El presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado este lunes en Atenas que no contempla una nueva quita de la deuda griega para contribuir a hacer más gestionable la misma, al tiempo que ha considerado que "Grecia habría sido un buen ejemplo para Argentina" para evitar sus problemas actuales de suspensión de pagos.
ATENAS, 4 (EUROPA PRESS)
"No es parte de mi meditación", ha dicho Juncker en rueda de prensa conjunta con el primer ministro griego, Antonis Samaras, preguntado si cree que la deuda en el país será viable sin una nueva quita.
Samaras ha agradecido a Juncker su apoyo firme para que Grecia permaneciera en el euro a pesar de que muchos pedían su salida y ha asegurado que sin Grecia no hubiera permanecido en el euro estaría hoy en la situación de "default" como Argentina.
"Hemos hecho lo que hemos podido para evitar un default. Y esto fue gracias al hecho de que Grecia, con su ayuda presidente, permaneció bajo el paraguas europeo", ha asegurado Samaras, que ha insistido en que Grecia ha evitado la suspensión de pagos a los "muchos sacrificios" de los griegos y la "solidaridad europea, que no ha tenido precedentes".
"Grecia está en un punto que nadie pensaba que estaría hace dos años", ha subrayado el dirigente griego, que ha admitido que hay que "dejar atrás" los déficit "para siempre" pero hay que priorizar también el crecimiento.
Juncker ha admitido que como jefe del Eurogrupo entonces no fue "fácil" convencer de que "Grecia merecía la confianza de los otros" países europeos para ayudarle con un rescate. "Peleé como un león contra las intenciones de aquellos que querían tener un 'grexit' de la eurozona", ha asegurado el exprimer ministro luxembugués.
El luxemburgués ha rechazado paralelismos entre Grecia y Argentina, aunque ha admitido que Grecia hubiera sido un buen ejemplo a seguir por Argentina. "Grecia hubiera sido un buen ejemplo para Argentina para evitar los problemas que Argentina no ha podido evitar", ha asegurado.
CONFIANZA EN PORTUGAL
Por otra parte, Juncker ha mostrado plena confianza en que Portugal "pueda superar la presente crisis bancaria" tras la quiebra del Banco Espírito Santo (BES), la tercera entidad del país, con cuyo primer ministro ha hablado el luxemburgués.
Juncker ha avisado de que "las cosas todavía son muy frágiles" en Europa y ello requiere "ser muy cuidadosos con nuestras políticas económicas" aunque también h admitido la necesidad de tener "perspectivas de crecimiento", combinando la inversión pública y privada, sobre todo apostar por la privada. "No estamos al final del túnel y no quiero dar la impresión de que las cosas han quedado atrás", ha recalcado.