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El pánico hace volar al dólar y hace tambalear a los mercados

La propagación del coronavirus y las extremas medidas que se han adoptado para controlar la pandemia han causado estragos en los mercados financieros de todo el mundo. En las divisas, la reacción ha sido una huida hacia la supuesta seguridad del dólar americano. Este es el análisis de Ebury.

Las principales divisas del mundo cayeron bruscamente contra el dólar, incluso el yen japonés. La peor parte se la llevaron las monedas dependientes del petróleo, ya que a la caída de su precio hubo que sumar la atmósfera de miedo generalizada.

El Covid hace volar al dólar

Los datos económicos que se conocerán esta semana deberían empezar a reflejar el enorme daño causado por la pandemia. El martes se publicarán los índices PMI de actividad de la Eurozona y de Reino Unido, y el jueves las solicitudes semanales del subsidio por desempleo en EE.UU., de las que se esperan los peores resultados de la historia.

Más relevante aún para los mercados de divisas será la evolución de la pandemia en los países que han decretado su aislamiento o en aquellos que se encuentran barajándolo. El incremento del número de contagios en EE.UU. hace dudar sobre cuánto durará la subida del dólar, sobre todo si las cifras de Italia y España dejan de empeorar.

Estamos ante una crisis económica sin precedentes. Sin embargo, hay motivos para mantener la esperanza. Las autoridades monetarias y fiscales de todo el mundo están preparando una respuesta no vista antes, y a diario se anuncian nuevas medidas fiscales, garantías de crédito e inyecciones de liquidez a gran escala. Todos los gobiernos están preparados para hacer “lo que sea necesario”, por lo que la vuelta a una estructura económica normal tan pronto como la epidemia esté bajo control puede ser algo razonable.

Libra: sumida en las decisiones de Boris Johnson

La semana pasada la libra se vio más afectada que el euro, debido, en parte, a los giros de la administración Johnson, que admitió que será necesario tomar medidas de aislamiento para contener el virus. El Banco de Inglaterra redujo de nuevo las tasas y anunció 200 mil millones en compra de bonos, así como programas para dirigir la financiación a las pymes.

Mientras que el índice PMI de mañana mostrará la influencia de la crisis, más importante serán las actuaciones que se anuncien tras la reunión del banco central del próximo jueves -que sigue en agenda a pesar de las medidas de la semana pasada-.

Euro: se avecina una fuerte recesión

Con España e Italia en pleno aislamiento y otras economías de la eurozona sujetas a crecientes restricciones, no cabe duda de que se avecina una fuerte recesión. Sin embargo, el anuncio por parte del BCE del nuevo programa de compra de bonos por valor de 750.000 millones de euros destinado a apoyar la deuda soberana llevará a que los países afectados puedan financiar grandes déficits fiscales sin temor a los mercados.

De hecho, el freno de los últimos tres días de los spread supone un rayo de esperanza. De momento habrá que prestar especial atención a la evolución de la epidemia en los diferentes países y esperamos que las drásticas medidas que se están tomando empiecen a «doblar la curva” de contagiados lo antes posible.

El dólar estadounidense crece en esta pandemia

Si el instinto más común entre los inversores ante una crisis mundial es huir hacia la seguridad del dólar estadounidense, esta pandemia -hasta ahora- no ha sido una excepción. El fortalecimiento del dólar ha estado en parte motivado por el hecho de que Europa está siendo la más afectada, aunque esto pueda deberse a los escasos test que hasta ahora se han llevado a cabo en el país americano. De hecho, a día de hoy, EE.UU. se ha convertido en el país con el mayor número de nuevos casos diarios, incluso por delante de Italia.

A medida que las pruebas de detección aumenten, los números empeorarán, lo que limitará la subida del dólar. De forma más inmediata, nos mantenemos a la espera de conocer el paquete de estímulos fiscales de EE.UU. en respuesta a la crisis, y el próximo jueves prevemos los peores resultados históricos de las solicitudes semanales del subsidio por desempleo.


Por Enrique Díaz-Álvarez

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