Desde que las acciones de Telefónica tocaron, en el año 2007, los 23 €,la operadora de telecomunicaciones española no ha levantado cabeza.
El próximo día 20 de Diciembre, Telefónica bajo la presidencia de José María Álvarez Pallete, procederá al reparto de dividendos. Concretamente Telefónica repartirá 0,200 € brutos con cargo a reserva. Las acciones cerraban, hoy día 4 de Diciembre, con un ligero descenso del 0,62 . En estos momentos cotizan a un valor de 7,8860 y según Juan Enrique Cañadinos, director de Admiral Markets en España, podría ser un buen momento para entrar en el valor.
Telefónica es uno de los valores que a buen seguro protagonizará el rally de bolsa de cara a finales de año, así pues habrá que estar atentos a su evolución para tomar una decisión.
Y ya han pasado 11 años. Son muchos los inversores que en la actualidad se preguntan sí la operadora es una buena opción de inversión o si seguirá cayendo. Es decir, las principales dudas de los inversores es saber sí comprar o vender acciones. Por ello, repasamos en esta entrada los principales problemas de la compañía, las expectativas, qué es lo que les ocurre a sus acciones y qué esperar de Telefónica en Bolsa.
Las acciones de Telefónica: de capa caída desde el año 2007
La operadora es una de las principales empresas de la bolsa española. Siempre ha sido una de las empresas más recomendadas por su seguridad, elevada liquidez y alto dividendo. Pero, pese a ello, las acciones siguen sufriendo en el mercado, sin levantar cabeza y con grandes dudas, sabiendo que su capitalización bursátil es la mitad que la registrada hace seis años.
Que el título haya caído en bolsa no significa, por un lado, que esté barata ni, por otro, que no pueda bajar más. Pero sí es cierto que los múltiplos en los que cotiza en la actualidad dan para pensar: si las estimaciones de beneficio para este ejercicio (4.000 millones de euros)se cumplen, el valor estaría cotizando con un PER de 9,2 veces. En la actualidad, pocas empresas tienen esta valoración por lo que sería una clara recomendación para comprar sus títulos.
Con un PER ligeramente superior a 9 veces y una cotización rondando los 8 €, podríamos decir que el valor está barato. Pero, ¿qué ocurre si comparamos las acciones de esta empresa con las de sus homólogas europeas? La compañía española cotiza con un descuento del 25 al 30 %. Por ejemplo, la británica Vodafone cotiza con un PER de 24 veces y se espera para este año un beneficio neto de 2.800 millones de euros. Más ‘sangrante’ es la comparación con Deutsche Telekom, la principal compañía del sector en Europa. Con unos beneficios estimados similares a los de Telefónica y una rentabilidad por dividendo similar (4,7 %) el valor cotiza con un PER (ratio de beneficios versus cotización) de 15,5.
Las acciones de Telefónica cuentan con una alta rentabilidad por dividendo
Tras los datos comentados anteriormente, ¿es buena idea adquirir las acciones de la compañía española? La respuesta es afirmativa. En la actualidad, la compañía cuenta con una elevada rentabilidad con dividendo (4,7 %, rozando los 5 puntos). En el mercado español, rara vez, encontramos a una empresa con beneficios crecientes y una rentabilidad por dividendo elevada.
Es más, a esta rentabilidad por dividendo, se le suma las proyecciones realizadas por el consenso de analistas: de media, le otorgan un potencial de revalorización del 47 % y un precio objetivo en los 11 €.
Telefónica en Bolsa: ¿qué le ocurre entonces para estar tan ‘barata’?
Como hemos comentado, las acciones de la operadora española son las más baratas del sector en relación a sus beneficios, por ejemplo. ¿Sabes por qué ocurre esto? El mercado tiene a la compañía en el punto de mira y se encuentra penalizada por las siguientes circunstancias.
El endeudamiento: el principal problema de Telefónica en bolsa
El principal problema de la compañía es su elevado endeudamiento. En la actualidad, ronda los 43.000 millones de euros. Cada vez que la empresa publica resultados, es el principal punto de atención de los inversores. No obstante, Telefónica ha conseguido reducir esta deuda de aproximadamente 50.000 millones en apenas tres años.
Pese a que la reducción del apalancamiento se intensifica en los últimos trimestres, los inversores temen que no sea suficiente. El principal temor al respecto es un alza de los tipos de interés, que encarezca el coste de financiarse y del pasivo actual. No obstante, la empresa ha incrementado su flujo de caja operativa, lo que despeja los nubarrones de elevados costes de financiación.
