El economista jefe de Tressis SV, Daniel Lacalle, participó en una charla coloquio organizada por la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación-Madrid el pasado 9 de octubre. En su intervención, Lacalle ofreció un análisis claro y directo: «La cuestión no es si habrá recesión, sino cómo vamos a prepararnos si hubiera una». Este enfoque pragmático puso sobre la mesa temas clave sobre cómo los inversores y la sociedad deben reaccionar ante un posible cambio en el ciclo económico.
Prepararse para la recesión, no temerla
Durante el encuentro, moderado por Inmaculada Sánchez Ramos, presidenta de la Asociación, y Miguel Ángel Jodra, vocal de la misma, Lacalle dejó claro que las recesiones son inevitables: «La recesión es simplemente la manifestación de un exceso previo. No nos debemos preocupar por cuándo llegará, sino por cómo enfrentarnos a ella». Este planteamiento supone un llamado a la planificación financiera adecuada, evitando el pánico y enfocándose en decisiones estratégicas.
Entre los temas tratados, Lacalle subrayó la necesidad de invertir el dinero en tiempos de incertidumbre, el cambio de ciclo de tipos de interés, y cómo eventos como las elecciones en Estados Unidos afectarán a los activos financieros. Estas cuestiones son fundamentales para los inversores que buscan mitigar riesgos y adaptarse a los cambios macroeconómicos.
Invertir para protegerse de la inflación
Uno de los puntos clave de la intervención de Lacalle fue la inversión como estrategia frente a la inflación. Según él, no invertir es, de hecho, la opción más arriesgada: «La certidumbre que tenemos es que las monedas cada vez valen menos, y esa destrucción del poder adquisitivo, es decir, la inflación, es inevitable». En este contexto, Lacalle señaló que la bolsa, a menudo vista como volátil, puede ofrecer protección contra el desgaste monetario si se invierte de forma correcta y planificada.
Lacalle destacó que los compromisos fiscales de los gobiernos seguirán adelante, utilizando monedas cada vez más devaluadas, lo que plantea un desafío para los ahorros y las inversiones tradicionales. Por ello, sugirió que los inversores no deben centrarse solo en los riesgos, sino también en las oportunidades que ofrecen los mercados, siempre que se mantenga una estrategia de inversión sólida y a largo plazo.
El ciclo financiero y los objetivos de vida
Sonsoles Santamaría, directora de negocio de Tressis SV, también participó en la jornada y se centró en la importancia de entender cómo las finanzas personales pueden alinearse con los objetivos vitales. «Nosotros hacemos siempre un ejercicio de paralelismo entre el ciclo vital y el ciclo financiero, de manera que lo primero que determinamos es qué objetivos queremos alcanzar», comentó Santamaría. Enfatizó que las inversiones deben ser herramientas para alcanzar estos objetivos, asegurando que cada etapa de la vida esté respaldada por una planificación financiera coherente.
Santamaría resaltó que muchas personas no comprenden completamente los servicios que pueden prestar las entidades financieras. La función de estas, según ella, no es solo gestionar inversiones, sino ayudar a los clientes a estructurar su patrimonio para alcanzar sus metas vitales, ya sean la jubilación, la compra de una vivienda, o simplemente la acumulación de ahorros.
Nuevas regulaciones y su impacto
Otro aspecto crucial tratado en el encuentro fue la nueva normativa ESG (Environmental, Social and Governance). Inmaculada Sánchez Ramos, presidenta de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación-Madrid, destacó la complejidad de la implementación de esta normativa, que exige reportar más de 1,100 indicadores. Este cambio refleja una tendencia creciente hacia la sostenibilidad y la transparencia en las empresas, pero también supone un reto considerable para las organizaciones, que deberán adaptarse a estos nuevos requisitos.
El cumplimiento de estas normativas será clave para las empresas que deseen seguir siendo competitivas en un entorno cada vez más regulado y consciente de su impacto social y medioambiental. Aunque supone un desafío, Sánchez Ramos subrayó que las oportunidades que surgen de adoptar estándares ESG pueden mejorar la confianza de los inversores y abrir nuevas vías de crecimiento sostenible.
El crecimiento y el ingenio humano
En su intervención, Lacalle también abordó la idea de que el crecimiento económico está limitado, refutando esta concepción. Para él, el crecimiento es «eterno» y está impulsado por la eficiencia, la tecnología y el ingenio humano. «El problema no es que el crecimiento sea limitado, sino que crecemos mucho menos de lo que podríamos», afirmó. Lacalle señaló que muchas regulaciones actuales restringen el potencial de crecimiento, poniendo barreras innecesarias a la innovación y la expansión económica.
Este enfoque optimista resalta el papel fundamental de la creatividad y la innovación para superar las barreras económicas. En un entorno de incertidumbre, según Lacalle, es precisamente el ingenio humano el que puede desbloquear nuevos niveles de desarrollo y prosperidad.
Anticiparse a la recesión con una estrategia clara
La charla de Daniel Lacalle dejó un mensaje claro: las recesiones son inevitables, pero el enfoque no debe centrarse en el miedo, sino en la preparación. A través de una planificación financiera estratégica, una visión clara de los riesgos y oportunidades del mercado, y una alineación de las inversiones con los objetivos vitales, es posible navegar por los tiempos de incertidumbre y proteger el patrimonio frente a la inflación y otras amenazas económicas.
Además, la jornada subrayó la importancia de la inversión como herramienta clave para contrarrestar la depreciación de las monedas y cómo, en un contexto de incertidumbre, tomar decisiones acertadas puede marcar la diferencia para los inversores. La implementación de la normativa ESG también jugará un papel crucial en la manera en que las empresas y los inversores se posicionen en los próximos años.
En definitiva, Lacalle y los ponentes de esta jornada hicieron hincapié en la importancia de la previsión, la estrategia y el ingenio humano para afrontar con éxito los desafíos económicos que puedan venir.