El responsable de Análisis Económicos de BBVA Research, Rafael Doménech, ha concedido una entrevista el programa CFO´s Essentials, contenido ofrecido por Crédito y Caución, en la que ha desgranado algunas de las claves de lo que puede ocurrir en los próximos meses. Preguntado por la directora de contenidos de Capital Radio, Laura Blanco, el experto ha detallado las principales y oportunidades que todo financiero debe contemplar a lo largo de este año.
La máxima preocupación está en el camino hacia la desinflación
En cuanto a los riesgos, Doménech ha enumerado algunos ya muy comentados en todos los foros de análisis como la posible desaceleración de la economía china, o los de tipo geopolíticos.
Sin embargo, lo que más preocupa a esta fuente de BBVA está en los posibles obstáculos que pueden darse en el camino hacia la desinflación. Por ello, habrá que estar muy pendientes a “cómo se va a recorrer esta última milla para alcanzar los objetivos de inflación de los bancos centrales y cuál va a ser la respuesta de la política monetaria”.
Al hilo de esto, el financiero admite que ya se ha tocado techo en los tipos de interés y se muestra expectante ante un año, el 2024, en el que se empezará ya a iniciar el ciclo de bajadas de tipos de interés por parte de La Reserva Federal y del Banco Central Europeo. “Todo está sujeto a que no haya ningún cambio en ese proceso de desinflación o si tenemos una nueva perturbación que pueda generar inestabilidad en los mercados financieros”, aclara el experto.
La peor parte del camino ya está hecha, según Rafael Doménech
La buena noticia que adelante Doménech es que el tramo más duro de este proceso de desinflación parece haber terminado, al menos para las empresas y los hogares. Es una evidencia que manejan desde el servicio de estudios económicos de BBVA, aunque aún quedar por ver cómo se produce la consolidación fiscal en los países, lo cual afecta a los negocios.
“Las empresas en general han hecho bastante bien este trabajo de desapalancamiento, de reducción de los niveles de desnudamiento y lo que se han encontrado es que, efectivamente, los costes financieros son más elevados, pero con unas necesidades de hacer frente a devoluciones en su endeudamiento menor, con lo cual una cosa ha compensado a la otra”, afirma el analista.
Ahora la toca el turno al sector público y resolver un posible el problema de sostenibilidades de las finanzas. Es un riesgo que existe y “todos recordamos lo que sucedió con la crisis de la deuda soberana, la prima de riesgo, etc.”.
Siendo con las empresas, el economista mantiene que se no se han visto incrementos en la morosidad a pesar del aumento de los costes. En esa luca por equilibrar márgenes y costes, el tejido empresarial ha superado una situación complicada. Su recuperación, no obstante, se ha producido más lenta que la economía, sostiene Doménech.
Cambio de tendencia con la demanda
Siguiendo con el camino recorrido, esta fuente recuerda los años posteriores, los de la recuperación de la pandemia, por un marcado protagonismo de la demanda externa. El mercado internacional ha sido el motor de la recuperación, con fuertes exportaciones a regiones como Estados Unidos o países de la eurozona.
Sin embargo, desde la primera mitad de 2023 se está produciendo un cambio de tendencia, debido al estancamiento de la economía global. Este factor ha dado un peso más importante a la demanda interna, según explica Doménech. El consumo nacional ha pasado a ocupar un papel más importante que el exterior y lo cierto es que “este cambio no afecta por igual a todas las empresas”.
Crisis del sector industrial europeo
Este cambio de rumbo da pie al experto a abordar la economía europea y lo que está ocurriendo en ciertos sectores importantes como el industrial. “La previsión que manejamos para el 2024 es un crecimiento de cuatro décimas en la eurozona, lo cual es una situación de cuasi estancamiento”, afirma.
A nivel sectorial, los servicios parece que están siendo claves para sostener la situación, ya que la actividad industrial en Europa está en crisis, como consecuencia de la última crisis energética y la alteración de los precios. Se trata de un cambio estructural que habrá que tener en cuenta este año, sin duda.
Colaboración público-privada para mejorar la productividad en las empresas
Ante todos estos cambios, una de las claves para las empresas será en gestionar y mejorar la productividad, ante lo cual el experto insiste en el componte del factor humano, tecnológico y bienes de equipo. “Está en la mano de las compañías poder mejorar su eficiencia desde estos tres aspectos”, sentencia.
Eso sí, añade que esta mejora se hace mucho más sencilla al ir de la mano de la Administración. La colaboración entre el ámbito público y el privado será importante para facilitar esta labor, como termina concluyendo Doménech. “Hablamos de regulaciones, eficiencia de las AA.PP., seguridad y crear un clima adecuado para el negocio. Eso es fundamental para impulsar la inversión empresarial. La productividad es consecuencia de todo ello”.
Una solución a la paradoja laboral y a la escasez de talento
Respecto al mercado laboral, el especialista destaca que España vive una situación paradójica en tanto que aún arrastra cifras de desempleo importantes, pero hay una demanda que no termina de cubrirse. Para ello, propone, además de crear distintos incentivos para todos los actores, crear una especie de marketplace a gran escala, donde empresas y trabajadores vez que competencias se necesitan, sueldos y otra serie de datos cruzados que haría más dinámico al mercado de trabajo. Algo parecido a LinkedIn, pero a gran escala y más especializado en las necesidades de profesionales y negocios. Hay tecnología para ello, explica el entrevistado.