El precio del litro del gasóleo ha caído un 2,3% en la última semana, para situarse en los 1,311 euros, su nivel más bajo desde principios de julio de 2012, según datos recogidos por Europa Press del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El precio del litro del gasóleo ha caído un 2,3% en la última semana, para situarse en los 1,311 euros, su nivel más bajo desde principios de julio de 2012, según datos recogidos por Europa Press del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
Por su parte, el litro de gasolina se ha abaratado esta semana un 1,75%, hasta los 1,403 euros, y se sitúa en los precios en los que arrancó el presente ejercicio.
De esta manera, los dos combustibles mantienen su tendencia a la baja de los últimos meses. En el caso del gasóleo, ha caído semana a semana desde comienzos de marzo, con excepción de en una ocasión, mientras que la gasolina también ha recortado progresivamente su precio.
Así, desde principios de marzo, el precio del litro de gasolina ha caído un 5,7%, mientras que en el caso del litro de gasóleo se ha abaratado un 6,1%.
Estas bajadas de precio en los carburantes de automoción ha coincidido con fuertes abaratamientos del crudo en los mercados internacionales en las últimas semanas, que llevó al barril de Brent desde los 106 dólares a situarse por debajo de la barrera de los 100 dólares en la pasada semana.
Actualmente, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, repunta, aunque ligeramente, con respecto a la pasada semana, cotizando a 101,15 dólares, mientras que el Texas 'sweet light' americano se cambia a 90,32 dólares, por los 87,2 dólares de hace una semana.
MÁS BARATO QUE EN LA UE.
Con respecto a Europa, los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,567 euros, y a 1,596 euros en el caso de la zona euro. Por su parte, el precio del litro de gasóleo se sitúa en 1,418 euros de media en la UE de los 27, y en 1,398 euros en la zona euro.
El menor nivel de precios finales en España con respecto a los países del entorno se debe a que el país, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos autonómicos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.