Directivos y Empresas

Vuelve la guerra comercial: ¿cómo afecta a los mercados?

Lo que antes era el eje central de preocupación para los inversores y que denominábamos riesgos geopolíticos, como el Brexit o la Guerra Comercial entre EE.UU. y China, ahora han quedado eclipsados por el coronavirus y su impacto económico a nivel mundial.

Aun así, los inversores deberían preocuparse del futuro comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo, en especial por el rumbo que ha tomado el presidente Donald Trump acusando directamente a China como responsable de la pandemia que vivimos, y que ha encontrado cierto apoyo entre algunos líderes europeos y también en Australia. 

En un año de elecciones generales en EE.UU., y tras el colapso económico, Trump ha tenido que cambiar su estrategia, antes basada en la baja tasa de desempleo, el ciclo económico más largo de la historia y el buen comportamiento de las bolsas que estaban en máximos históricos, y buscar otro camino a falta de pocos meses para las elecciones. 

Trump señala a China como responsable de la pandemia y se recrudece la Guerra Comercial.

Con una gestión sanitaria del Covid-19 deficiente, y lejos de la realidad que presenta a sus ciudadanos, la baza de culpar a China está ganando fuerza cada día que pasa. Pero esa postura pone en jaque uno de sus mayores logros, la firma del primer acuerdo comercial con su homólogo Xi Jinping, en enero de este mismo año. 

¿Vuelve la guerra comercial?

De hecho, antes de la pandemia, la expectativa de los inversores se centraba en cuando se llevaría a cabo la fase dos de dicho acuerdo comercial, que permitiría retirar parte de los todavía 250.000 millones de dólares de productos chinos que importan los estadounidenses y que aún están sujetos a aranceles. En el momento actual, no solo ha quedado fuera de la agenda ese segundo paso, sino que se pone en cuestión la fase uno acordada. 

Para un observador objetivo parece difícil de entender cómo, lo que antes era un catalizador de fuertes movimientos en el mercado en función de los avances o retrocesos en la guerra comercial, ahora pasa totalmente desapercibido. Y es que, para comprender el comportamiento de los mercados, al menos en el corto/medio plazo, lo primero que hay que hacer es analizar el sentimiento de los inversores, que a la postre son los que compran y venden y definen las tendencias de los precios. 

Y en este aspecto hemos visto un cambio radical, en el que hemos pasado de un pesimismo extremo ante el desplome económico a nivel mundial, a un optimismo basado en las intervenciones masivas de los Bancos Centrales y los programas de estímulo fiscal, llevados a cabo por los Gobiernos del mundo entero.

Vacuna y recuperación económica

Ya no preocupa el avance de la pandemia y los estragos que está dejando, o los riesgos de una segunda ola de contagios durante los próximos meses, sino la expectativa de que para finales de 2020 es probable que haya una vacuna, quien sabe cómo de efectiva y si tendrá efectos secundarios, ya que su desarrollo exprés está obligando a hacer en pocos meses lo que se tarda normalmente en desarrollar años, lo que lleva implícito que muchas pruebas de seguridad se están acortando o eliminando con tal de conseguir un remedio. 

Tampoco parece que a los inversores les importe tanto que estemos en la mayor depresión económica del último siglo, porque tienen fe ciega en que la recuperación será en “V”, lo que hará que para 2021 estemos donde estábamos antes del coronavirus. Personalmente no comulgo con la mayoría de los analistas e inversores, y veo un futuro incierto y preocupante en todos los aspectos, incluida la guerra comercial.


Por Pablo Gil – Jefe de Estrategia de XTB

Salir de la versión móvil