El proveedor de telecomunicaciones británico BT ha anunciado la puesta en marcha de Global Fabric una red internacional que conectar distintos proveedores de servicios en la nube que permitirá a las empresas dar un salto adelante en sus procesos de innovación.
Global Fabric podría entenderse como una gran nube que engloba a otras nubes, lo que da entender un nuevo concepto o, si se quiere, una nueva generación cloud. En este sentido BT se ha inspirado en esta plataforma en la esencia de la nube, es decir, una solución flexible, escalable y tolerante a fallos.
Cómo funciona Global Fabric
El desarrollo de BT se traduce comercialmente en una venta de solución comercial de red como servicio en la que los clientes podrán acceder a ella mediante la fórmula del pago por uso. Según fuentes de la operadora, la combinación de la nube y redes permite a los usuarios sacar el rendimiento óptimo de las aplicaciones, lo cual es un valor añadido desde el punto de vista del ahorro de costes y la experiencia de uso.
En la oferta de BT, los clientes pueden elegir el tipo de conectividad que desean para sus aplicaciones y las cargas de trabajo, así como gestionar las rutas de éstas a medida que los datos se desplazan por la red.
La red es totalmente programable y sobra decir que abarca una gran capacidad, ya que está construida con equipos de última generación.
“Con el lanzamiento de Global Fabric, BT responde a su necesidad de transformar sus redes». El estudio de IDC muestra que las organizaciones deben adoptar una plataforma segura y sostenible que proporcione la flexibilidad, la capacidad de gestión, la escalabilidad y la rentabilidad que puedan respaldar la experiencia adecuada del usuario final para cada aplicación. Los proveedores de servicios de comunicaciones que puedan ofrecer soluciones de conectividad eficaces con estos atributos estarán bien situados para triunfar”, ha afirmado el director senior de investigación de IDC, Jan Hein Bakkers.
Global Fabric o cómo comprar conectividad como servicio
Por su parte el CEO de BT Business, Bas Burger, explica que el nuevo servicio de su compañía representa el futuro de la conectividad.
La interfaz de esta plataforma es muy parecida a la de cualquier ecommerce, siendo posible desde este sitio comprar conectividad como servicio. Global Fabric integra de forma nativa más de 630 proveedores de servicios digitales y más de 700 centros datos, incluyendo a los grandes servicios cloud públicos a nivel mundial, nubes privadas, redes, SaaS, así como servicios de ciberseguridad en la nube. Todo a golpe de clic.
Entre las nubes de hiperescala figuran las de AWS, Google Cloud y Microsoft Azure. A diferencia de Internet, Global Fabric será «determinista»: los clientes podrán confiar en que BT les proporcionará la experiencia de aplicación predecible que esperan, seleccionando las rutas óptimas de extremo a extremo para sus aplicaciones y cargas de trabajo a medida que se mueven hacia y entre múltiples nubes y usuarios finales.
Entre los planes de conectividad, se incluyen servicios de internet con incrementos de banda ancha desde 1 Mbps hasta 100 Gbps, pudiendo ser intercambiable en el mismo puerto, lo cual representa una flexibilidad que no es posible en las redes actuales.
Las empresas se “enfrentan a una nueva ola de revolución digital con IA, IoT y automatización que impulsa la demanda de simplicidad y una mejor conectividad multicloud. Los clientes pueden conseguir mejores costes totales, impulsar el rendimiento de las aplicaciones y la experiencia de usuario, todo ello cumpliendo las normativas y mitigando las ciberamenazas”, añade Burger.
Una conectividad sostenible
Tratándose de equipos de última generación los que representan la base de trabajo de Global Fabric, este nuevo servicio de BT destaca, asimismo, por ser muy sostenible con el medio ambiente. La compañía calcula que con este oferta de conectividad se consumirá un 79% menos de electricidad que con las redes tradicionales, lo cual significa que los clientes podrán reducir sus emisiones de carbono.
Las emisiones incorporadas de Global Fabric serán de 363 tonCO2e/año frente a las 2.185 tonCO2e/año de las redes internacionales existentes, lo que supone una reducción del 83%.