Su exposición a Reino Unido con O2: su venta frustrada y el Brexit
La elevada exposición al mercado británico ha pasado factura a la empresa en bolsa. Para reducir el apalancamiento comentado, la compañía barajaba la venta de su filial en el país, perola Unión Europea prohibió la operación hace un año. Con ello, la operadora dejó de ingresar cerca de 8.000 millones de euros, que iban a ir destinados a reducir deuda. Ahora, la alternativa, es la salida a bolsa de la mayoría del capital que controla en O2.
El Brexit únicamente hizo empeorar las cosas. Tras este evento en junio de 2017, la valoración de O2 cayó con fuerza y al mercado se le atragantó su dependencia al país británico, en el cual tiene una gran cuota de negocio y competencia con Vodafone. Y, por si fuera poco, la caída de la libra esterlina frente al euro no ponía las cosas fáciles.
Competencia en España con los nuevos operadores
La irrupción en el mercado nacional de nuevas compañías de telefonía y servicios ha hecho mella en la operadora. Especialmente, MasMovil, el cuarto operador español que cuenta con un comportamiento opuesto a Telefónica en el mercado. Sus acciones se han disparado con fuerza frente a las caídas de una de las principales empresas del Ibex 35, como es Telefónica.
El avance de estas compañías en ofrecer diferentes packs con datos móviles ilimitados, canales de televisión, tarifas más competitivas y con un marketing nunca visto en la actualidad. Esto hace sembrar dudas sobre si Telefónica está haciendo los deberes en su principal mercado, como es España.
La situación en Latinoamérica
El gigante nacional cuenta con una amplia presencia en los países latinoamericanos, especialmente en México y Argentina. La principal opción de la compañía es realizar desinversiones en estos países, pero sin perder el control de las filiales. Es decir, sacando a bolsa mediante OPVs, pero contando en su poder con la mayoría del capital de estas empresas. Brasil es el único mercado que la operadora no quiere tocar. En total, toda la región genera el 22 % del Ebitda (sin contar el país carioca, ya que la operadora los separa en sus cuentas del resto).
El problema en estas regiones, además del tipo de cambio de divisas (desfavorable a los intereses de la empresa al convertir sus beneficios a euros desde las respectivas monedas), es ahora Argentina. El segundo mercado de Telefónica atraviesa problemas económicos, llegando a pedir ayuda al FMI recientemente. La intención de sacar a bolsa la filial en el país podría retratarse y, con ello, producir un retraso para la llegada de 4.000 millones que irían directos a reducir pasivo financiero.
Colombia, por su parte, es el peor de todos los países en los que opera. Allí cuenta con problemas judiciales, multas y la salida del Estado del capital de Coltel. La operadora debe mover ficha: entrar en el capital restante para tener el control de la mayoría de la empresa o sacarla a bolsa.
Principales catalizadores ante posibles subidas de la acción: ¿comprar o vender acciones?
La operadora de telecomunicaciones española, que ha caído estos años en bolsa, se centra en la reducción de la deuda, el principal catalizador que los inversores buscan para que las acciones consigan remontar con fuerza, recuperando niveles más acordes al potencial y la valoración de la empresa.
Telefónica de cara a futuro cuenta con una sólida posición, además de tener un despliegue mayor de fibra óptica, la cual podría amortizar en los próximos años. Esto se produciría al reducir costes y en un mayor margen operativo. Por otro lado, la política de subida de precios de otras operadoras provocan un ‘efecto arrastre’ en los precios, por lo que pueden ayudar a la operadora española.
Además, si la empresa consigue sacar a bolsa sus filiales en Reino Unido y Argentina puede conseguir 8.000 millones de euros, directos a reducir pasivo. Esto disminuiría el apalancamiento, contar con mayor caja para invertir y conseguir reducir los costes financieros y de financiación (en un contexto de posibles subidas de tipos de interés en Europa).
Por otro lado, para muchos inversores el cambio producido en la empresa con la salida de César Alierta de la presidencia y la entrada de José María Álvarez-Pallete puede ser un revulsivo. La empresa puede abrirse a nuevos mercados, tecnología y conseguir una mayor innovación de cara a futuro.
Destacar, por último, que como comentamos anteriormente el consenso de analistas del mercado le otorgaun potencial cercano al 50 % y un precio objetivo en los 11 € por acción. Además, los principales inversores nacionales, como Paramés, han invertido con fuerza en la operadora.
¿Comprar o vender acciones de la compañía? No es de extrañar que sea la pregunta más repetida en el mercado nacional español. Las acciones de Telefónica no estaban tan baratas en bolsa desde el estallido de la burbuja tecnológica en el año 2002. Los títulos de la operadora son una buena opción para inversores conservadores, que buscan una clara mejoría en la cuenta de resultados de las empresas y una alta rentabilidad por dividendo. Los expertos que analizan el mercado le otorgan un potencial cercano al 50 %.