Los gases renovables y el biometano en particular emergen como una de las grandes soluciones energéticas para la reducción de emisiones en todas las actividades económicas, lo cual incluye al sector residencial. La apuesta de Naturgy sobre esta opción es muy firme y ya se ha empezado a materializar en proyectos concretos. En clave de país, son necesarios más incentivos para no perder una oportunidad muy clara y estar cerca de los referentes en estos momentos: Francia y Alemania.
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España sigue su camino de la descarbonización económica. Lógicamente, el sector energético es el que lleva la delantera hacia la ambiciosa meta de la neutralidad. Suyo es el reto de introducir las renovables en las actividades económicas, llegando finalmente a los usuarios finales. Conocidas y muy expandidas las bondades de la energía eólica o solar, el siguiente desafío es profundizar en la producción de los gases renovables, de los cuales el biometano se erige como la opción más prometedora. Sobre esta alternativa, España tiene un potencial enorme, aunque en la actualidad acumula un importante retraso frente a otras regiones europeas como Francia o Alemania. El país galo tiene más de 400 plantas en operación, una cifra muy lejos de las 10 que tiene España.
De este modo, el país debe pisar el acelerador tal y como ya lo está haciendo Naturgy, referente indiscutible en el desarrollo del biometano en el territorio nacional. Dentro de su estrategia de mix energético y equilibrado y su apuesta por la transición justa, la compañía lidera este sector junto al hidrógeno verde. La organización tiene presente el potencial español para el biometano y aspira a impulsar el biotemano para su uso en diferentes finalidades. Según un estudio realizado por SEDIGAS, España podría suministrar con biometano el equivalente al 40% de la demanda del gas natural, lo cual permitiría ahorrar la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano a la atmósfera. En términos económicos, el ahorro para los consumidores sería de en torno a 4.000 millones de euros por la reducción de compras a países terceros.
Biometano, una tecnología madura
Aunque ahora se encuentre en pleno desarrollo, el biometano es una opción bien conocida en el sector industrial, de hecho lleva presente más de 50 años. Así que se puede decir que es una tecnología madura que aporta estabilidad y capacidad de almacenamiento al sistema eléctrico. Pero es ahora, en plena transición energética, cuando se está confirmando el potencial de esta alternativa tan flexible frente a otras energías.
El beneficio más destacable del biometano es que es totalmente compatible con el gas natural, debido a que se usa la misma molécula. De este modo, se puede aprovechar toda la infraestructura disponible en este momento para el transporte y la distribución. Respecto a los usuarios finales, hay que apuntar que se necesita un menor esfuerzo inversor que otras energías, lo cual posibilita una rápida penetración al sistema. En otras palabras, no se pone en peligro el suministro energético y los precios son más asequibles que otras opciones.
Los expertos coinciden y resumen las virtudes del biometano como la vía de descarbonización más sostenible medioambiental, económica y socialmente, porque implica emisiones netas negativas, economía circular y reducción de residuos. Su uso puede ser universal y las contribuciones económicas convierten a este gas renovable en un elemento crucial para el futuro sostenible y seguro desde el punto de vista energético.
Un uso estratégico para el sector industrial
Por iniciativa de Naturgy y su distribuidora Nedgia, el biometano ya es una realidad en el ámbito industrial. Ejemplo de ello es el acuerdo suscrito con la papelera Lecta para el suministro de este gas renovable a los centros de producción de esta compañía ubicados en Leitza (Navarra) y Zaragoza. Asimismo, cabe destacar el acuerdo firmado el pasado mes de enero con Inditex para cubrir con biometano el 75% del consumo de gas natural de las instalaciones que el grupo textil tiene en Arteixo y Laracha. Sin duda, vendrán más casos de este tipo, ya que para la industria es fundamental alcanzar los objetivos nacionales y europeos en la reducción de emisiones.
