Una buena panificación de la economía doméstica es clave para las familias, para lo cual la educación financiera es crítica. Un estudio hecho a universitarios concluye con el 41% de ellos no supo valorar si un producto de inversión tenía riesgos.
La alfabetización y educación financiera es un reto tanto para la población adulta como para los jóvenes. Así lo confirma un estudio hecho con 370 estudiantes de grado de la universidad y a personal colaborador llevado a cabo por profesores de los Estudios de Economía y Empresa en 2018.
En esta investigación se destaca que los encuestados, de media, solo responden correctamente la mitad de las preguntas sobre conocimientos financieros. «Principalmente fallan en preguntas sobre la rendibilidad, el funcionamiento de un bono y el tipo de interés», alerta Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de la UOC.
Un 66 % de la muestra no sabe diferenciar un tipo anual con pago trimestral de uno con pago anual, y menos de un 15% conoce correctamente el funcionamiento de un bono, que se considera un producto «financiero de activo no complejo».
Muchos no saben valor el riesgo de una inversión
Asimismo, también se analiza la capacidad numérica de los encuestados y la capacidad para estimar el riesgo. Los resultados son aún más preocupantes, ya que el 53% de la muestra no responde bien ninguna pregunta, lo que demuestra una habilidad numérica nula y no saber hacer correctamente operaciones matemáticas; y el 41% de los encuestados demuestra no tener capacidad para estimar el riesgo adecuadamente.
Analizados los datos por géneros, en los cálculos y operaciones matemáticas, el 61% de las mujeres no respondió ninguna pregunta numérica correctamente frente al 42% de los hombres. En cuanto a la valoración del riesgo de un producto, solo el 30% de los hombres no es capaz de responder una pregunta correctamente frente a un porcentaje más alto entre las mujeres, un 50%.
La educación financiera afecta al emprendimiento
«Hacen falta políticas que ayuden a educar más y mejor a la sociedad en general, y en especial a las mujeres, en todos los temas referidos a las finanzas y el riesgo si queremos tener personas más preparadas para iniciar nuevas actividades empresariales y también para que la diferencia de género en el ámbito del emprendimiento sea menor», explica la experta.
En relación con esto, la Comisión Europea señala que uno de los primeros retos a los que se enfrentan los emprendedores es la complejidad y la dificultad de las finanzas y el acceso a los mercados financieros. Para Ruiz-Dotras, si los niveles de conocimiento financiero son tan bajos —especialmente entre las mujeres—, no se garantiza que las actividades emprendedoras que se lleven a cabo sean sostenibles a medio o largo plazo.
En términos más generales, se puede decir que una sociedad con niveles de educación financiera deficientes tiene un impacto perjudicial para sí misma y para la economía del país. «Está en varios estudios que una mejora en la educación financiera de la población resulta en un comportamiento mejor en cuestiones como el ahorro, planificación de la jubilación, la adquisición de productos financieros de inversión o la selección de créditos, hipotecas o refinanciaciones», indica la profesora de la UOC.
Elisabet Ruiz-Dotras – Profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC