Lo cotidiano que resulta beberse un vaso de agua o regar un cultivo tiene tras de sí una importante política de innovación y calidad por parte de las empresas responsables de la distribución y el suministro en el vital sector del agua. Agbar, como empresa de referencia en esta actividad, ha cifrado en más de 17 millones de euros la cantidad que destinan cada año en investigación e innovación. Así lo ha manifestado el director general de la compañía, Josep Bagué, durante una intervención en el Colegio de Economistas de Cataluña. “En estos momentos, un 1% de nuestra cifra de negocio está destinada a la innovación, a la investigación y al desarrollo. Esto significan más de 17 millones de euros, 235 profesionales con dedicación exclusiva y 224 proyectos desarrollados en un año”, ha declarado el directivo.
Son cifras encaminadas a reafirmar el compromiso que mantiene con la compañía a nivel técnico y social que sirven además para enfrentarse a retos que tiene por delante el sector del agua como la reutilización. Es la idea por la que siempre ha apostado el presidente de la compañía, Angel Simón y por la que pasa la llamada gestión sostenible del agua, muy relacionada con la economía colaborativa que ya está viendo la luz.
El impacto económico de Agbar
Una cuestión del todo conocida y practicada por esta empresa cuyo impacto en la región catalana solo en el año 2015 fue de 1.960 millones de euros, lo que supone 5,4 millones diarios, según un informe de la Cámara de Comercio de Barcelona. Esto se traduce en contribución al crecimiento del PIB y la generación de puestos de trabajo. “Por cada 100 euros de facturación directa de Agbar, se generan de manera indirecta e inducida 120 euros”, indica el director general. Es, en definitiva, una compañía tractora de la actividad económica capaz de beneficiar en término de riqueza y valor añadido a 19 sectores.
Según los estudios, el sector del agua concentra casi el 50% de la facturación total generada y el 48,2% del VAB total. Bagué lo ejemplifica de la siguiente manera: “Por cada 100 ocupados directos, se generan 295 ocupados adicionales. Es decir, los puestos de trabajos indirectos triplican los directos”.
De modo que además de fijarse en áreas como la potabilización y distribución del agua, las cifras de impacto también se reparten en otras profesiones como la fabricación de maquinaria; construcción; actividades inmobiliarias; gestión de residuos y saneamiento; actividades jurídicas, contables y asesoría fiscal; producción y distribución de energía eléctrica o industria química, entre otros.
Agbar tiene la meta de ser autosuficiente en el consumo de energía
Objetivo del residuo cero
Siguiendo con la dinámica de la economía circular, esta óptica permite plantearse objetivos ambiciosos, aunque alcanzables, como el no residuo y balance cero en el consumo energético en todas las plantas. Es decir, consumir tanta energía como la que sea producida. O lo que es lo mismo: Agbar tiene la meta de ser autosuficiente en el consumo de energía. Tras 150 años de existencia y dedicados en exclusiva a las tecnologías referentes al mundo del agua, la estrategia ahora se completa con actuaciones que cuiden tanto a las ciudadanos como a su población.