El servicio de estudios de BBVA rebaja las previsiones de crecimiento del PIB debido al contexto internacional y la tendencia negativa que muestran componentes de la demanda.
En su último informe de ‘Situación España’, presentado hoy por Jorge Sicilia, director de BBVA Research y economista jefe del Grupo BBVA, y Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico, el servicio de estudios de BBVA ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento del PIB nacional hasta el 1,9% en 2019 (frente al 2,3% hace tres meses) y hasta el 1,6% en 2020 (frente al 1,9% anterior).
La Contabilidad Nacional y los datos de actividad más recientes revelan que la economía muestra un impulso algo más débil de lo previamente asumido.
Las sorpresas negativas de la revisión estadística revelan una composición del crecimiento menos sólida. En particular, se observa una ralentización de la demanda interna, explicada por la debilidad del gasto en consumo de las familias y derivada, en gran medida, de la atonía de la compra de bienes duraderos, que encadenan ya varios trimestres de caídas.
Por lo que respecta a la inversión, también ha mostrado un avance menos vigoroso de lo previsto. En particular, los buenos datos del primer trimestre en la compra de bienes de equipo han dado paso a cierta reversión durante los últimos meses. Asimismo, la inversión en construcción no residencial continúa con la fragilidad mostrada desde inicios del año, afectada en parte por la sorpresiva evolución de la inversión pública.
Buen comportamiento de las exportaciones
Dentro de lo destacable positivamente, los cambios estadísticos muestran que la evolución de las exportaciones ha sido relativamente buena, a pesar de la volatilidad en sus componentes. Por un lado, las de servicios tuvieron un inicio de año esperanzador, aunque el comportamiento reciente de los indicadores en el sector turístico supone un factor de preocupación. Por otro, las de bienes se aceleraron durante el segundo trimestre, apoyadas por el crecimiento de las ventas dentro de la UE.
Finalmente, los dos elementos del cuadro macroeconómico que menos volatilidad han aportado y que continúan apoyando la recuperación son el consumo público y la inversión en vivienda.
La economía española está preparada para el nuevo entorno
A pesar de la incertidumbre que rodea al panorama económico, BBVA subraya la fortaleza de España para soportar esta situación. En particular, mantiene que las empresas y las familias han avanzado de manera considerable para reducir los niveles de endeudamiento durante la última década. El sistema financiero presenta adecuados niveles de liquidez y capitalización.
Ambos factores hacen que el impacto de la política monetaria pueda ser mayor que en períodos donde no se daban esas condiciones. Además, no se percibe que se hayan generado desequilibrios en algunos sectores o mercados, como el inmobiliario o el laboral. Las ganancias de competitividad se mantienen y el cambio hacia una economía más abierta se ha consolidado.
En todo caso, hay que reforzar estos patrones y proteger a la economía con un plan integral de reformas que ayuden a reducir más rápidamente la brecha existente en empleo y salarios con el resto de la UEM. Una parte importante de la recuperación de los últimos años se explica por las medidas implementadas durante la crisis. Esa es la tarea que tendrá por delante el próximo gobierno si es que finalmente el Parlamento se pone de acuerdo.