Montoro asegura que las medidas tributarias supondrán una "subida de salarios" y un "impulso" para la competitividad empresarial
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los partidos de la oposición en el Congreso, salvo CiU, han expresado este jueves una vez más su rechazo generalizado a la reforma fiscal, que ha superado su último trámite para poder entrar en vigor el 1 de enero, al considerar que hace el sistema tributario más "regresivo" sin resolver los problemas de ineficacia en la recaudación o fraude fiscal de los que actualmente adolece.
Para el portavoz socialista de Hacienda, Pedro Saura, esta reforma es una "oportunidad perdida" para solucionar los principales problemas del sistema –la lucha contra el fraude y la ampliación de las bases imponibles–, que son los que provocan que pese a tener unos de los tipos más altos de la UE la recaudación esté entre las más bajas.
Además, ha advertido de que el "estancamiento y la desigualdad" que "caracterizan" la situación actual del país no se resolverán mediante esta reforma fiscal, sino todo lo contrario, ya que los cambios impulsados por el PP suponen un "regalo fiscal al 10% más rico del país" mientras consagran "calderilla" para las rentas medias, los trabajadores, los autónomos o las pymes.
"Es una reforma muy ideológica, electoralista y muy irresponsable, porque son 9.000 millones de euros que necesitaríamos para avanzar en el Estado del Bienestar, que en estos ha retrocedido. Y es un dinero muy necesario porque tenemos un problema de deuda y déficit importante", ha zanjado Saura.
Alberto Garzón, de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), ha afirmado que esta reforma fiscal va contra los principios de la Constitución, que consagran la suficiencia del sistema para mantener el Estado del Bienestar y la progresividad en la contributividad. "La política de los últimos gobiernos ha sido antisistema. Van décadas de políticas fiscales erróneas para los intereses de la mayoría social pero muy acertadas para una minoría", ha dicho.
Y es que mientras se mantienen las subidas de figuras "regresivas" como el IVA, se "favorece una estructura fiscal clasista" que es más beneficiosa para las grandes empresas que para las pequeñas, o modificaciones del IRPF que siempre son al alza para los pobres y a la baja para los ricos. "Esto no ha cambiado, esta reforma fiscal no ha cambiado el rumbo ni la filosofía regresiva", ha lamentado, criticando la escasa actuación en el ámbito del fraude fiscal.
También el portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha lamentado que se haya "perdido una oportunidad histórica" para acometer la reforma fiscal que "España necesita desde hace tiempo", afrontando sus tres principales carencias: ampliación sustantiva de las bases imponibles, mejora de la lucha contra el fraude y simplificación del sistema. Algo que no solucionan tampoco las enmiendas del Senado, que son ""sólo enmiendas de imagen".
De hecho, a entender del diputado magenta la decisión del PP de dejar el "impuesto más visible" (IRPF) como lo encontró al inicio de la legislatura y manteniendo el resto de subidas decididas durante estos tres años, responde al intento de "disimular" el incumplimiento de las promesas electorales de 2011 a un año de los próximos comicios generales. Asimismo, considera un "error" que se haya abordado esta reforma "al margen" de las comunidades autónomas y sin tocar su financiación.
REFORMA REGRESIVA.
Para Teresa Jordà (ERC), los cambios aplicados "agudizan la tendencia de que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres". "Su reforma fiscal no es una reforma, es más de lo mismo", ha añadido, criticando que mientras el Estado "mantiene impunemente su despilfarro" no comparta con las comunidades autónomas el incremento de ingresos derivado de la subida, por ejemplo, del IVA.
Olaia Fernández Davila (BNG) cree que las tres leyes conllevan "meros retoques" que empeoran la "inequidad" del sistema y lo hacen "menos progresivo". "Se incrementa la injusticia en el reparto de la riqueza, y no se aprovecha para incrementar los ingresos del Estado mientras la mayoría social se empobrece", ha lamentado.
Por Amaiur, Rafael Larreina ha mostrado su "preocupación" porque las leyes vuelven del Senado "casi peor de como entraron" en las Cortes, y ha criticado en particular la norma del IRPF, que "es regresivo y no beneficia a las personas con menos posibilidades". En cuanto al Impuesto de Sociedades, ha advertido de que "se sigue sin atajar el problema estructural fundamental del fraude y la elusión".
El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, ha valorado la modificación relativa a la actualización de balances, que los nacionalistas vascos habían acordado con el Gobierno en el Congreso pero que luego el PP no aceptó e incluyó en el Senado con una enmienda propia, prueba del "vampirismo político" del PP. Y ha reiterado su abstención en la mayor parte de enmiendas dado que el País Vasco tiene su propio marco fiscal.
MODERADAMENTE SATISFECHOS.
Sólo Josep Sánchez Llibre, portavoz económico de CiU, se ha declarado "moderadamente satisfecho" con las negociaciones "duras, profundas y arduas" mantenidas tanto en el Congreso como en el Senado, que han permitido acordar cambios "muy importantes" que han permitido "salvar de la quiebra" a sectores como el de las flores y las plantas o el de las televisiones y radios autonómicas, y también mantener la exención en el IVA para los comedores escolares.
No obstante, el nacionalista catalán ha advertido de que su formación seguirá insistiendo en los temas que han quedado pendientes, particularmente la rebaja del IVA cultural y las deducciones medioambientales para atraer ciertas inversiones, sobre todo si la evolución de la economía en 2015 es favorable.
SE NOTARÁ DESDE EL 1 DE ENERO.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha aplaudido la aprobación definitiva de la reforma fiscal, recordando que conllevará una "subida de salarios" para los trabajadores españoles por la reducción del IRPF y también un "impulso" para las empresas al "mejorar su capacidad de competir y de invertir".
"Los contribuyentes españoles percibirán sus efectos a partir de comienzos de 2015", ha indicado el ministro en declaraciones a los medios, cuando el Pleno del Congreso aún debatía las enmiendas del Senado a los tres proyectos de ley. Y ha añadido que esta reforma "se encaja en la política económica que está permitiendo que España salga de esta crisis con uno de los crecimientos más altos de la UE", lo que está contribuyendo también a la creación de empleo.
Preguntado por el impacto que las reformas tributarias que las comunidades puedan decidir en su ámbito competencial, el ministro ha dicho que no será relevante, ya que la reforma fiscal no está "proyectada sobre la financiación autonómica y local", y ha recordado que no todas las regiones están en la misma situación en relación con la corrección del déficit, por lo que no todas tomarán las mismas decisiones.
LOS IMPUESTOS SEGUIRÁN BAJANDO.
Finalmente, la portavoz adjunta del PP Matilde Asián ha asegurado que esta reforma "contiene una bajada de impuestos" pero es "mucho más" ya que servirá para "potenciar el desarrollo económico y social". "Los ciudadanos tendrán más disponibilidad de dinero y eso, unido a unas expectativas económicas mejores fruto de una adecuada política económica, hará que nuestras empresas inviertan más y mejor y creen más empleo", ha insistido la diputada canaria, defendiendo que esto es "una política fiscal expansiva".
Gracias a ello "se incrementarán el consumo, la inversión y el empleo" y el país entrará en un "círculo vicioso que permitirá cumplir las previsiones de recaudación, crecimiento y empleo". Y, una vez recuperada la recaudación tributaria y "garantizada la financiación de los servicios públicos", el Gobierno 'popular' "volverá a bajar los impuestos de nuevo". "Es nuestro compromiso", ha zanjado.