España ha dado un paso firme hacia la innovación con un aumento del 15,8% en su inversión en investigación y desarrollo (I+D) en 2023, según datos de Eurostat. Este crecimiento, 2,5 veces superior a la media de la Unión Europea (6,5%), posiciona al país como una de las economías con mayor dinamismo en este ámbito, superando a potencias como Alemania (7%), Francia (4,7%) e Italia (2,4%).
No obstante, el caso español al resp4ecto de la inversión en I+D no es aislado en la eurozona, ya que 26 de los 27 estados miembros registraron incrementos. Destacan países como Rumanía (+28,5%), Polonia (+22,6%) y Malta (+19,8%). La única excepción ha sido Irlanda, con una caída del 2%. Los países nórdicos siguen liderando el ranking europeo, con Suecia a la cabeza (3,57% del PIB).
Gracias a este esfuerzo inversor, España ha escalado al puesto 16 en el ranking europeo de intensidad en I+D, superando a Croacia. Sin embargo, sigue por detrás de países vecinos como Portugal (1,69%) y Francia (2,19%). Todos los rankings y datos pertinentes a la innovación en España se pueden ver en este site de la Fundación Cotec.
España recorta distancias con Europa
Por cuarto año consecutivo, España ha reducido la brecha en inversión en I+D respecto a la media europea. La ratio de inversión española alcanzó el 1,49% del PIB en 2023, frente al 2,22% de la UE. Aunque la diferencia se ha estrechado de 0,78 a 0,76 puntos porcentuales, todavía queda lejos del mínimo alcanzado en 2008 (0,52 p.p.).
En términos absolutos, España es el segundo país que más ha contribuido al crecimiento agregado de inversión en el continente, con 3.054 millones de euros, solo por detrás de Alemania (8.551 millones). Este dato es especialmente relevante considerando que España es la cuarta economía de la UE en tamaño.
Lejos de los líderes globales
Aunque España ha mostrado avances significativos, todavía está lejos de las grandes potencias globales en I+D. Economías como Corea del Sur y China han ampliado la brecha con España, destacando la necesidad de mantener y potenciar la inversión en este sector para competir en la economía del conocimiento.
El crecimiento en I+D es crucial para consolidar el tejido productivo español y avanzar hacia una economía basada en la innovación. Sin embargo, persisten desafíos estructurales, como el bajo gasto per cápita en comparación con la media europea (470 euros frente a 862 euros). Apostar por políticas públicas que fomenten la colaboración entre el sector privado y la academia, así como incentivar la transferencia tecnológica, será clave para mantener esta senda de crecimiento y cerrar la brecha con los líderes globales.