imagen y semejanza de los comparadores de seguros, planes de pensiones y otros productos financieros.
La pandemia frena las intenciones de pedir préstamos personales rápidos
Hasta aquí la teoría. La actualidad sobre los préstamos personales, al igual que otros productos y servicios, también está condicionada por la crisis del Covid-19. Según ha concluido el I Barómetro Asufin (Asociación de Usuarios Financieros) de préstamos al consumo, sólo un 14% de españoles prevé pedir crédito en los próximos seis meses y hasta un 10% de ellos ha cambiado sus planes de endeudarse ante la incertidumbre provocada por la pandemia.
Desde marzo hasta la fecha, el comportamiento de los consumidores ha cambiado sustancialmente frente a los productos financieros, especialmente en el segmento de los préstamos personales o al consumo. Hasta ahora, los meses de junio eran tradicionalmente proclives en la concesión de estos créditos para financiar las vacaciones de los españoles, sin embargo las circunstancias han hecho dar marcha atrás a muchos en su idea de planificar un viaje.
Este año las prioridades han cambiado. Según refleja el citado barómetro, cerca de la mitad de los encuestados que tenían decidido financiar sus vacaciones dejarán de hacerlo; un 30% de quienes se endeudarían para la compra de un nuevo vehículo no lo harán finalmente, y hasta un 15% de los que iban a emprender una reforma del hogar financiada dejará de hacerlo.
En el caso concreto de la compra de vehículos, y a pocos días de que el Ejecutivo ya haya anunciado el nuevo diseño de las ayudas a la compra de este bien, llama la atención el dato de que a más del 80% no convence este tipo de incentivos para afrontar la decisión de financiar una compra de esta naturaleza. Hará falta más que planes gubernamentales para levantar las ventas en un sector como éste muy sensible a la coyuntura económica.
Costes más elevados
El I Barómetro ASUFIN de préstamos al consumo también revela que el coste de la financiación de bienes y servicios no inmobiliarios en nuestro país sigue situado por encima de la media de la Unión Europea. Una vez comprobados los precios que ofrecen cerca de una veintena de las principales entidades de crédito, Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) y EFC de financiación a vehículos, se llega a una media del 7,45% de tipo de interés para los préstamos de corta duración, de 1 a 5 años, y del 7,89% para los superiores a 5 años. La media de la Unión Europea se sitúa en el 6% para los primeros y en el 4,57% para los segundos, es decir, en un 1,39% y un 3,31% de diferencia.
En los préstamos a menor plazo, los más baratos son los concedidos por los bancos (6,95%) y los más caros, los que provienen de EFC no vinculados a comercializadoras de vehículos (8,02%). En préstamos de más de 5 años, las EFC no vinculadas a la venta de vehículos son de nuevo las mas caras (8,44%) seguida por los bancos (7,88%).
¿Qué ocurrirá si sigue subiendo el desempleo?
Teniendo en cuenta lo anterior, la duda que se presenta es cuál será la evolución de los préstamos personales con un nivel de desempleo disparado por el efecto de la pandemia. Vaticinar esta evolución con el rendimiento del mercado de trabajo es harto complicado porque cabe pensar en que la situación personal de las personas en paro se va a complicar financieramente hablando y por ello, muchas de estas personas sin trabajo pueden optar a pedir un crédito de estas características para tapar posibles agujeros.
La otra opción que se puede presentar es que se produzca un bajón en la concesión de créditos al consumo, ya que muchas de estos personas desempleados evitarán endeudarse sin contar con una fuente de ingresos periódica. Veremos qué sucede en los próximos meses, pero ésta es otra de las incertidumbres que está dejando el virus en la economía personal.