Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos de La Financière de l´Echiquier, habla del comportamiento del mercado tras la crisis del coronavirus y fija su ojo en Ferrari para su Stock-Picking de la semana.
1) El lunes pasado comenzó una semana crucial en el frente del coronavirus. Por un lado, las vacaciones del Año Nuevo Lunar -prolongadas debido a la epidemia- que habían llegado a su fin, planteaban la cuestión de la reanudación de las actividades, sobre todo en el sector industrial. Por otro lado, después de dos semanas, o sea, el supuesto tiempo de incubación del virus, se iba a poder analizar la eficacia de las medidas de confinamiento.
El balance es desigual
Durante los primeros días de la semana se ha ralentizado el aumento del número de casos nuevos, lo cual tiende a validar la pertinencia de las medidas de control desplegadas en China y en el mundo. En lo que a la actividad se refiere, la reanudación es real, aunque muy floja.
Así lo demuestra el poco tráfico en las grandes ciudades chinas. Y, a pesar de que, especialmente en los servicios, el recurso masivo al teletrabajo permite una recuperación más fuerte, el sector industrial va a tener que armarse de paciencia. Así, Foxconn, uno de los principales subcontratistas de APPLE, prevé una producción al 50% de sus capacidades de aquí a final de mes, y luego del 80% en marzo, como mucho.
A pesar de estos notables inconvenientes, la ausencia de una sorpresa realmente negativa ha bastado para que los mercados de activos de riesgo repunten considerablemente. Sin embargo, este aumento refleja cierta complacencia, ya que todavía quedan muchas incertidumbres.
En primer lugar, incertidumbres sobre el propio virus. La OMS está preocupada por la propagación del virus fuera de China, temiendo que solo estemos viendo “la punta del iceberg”. Además, según un nuevo estudio citado por los medios estatales chinos, el período de incubación podría alcanzar los 24 días (frente a los 14 que se consideran actualmente).
Y, lo que es más importante: la aplicación de un nuevo método de detección del virus en la provincia de Hubei el jueves pasado ha disparado a 15.000 el número de nuevos casos. Esto refuerza las dudas sobre las cifras publicadas por las autoridades chinas desde el comienzo de la epidemia, pues se sospecha que están masivamente infravaloradas.
A continuación, titubeos políticos en torno al coronavirus
Mientras las autoridades locales sufren la venganza de Pekín, con el nombramiento de dos personas próximas a Xi Jinping para puestos clave (a la jefatura de la provincia de Hubei y a la dirección del partido en la ciudad de Wuhan), Estados Unidos, a través del consejero económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, lamentan la «falta de transparencia por parte de los chinos». Incluso han surgido dudas sobre la objetividad de la OMS en los primeros tiempos de la epidemia, dado que China es el segundo contribuyente mundial de tal institución.
Por último, incertidumbres económicas
Esto parece obvio, pero, a pesar de todo, es lo que domina en el balance de la temporada de publicaciones de resultados de las empresas. Cuando se les ha preguntado sistemáticamente sobre el coronavirus, la mayoría de ellas ha reconocido un impacto cierto en los resultados de 2020, aunque sin poderlo cuantificar.
Así, los sólidos resultados del último trimestre de 2019 ya parece que pertenecen a un pasado lejano, y las orientaciones para 2020 -al igual que las proyecciones de resultados-, parecen poco pertinentes, e incluso obsoletas.
Todas estas dudas dibujan un panorama en el que el mero cisne negro que representa el coronavirus podría convertirse en una serpiente marina, que aparecerá de nuevo a merced de la publicación de datos macro y microeconómicos, alimentando así la volatilidad.
Claramente, no es suficiente para preocupar a los mercados, que hasta ahora siguen asumiendo el principio de que los bancos centrales estarán allí para apoyar cualquier debilidad.
2) Los discursos de los banqueros centrales, a ambos lados del Atlántico, apenas han afectado a las tendencias de los mercados. En el lado estadounidense, en sus discursos a la Cámara de Representantes y al Senado, Jerome Powell ha defendido un statu quo en el nivel de los tipos, una posición lógica incluso aunque los futuros sobre fondos de la FED empezaran a prever una bajada para julio.
Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en un discurso ante el Parlamento Europeo, ha exhortado a los Estados para que apliquen políticas de estímulo fiscal.
3) La inflación de Estados Unidos ha sorprendido ligeramente al alza en enero, al registrar el 2,5% interanual frente al 2,4% previsto y el 2,3% del mes anterior. Esto se explica principalmente por la contribución de los precios de la energía, que será puntual, ya que el colapso de las materias primas debido al coronavirus convertirá en negativa esta contribución a partir del mes próximo.
4) La producción industrial en la zona euro ha vuelto a caer en diciembre. A lo largo de un año, cayó un -4,1%, frente al -2,3% esperado. De forma mensual, ha caído un 2,1% tras estabilizarse en noviembre.
Los que han experimentado el mayor descenso de la producción han sido, sobre todo, los bienes de inversión y los bienes intermedios. Los únicos que han registrado un aumento interanual de la producción han sido los bienes de consumo fungibles.
El Stock-Picking de la semana: Ferrari
La selección de valores de la semana: FERRARI, una cartera de pedidos siempre llena. La marca italiana ha publicado buenos resultados correspondientes a 2019 y ha aumentado sus objetivos para 2020. La dinámica comercial sigue siendo excepcional, con una cartera de pedidos que el CEO de la empresa califica de “extraordinaria”.
Nuestro análisis
El volumen de negocios del fabricante italiano aumentó un 10% en 2019, su resultado de explotación un 14% y el flujo de caja libre se duplicó, en línea con los objetivos del ejercicio que se habían aumentado durante el año. En términos de volumen, las ventas alcanzaron las 10.131 unidades en 2019, lo que supone un crecimiento del 9,5% interanual, impulsadas por los modelos Portofino y 812 Superfast.
La reducción de las emisiones de CO2 no se ha eludido, pues la dirección aborda esta cuestión desde la perspectiva de la innovación. Su camino hacia la neutralidad en las emisiones de carbono pasará, inicialmente, por inversiones en motores híbridos. FERRARI se encuentra en una posición extremadamente favorable para abordar el 2020. El año se dedicará a nuevas inversiones, sobre todo con la reinternalización de la producción de ciertos componentes en las instalaciones de Maranello. Y también promete ser dinámico en el aspecto comercial: el grupo parece relativamente poco afectado por los riesgos macroeconómicos.
En conclusión
FERRARI no es tanto un fabricante de automóviles, como la viva encarnación del lujo -un deseo de marca inigualable, una producción artesanal, una demanda inelástica-, como ocurre con HERMÈS. La demanda es estructuralmente mayor que la oferta. La estrategia de lanzamiento ha sido un gran éxito: las carteras de pedidos están repletas y el precio de los nuevos modelos se ha disparado. Por ejemplo, el SF90 Stradale híbrido, de 1.000 caballos de potencia, cuesta un 30% más que el más caro de los FERRARI…
Por Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos de La Financière de l´Echiquier