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Las criptomonedas y su primera gran crisis

A pesar de que las criptomonedas como activo han vivido sus particulares burbujas relativamente al margen de los ciclos económicos mundiales -en el 2018 el criptomercado cayó en picado perdiendo la mayor parte de la masa monetaria que había acumulado durante los meses anteriores, mientras el mundo parecía dejar atrás una década de crisis económica y su PIB crecía- esta vez se enfrentan a una crisis sin parangón en las últimas décadas y, aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones, parece estar superándola con nota y el total de su mercado ya supera el billón de dólares holgadamente, entonces, ¿qué se puede esperar de las criptomonedas para el futuro más cercano y cuál es su potencial como inversión?

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Criptomonedas, de constructor teórico a inversión billonaria

Bitcoin, ¿qué es y cómo funciona?” responder estas dos preguntas suele ser la primera toma de contacto de cualquier usuario con el mundo de las criptomonedas, aunque finalmente se opere con cualquier otra cripto que no sea bitcoin, por dos razones; es la primera criptomoneda que vio la luz y es la que acumula más de la mitad del volumen de capitalización total de las criptomonedas.

¿Qué es bitcoin? Bitcoin es la primera criptomoneda digital, se ha abierto camino frente a la hostilidad de algunas de las instituciones financieras privadas y públicas más poderosas del mundo y por capitalización total podría ser un próspero país europeo de tamaño medio.

¿Cómo funciona? Al ser una criptomoneda descentralizada se ha optado por aumentar el flujo de activos disponibles en el mercado mediante la llamada criptominería, la cual a través de la resolución de complejas operaciones matemáticas por medios informáticos mina bloques liberando bitcoins -en estos momentos son 6,25 bitcoins por bloque- los cuales están respaldados por la red blockchain, la cual mantiene la integridad de los intercambios y la seguridad de las criptomonedas.

¿Un puerto seguro en un futuro incierto?

Variantes de la pregunta “¿es el bitcoin un refugio equivalente al oro?” se han venido repitiendo cada vez con mayor frecuencia en la prensa económica y no es para menos, ya que en mitad de la zozobra generalizada con sectores económicos enteros yéndose por el desagüe ha subido de forma espectacular, al igual que otras criptomonedas como ethereum -que con 1.600 USD marca récord histórico– en un momento de incertidumbre, a pesar de ello es importante tener presente que toda criptomoneda no vinculada a una moneda fiat fuerte puede ser extremadamente volátil, como puede comprobarse leyendo una gráfica de cualquiera de ellas.

¿Es entonces un refugio? Dependiendo de cuando se haya entrado hay quién ha podido ganar mucho dinero, pero otros se han podido quedar atrapados o han podido tener que asumir pérdidas si entraron cuando el precio era demasiado alto, ¿existen entonces otras formas de utilizar las criptomonedas incluso cuando su volatilidad les lleva a experimentar periodos de depreciación?

Existen, con sus ventajas y con sus inconvenientes; como operando en corto o en largo las criptomonedas mediante derivados como las CFDs en una plataforma de trading online, aunque asumiendo riesgos como el de operar con apalancamiento y la misma volatilidad de la que se intenta sacar provecho.

El dinero del futuro

O más bien uno de los dineros del futuro, de hecho podríamos decir que las criptomonedas ya funcionan como uno de los dineros del presente, ya que ya son multitud de negocios -incluso de tamaño mediano y pequeño- y de profesionales los que admiten criptomonedas como medio de pago, y son multitud las plataformas mediante las cuales realizar dichos pagos, de hecho bancos como el BBVA anunciaron que permitirán que sus clientes compren, vendan y custodien criptomonedas -empezando con bitcoin- a partir de enero del 2021, aunque de momento solo a través de su filial Suiza.

Experimentos como los llevados a cabo en Nueva Zelanda, en los cuales se empezó a pagar a un número relativamente bajo de trabajadores asalariados -no se podían incluir trabajadores autónomos- parte de su sueldo con criptomonedas bajo la condición de que estas fueran fácilmente convertibles en moneda fiat, junto con la gran subida general de este mercado experimentada en la peor crisis del siglo XXI, siguen consolidando la implementación de un activo que hace una década pocos tomaban en serio.

 

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