La verdadera razón de ser de unos premios sobre emprendimiento o cualquier reto que lanza una institución está en hacer realidad proyectos, escalarlos y resolver necesidades que tiene el mercado en un momento puntual.
Sirva como ejemplo el hito que ha logrado el Instituto de Bioeconomía de la Universidad de Valladolid, en su momento galardonado con la I edición del Premio Fundación Naturgy-CSIC a la Investigación y la Innovación Tecnológica en el ámbito energético.
Este galardón reconoció el potencial en tenía el proyecto CO₂UP, liderado por el investigador Ángel Martín (en la foto destacada). Su desarrollo plantea una solución innovadora para capturar y transformar el CO₂ en productos químicos de alto valor añadido gracias al uso de la biomasa. Este proceso contribuiría y sería de gran ayuda en la lucha contra el cambio climático.
Y los resultados se han hecho realidad, después de la presentación de la evolución del proyecto que ha tenido lugar recientemente en la sede del CSIC.
Según los investigadores, el Proyecto CO₂UP ha alcanzado un avance significativo con el diseño, construcción y validación de una planta piloto que ha permitido probar con éxito la viabilidad del proceso. Gracias a esta instalación, se ha podido analizar en detalle la eficiencia del sistema, optimizando factores clave como la relación estequiométrica de los reactivos, lo que reduce el consumo energético y mejora la competitividad frente a tecnologías convencionales de captura de CO₂.
Los expertos han logrado convertir el dióxido de carbono en ácidos orgánicos y alcoholes, como ácido fórmico, metanol y ácido acético, productos esenciales para múltiples industrias. Además, han desarrollado avanzados sistemas de separación mediante membranas selectivas, lo que ha permitido mejorar la eficiencia del proceso y abrir la puerta a una futura escalabilidad industrial.
El reto de Proyecto CO₂UP es llevarlo a gran escala
El éxito del proyecto CO₂UP ha despertado gran interés en el sector energético y ha sido reconocido en revistas científicas y congresos internacionales. En el plano industrial, el siguiente paso es ampliar la escala del proceso hasta 25.000 kg de CO₂ al año, con el objetivo de integrarlo en infraestructuras con altas emisiones, como la caldera de biomasa de la Universidad de Valladolid.
Desde la Fundación Naturgy, su presidente, Rafael Villaseca, ha subrayado el impacto de este premio en la aceleración de la transición energética en España y destaca el papel de su Fundación como agente clave para la promoción y la investigación en el ámbito de la energía.
Por su parte, Eloísa del Pino, presidenta del CSIC, ha destacado la importancia de esta colaboración, ya que “refuerza el compromiso del CSIC con la investigación de excelencia y la innovación en sostenibilidad energética, fomentando el desarrollo de tecnologías avanzadas para la descarbonización y la economía circular, y promoviendo modelos energéticos más eficientes y sostenibles”.
El proyecto CO₂UP es un claro ejemplo del papel de la ciencia y la tecnología en la lucha contra el cambio climático. La capacidad de transformar el CO₂ en recursos útiles no solo impulsa la descarbonización, sino que también abre nuevas oportunidades para sectores industriales que buscan reducir su huella ecológica.
