La economía circular es presente y futuro. Presente porque muchas las grandes compañías españolas ya están integrando este modelo, con resultados positivos tanto para su cuenta de resultados como para la protección del medio ambiente.
Y es futuro porque así se establece en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. La economía circular es una estrategia clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Se trata de un cambio de paradigma que requiere la participación activa de todos los agentes sociales: gobiernos, empresas, consumidores y ciudadanía en general. Solo así podremos construir un futuro más justo, equitativo y respetuoso con el medio ambiente.
¿En qué consiste la economía circular?
La economía circular es un modelo de producción y consumo que busca reducir al mínimo los residuos y el impacto ambiental de las actividades humanas. Se basa en tres principios: reducir, reutilizar y reciclar. De esta forma, se aprovechan al máximo los recursos disponibles y se evita el desperdicio de materiales y energía.
La economía circular es la mejor forma de cuidar el planeta porque contribuye a preservar los ecosistemas, a mitigar el cambio climático y a mejorar la calidad de vida de las personas.
Entre los beneficios que aporta, se puede destacar el ahorro de recursos naturales y materias primas, lo que reduce la dependencia de fuentes externas y la vulnerabilidad ante las fluctuaciones del mercado; así como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la huella ecológica, lo que favorece la adaptación y la resiliencia frente a los efectos del calentamiento global.
Se dice que es economía, porque este modelo es el que está llamado a generar el empleo y riqueza del próximo siglo. Y es que ya empieza a verse una clara generación de empleo verde y de oportunidades de innovación y desarrollo, lo que impulsa la competitividad y el crecimiento económico sostenible.
Por último, aunque no menos importante, la economía circular mejora de la salud y el bienestar de la población, lo que reduce los costes sanitarios y sociales asociados a la contaminación y las enfermedades.