La política de innovación de una empresa debe seguir un camino paralelo a su actividad diaria de negocio. Porque tan importante es obtener rentabilidad como asegurarse un futuro cargado de valor añadido. Cierto es que hay sectores más necesitados de innovación que otros, pero ello no supone que se deba abandonar una parcela clave para cualquier ámbito de actuación.
La energía pasa por ser uno de esos sectores en los que la I+D debe estar asociada a la genética de cada compañía por todo lo que implica la cuestión energética: bienestar, medioambiente, calidad de vida y, al fin y al cabo, necesidad. España no se puede quejar del posicionamiento de sus empresas en este sentido, pero tampoco cabe relajarse porque nuestro país sigue necesitando un plus para ser verdaderamente una referencia en el mundo.
Un ejemplo de estrategia innovadora se podría encontrar en Red Eléctrica, quien en estos momentos está desarrollando 64 proyectos para los que está invirtiendo una partida superior a los 9 millos de euros. La compañía, tras la nueva estrategia aprobada el año pasado, se ha fijado como objetivo potenciar su innovación, de modo que actúe como palanca de crecimiento y sostenible. Por ello, los proyectos que mantiene en desarrollo giran en torno a cuatro ejes: personas, sostenibilidad, tecnología y digitalización.
Para impulsar dicha estrategia, el Grupo ha constituido un Comité de Innovación que está integrado por directores de áreas representativas. Por otro lado, con la intención de alentar esta cultura, se crearon los llamados Premios a la Innovación de Red Eléctrica, cuya segunda edición se celebrará a finales de este año.
Ejemplos de innovación
Por citar algunos ámbitos concretos de actuación, la empresa está trabajando con la realidad virtual para la formación de sus equipos de trabajo en seguridad laboral. Además se está empezando a contar con la robotización para las actividades de riesgo, mientras que el uso de drones está tomando protagonismo para las labores de mantenimiento de las líneas eléctricas.
Respecto a la sostenibilidad, existe un proyecto por el cual la empresa está evaluando la sustitución del aceite mineral en los transformadores de potencia de 400 kilovoltios por un aceite vegetal biodegradable, que pasa por ser más respetuoso con el medioambiente. De momento, los primeros ensayos están arrojando buenos resultados, aunque todavía se siguen haciendo pruebas al efecto.
En la vertiente técnica, la entidad trabaja en distintos proyectos que alcanzan el ámbito europeo. En estos trabajos la tecnología está muy presente a la hora de comprender el comportamiento de energías renovables, incrementar la capacidad de control de frecuencia y la tensión de sistemas eléctricos aislados o para superar diversas barreras técnicas de la red paneuropea, por citar unos ejemplos. Asimismo, Red Eléctrica está invirtiendo grandes esfuerzos en el campo del almacenamiento de energía tratando de buscar un mix energético en condiciones de seguridad con garantía de suministro.
Por último, en el vector de la digitalización, la Estrategia Digital del Grupo está pendiente de definir, si bien se espera una nueva batería de iniciativas que actuarán como eje transversal de toda la actividad de innovación.