Además, Nedgia ya trabaja en la conexión de otros 45 proyectos para inyectar gas renovable en su red, con un volumen de 2.400 GWh/año, lo cual equivale a medio millón de hogares. El 70% de estos proyectos se concentra en las regiones de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cataluña. Es de prever que la esta dinámica tenga continuidad ya que el uso de los gases limpios tiene un carácter estratégico para el sector industrial. Se necesitan fórmulas que no resten competitividad a este tipo de empresas y los gases renovables cumplen a la perfección con esta máxima.
Clave para descarbonizar los hogares
En el ámbito doméstico, las palabras del CEO de Nedgia, Raúl Suárez, son meridianamente claras: “el biometano es la forma más sostenible de alcanzar la descarbonización residencial”. A esta reflexión se unen unas cifras que son rotundas, ya que con el 30% del potencial del biometano que existe en España se puede descarbonizar todo el parque de viviendas en el país. Por si fuera poco, hay que añadir que los propietarios no tendrían que afrontar ningún tipo de coste.
Y es que todas las calderas presentes en los domicilios están preparadas para funcionar al 100% con biometano sin necesidad de reemplazarse o de realizar nuevas inversiones. Tampoco hay que hacer adaptaciones en la infraestructura gasista que suministra esta energía a los hogares. En este punto, cabe destacar que la última directiva de la Comisión Europea no prohíbe las calderas de gas, sino que recomienda la sustitución por equipos con mejor rendimiento. No obstante, la introducción del gas renovable garantiza el mismo rendimiento a la caldera.
Al igual que los movimientos corporativos citados anteriormente en el ámbito industrial, Naturgy (Nedgia) también está haciendo lo propio para promover el uso de este gas renovable en el sector residencial. La entidad ha firmado acuerdos con las inmobiliarias AEDAS Homes, Habitat y Hercesa | hi! Real Estate para llevar esta alternativa energética a sus promociones de viviendas (aproximadamente 1.200 hogares). Dichos acuerdos representan un ejemplo claro de cómo se puede llevar el biometano al consumidor final.
Un aliado para el desarrollo rural
No menos importante es el impacto que tiene el biometano en el ámbito rural. Este gas limpio promueve la economía circular por su optimización de los residuos y además genera empleo en estas zonas. Estas condiciones son factores importantes para la atracción de inversiones en los sectores primarios. No hay que olvidar que los residuos ganaderos y agrícolas son una de las grandes materias primas para su producción. Finalmente, toda la actividad que se genera en torno al biometano permite añadir una solución a la despoblación de estas zonas en España.
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Los números de Naturgy y el gran reto que tiene por delante España
Desde sus distintas iniciativas e infraestructuras, Naturgy se confirma como el actor más destacado en España en el impulso del biometano. Su modelo de actuación se basa en colaboraciones multisectoriales y alianzas. En la actualidad, gestiona una robusta cartera de proyectos en España en distintas fases de desarrollo, para lo cual dispone de tres plantas propias de biometano que ya están inyectado este gas renovable a la red. Nedgia, distribuidora del Grupo, suma una red compuesta por más de 57.000 kilómetros que está presente en 1.150 municipios.
En el horizonte de 2025, Naturgy espera alcanzar una capacidad de 100 GWh/a de biometano para la venta a sus clientes (el equivalente al consumo de 20.000 familias). Para 2026, estos datos podrían multiplicarse por cinco.
El reto pasa por escalar este gas renovable en España, de forma que no se pierda una oportunidad clave para gozar de una posición de referencia en Europa. Para seguir la estela de otros vecinos de la UE, el país debe profundizar en los inventivos y en la regulación. Por el momento, la hoja de ruta pasa por el reciente borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en el que se ha duplicado el objetivo de producción de gases renovables hasta los 20 TWh/año en 2030. Por su parte, el plan RepowerEU fijó la meta proporcional de producción de 35 TWh. Queda mucho trabajo por delante.