En su análisis semanal del impacto que está causando el coronavirus al mercado de divisas, Ebury habla nuevamente de una volatilidad a niveles muy altos, con el dólar como refugio principal.
Ante la situación creada por la crisis mundial del COVID-19, la reacción en los mercados financieros ha sido agresiva, y se han adoptado posiciones similares a las de la crisis financiera de 2008/09. Los mercados de valores se han llevado la peor parte de las caídas, consecuencia de una huída general de los activos de mayor riesgo en favor de los refugios seguros o, en muchos casos, del abandono del mercado. En el mercado de divisas, la estrategia más común durante gran parte de las últimas semanas ha sido la compra de dólares estadounidenses y, concretamente, en detrimento de las divisas de los mercados emergentes-
En el informe de Ebury, se puede señalar que “sin ningún precedente histórico en el que basarse, hacer cualquier tipo de previsiones con precisión se antoja muy difícil, especialmente a medio y largo plazo”. Lo que es casi seguro es que la gran volatilidad del mercado continuará a niveles muy altos, sobre todo mientras el virus aún no haya alcanzado su punto máximo en las áreas económicas clave del mundo (Europa y Estados Unidos).
El dólar, divisa segura a corto plazo
A corto plazo es posible que sigamos viendo al dólar como la divisa segura preferida, aunque es probable que el fuerte aumento del número de casos que estamos viendo en Estados Unidos limite el atractivo de la divisa. En lo que respecta a las divisas de los mercados emergentes, creemos que la dirección y la magnitud de los movimientos serán en gran medida idiosincrásicos y dependerán en buena parte de los fundamentos macroeconómicos de cada país y otros factores (como el posicionamiento en el mercado y la liquidez).
Los tres indicadores clave que se exponen aquí son: i) las reservas de divisas en relación con los meses de cobertura de las importaciones, ii) la deuda externa como % del PIB y iii) el saldo de cuenta corriente como % del PIB. A continuación observamos estos indicadores aplicados en diez divisas de mercados emergentes.